Las orquídeas son las flores por excelencia. Algunas de ellas adoptan formas muy curiosas, tanto que nos recuerdan a la que tienen los animales, como es el caso de las Vanda. Un género originario de Asia y del Norte de Australia que ha sido importado para que puedas decorar tu hogar con estas preciosas plantas.
Su cultivo es apto para principiantes. Así que ya sabes, si buscas una orquídea especial que además sea fácil de cuidar, pon una Vanda en tu vida .
Las orquídeas Vanda son epífitas, lo cual quieres decir que crecen sujetándose a los troncos de los árboles, donde pueden protegerse de los rayos del sol. Sus hojas, largas y anchas de un color verde claro muy bonito, brotan de un rizoma recto. El tallo floral se llena de flores que permanecerán abiertas durante mucho tiempo.
En cuanto a su cultivo destacamos lo fácil que es tener una plantita en casa. Se adapta muy bien a las condiciones de interior, ya que soporta sin problemas temperaturas bajas de hasta los 14ºC y las altas de hasta los 35ºC. Colócala en una habitación muy luminosa donde no le pueda dar el sol directamente, y vaporízala de tanto en cuando para mantener la humedad alta.
Las raíces de estas orquídeas tienen clorofila, por lo que se deben plantar en macetas transparentes con sustratos como corteza de pino o carbón vegetal. De esta manera, tendremos una planta que podrá crecer sin problemas.
Y si hablamos del riego, éste se hará mediante pulverizaciones con agua de ósmosis, mineral o, preferentemente de lluvia. Es importante dejar secar el sustrato antes de volver a regar para evitar la proliferación de hongos.
Las orquídeas no dejan indiferente a nadie, pero las pertenecientes al género Vanda son espectaculares, ¿no te parece?