Dentro de las muchas variedades de cactus y suculentas que podemos encontrar, hay una que destaca especialmente por su vistosidad y por las propiedades que se le atribuyen: la opuntia tuna. No exageramos cuando decimos que tiene mil nombres, porque podemos oírlo nombrar de muchas maneras.
Opuntia, tuna, tuna nopal, higuera de pala, palera, chumbera, penca… Da igual el nombre que reciba en cada lugar, porque en todo caso es una planta muy apreciada, ya que de ella se comen tanto sus frutos como los «nopalitos». Si te apetece conocer un poco mejor esta variedad y saber cómo cuidarla, continua leyendo.
Rasgos esenciales de la opuntia tuna
Este es un cactus originario de la región de América Latina, incluyendo tanto México como Centroamérica. Pero se ha ido extendiendo a otros lugares del mundo, porque es capaz de adaptarse bien a entornos en los que el clima es cálido, resistiendo a sequías e incluso a suelos pobres en nutrientes.
No alcanza demasiada altura, pero se caracteriza por tener unos tallos planos y segmentados de color verde y suculentos (es en ellos donde la planta almacena el agua). Estos segmentos se conocen como cladodios o nopalitos, y se puede comer, como luego veremos.
La flor del cactus tuna destaca por ser grande y vistosa, normalmente en color amarillo o naranja. Sin embargo, no florece demasiado y, con frecuencia, lo habitual es que solo aparezca una flor en lo alto de los cladodios.
El fruto de este cactus es el higo chumbo, muy apreciado por su sabor dulce. Es un fruto de color pequeño y forma ovalada, cuyo color varía del rojo al púrpura en función del grado de madurez, y que cuenta con una piel gruesa que se encarga de proteger la pulpa de las espinas.
En las regiones áridas y semiáridas el nopal es muy apreciado, porque es de gran ayuda a la hora de preservar el suelo frente a la erosión. Además, tanto sus frutos como los cladodios son comestibles, convirtiendo a este cactus en uno de los más interesantes para el ser humano.
Sus efectos positivos para la salud
Se han estudiado ampliamente los efectos beneficiosos que tiene sobre la salud el consumo de los higos de la opuntia tuna y de sus cladodios o nopalitos (que se pueden añadir a ensaladas, guisos, y todo tipo de platos). Entre ellos podemos destacar:
- Fuente de nutrientes. Sus frutos son ricos en vitaminas A, K, C, calcio, magnesio y potasio, que ayudan a mantener el buen funcionamiento del organismo.
- Alto contenido en fibra. Tanto los frutos como los nopalitos aportan una gran cantidad de fibra dietética que aporta una mayor sensación de saciedad y promueve la regularidad intestinal.
- Control del azúcar en sangre. Existen investigaciones que sugieren que el consumo de cladodios puede ser de ayuda a la hora de regular los niveles de azúcar en sangre entre quienes padecen diabetes tipo 2. Porque tanto la fibra como otros compuestos de la planta reducen la absorción de glucosa por parte del intestino.
- Propiedades antioxidantes. Su elevada concentración en vitamina C ayuda a combatir el daño oxidativo que producen en el cuerpo los radicales libres. Esto beneficia a la salud en su conjunto y ayuda a prevenir enfermedades crónicas.
- Reducción del colesterol. Algunos estudios han puesto de manifiesto que el consumo de nopalitos reduce los niveles de colesterol LDL o colesterol malo, protegiendo con ello la salud cardiovascular.
- Hidratación. Los higos de la opuntia tuna son un fruto jugoso y refrescante que ayuda al cuerpo a hidratarse, especialmente en zonas donde el clima es cálido y seco.
Cuidados de la opuntia tuna
Sus múltiples beneficios para salud, unido a que estamos ante un cactus que también da buenos resultados como planta ornamental, hacen de él una buena elección para cualquier patio o jardín. Si quieres tener una higuera de pala bonita y bien cuidada, presta atención a los siguientes consejos.
Luz
Este cactus necesita mucha luz solar directa para crecer. No obstante, si vives en una zona en la que las temperaturas son muy elevadas durante los meses de verano, intenta buscar una ubicación en la que reciba un poco de sombra durante las horas más calurosas del día.
Suelo
La opuntia tuna está acostumbrada a crecer en suelos pobres. Su única exigencia en cuanto a su medio de cultivo es que el suelo drene bien, porque no tolera la humedad en sus raíces.
Puedes plantar tu cactus en sustrato especial para este tipo de plantas, o mezclar un sustrato normal y corriente con un poco de arena gruesa, fibra de coco o perlita, para incrementar la capacidad de drenaje.
Precisamente porque está acostumbrado a crecer sin muchos nutrientes, no es necesario que fertilices este cactus. Si vas a hacerlo, utiliza un producto de liberación lenta una vez al mes durante los meses de primavera y verano.
Riego
Como puedes imaginar, el riego tiene que ser muy moderado, dejando que el sustrato se seque totalmente entre un riego y otro. En verano puedes aportarle un poco de agua a tu planta cada 10 o 15 días, mientras que durante el invierno bastará con regar una vez al mes.
Temperatura
Este cactus es muy resistente. Aguanta bien las altas temperaturas, pero no lleva tan bien las heladas. Si en tu zona los inviernos son fríos, intenta protegerla.
Si tienes el cactus en una maceta ponlo dentro de casa durante el invierno, o trasládalo a un porche en el que no le caigan las heladas de manera directa. Si no puedes moverlo de su sitio, tápalo con una manta para plantas.
Poda
Aunque es mejor hacerlo en invierno, puedes eliminar segmentos de tu opuntia siempre que lo consideres necesario, ya sea porque se esté haciendo más grande de lo que quieres, o porque están dañados. Lo ideal en todo caso es que cortes desde la base del segmento, así evitas dañar la planta más de lo necesario.
Recuerda cubrir bien tus manos con guantes especiales para este tipo de trabajos, porque las espinas de la pala son bastante afiladas.
Con estos sencillos consejos tendrás una opuntia tuna espectacular, y te los agradecerá colmándote de sus frutos. ¿Tienes este cactus en casa, nos cuentas tu experiencia en los comentarios?