Las orquídeas son una de las flores más bellas y misteriosas del mundo. Tienen una forma, un color y un patrón únicos que las convierten en las favoritas de los amantes de las flores.
Las orquídeas son muy conocidas por su elegancia y capacidad de adaptarse a diferentes entornos los que la convierten flores ideales para decorar los hogares y jardines.
Cada especie tiene su propio encanto y personalidad, recordemos que son un símbolo de amor, pureza y belleza en muchas culturas en todo el mundo. Además, son consideradas grandes tesoros botánicos.
Estas flores tienen la interesante costumbre de florecer una vez al año, en la mayoría de las especies de orquídeas el período de crecimiento en el cual surgen las hojas comienza durante los meses de verano.
En otoño aparecen las espigas y los capullos de las flores, y la planta va a florecer a finales de otoño. El período de floración termina a fines de invierno o principios de primavera, pero con algunos trucos es posible conseguir que florezcan todo el año.
Elige el tipo de orquídea adecuado
El primer paso para conseguir que tus orquídeas florezcan todo el año es asegurarte de que eliges el tipo de orquídea adecuado. Algunas orquídeas son más propensas a florecer varias veces al año que otras.
Intenta elegir una orquídea que sea fácil de cultivar y que tenga fama de florecer bien. Algunas de las mejores variedades para este fin son:
Orquídea polilla (Phalaenopsis), es una especie de interior de las más populares con flores exóticas y duraderas.
Las orquídeas polilla son fáciles de cuidar, y crecen muy bien en habitaciones con calefacción central. Tienes que tener cuidado de quitar las flores marchitas, y tienes que evitar cortar la punta del brote floreciente si está verde, ya que si lo haces estarías cortando los brotes.
También evita cortar la espiga de manera directa córtala a 2,5 cm por encima de la muesca desde la base, de esa manera se va a poder ramificar debajo del corte y podrá producir nuevas flores mucho más rápido que si crece una nueva espiga desde la base.
Orquídea zapatilla (Paphiopedilum), tiene flores muy hermosas y sus hojas un moteado muy particular.
Son muy llamativas por sus colores , las flores en forma de bolsa, y el tener una sola flor por cada tallo.
Las orquídeas zapatilla pueden florecer durante cuatro o cinco meses, sin embargo, bajar la temperatura en otoño, va a fomentar muchas más flores año tras año.
A continuación, veremos algunos trucos para que las orquídeas florezcan todo el año.
Proporciona luz adecuada
Las orquídeas necesitan mucha luz para florecer. Deben colocarse en una zona con luz brillante pero indirecta, como un alféizar o un lugar cerca de una ventana. Procura mantener la temperatura de la habitación en la que crece la orquídea entre 60 y 80 grados, ya que la orquídea no producirá flores si la temperatura es demasiado cálida o demasiado fría.
Mantén altos los niveles de humedad
Las orquídeas prosperan en ambientes húmedos, por lo que es importante mantener altos los niveles de humedad. Si el aire de la habitación donde está la orquídea es seco, prueba a utilizar un humidificador para mantener los niveles altos. También es buena idea rociar la orquídea con agua cada dos o tres días para ayudar a mantener altos los niveles de humedad.
Fertiliza regularmente
Las orquídeas necesitan muchos nutrientes para florecer. Abona la orquídea una vez al mes con un fertilizante líquido equilibrado. Asegúrate de seguir las instrucciones del envase, ya que demasiado abono puede ser perjudicial para la orquídea. También puedes utilizar un abono especial para orquídeas formulado para favorecer la floración.
Replántalas cuando sea necesario
Las orquídeas deben replantarse cada uno o dos años para mantenerlas sanas y favorecer la floración. Cuando se cae la última flor es el momento ideal para trasplantar la orquídea, ya que en ese momento la mayoría de ellas comienzan su fase de crecimiento activo y empiezan a generar nuevas raíces y hojas en preparación para la próxima floración.
Para este procedimiento es importante cortar las raíces muertas con un bisturí esterilizado. La manera de hacerlo es sumergiéndolo durante 10 minutos en una solución de Physan 20, es un desinfectante, fungicida de amplio espectro, muy eficaz y utilizado en jardinería.
Elige una maceta adecuada que proporcione un gran drenaje de agua. También ten en cuenta que debe ser mucho más grande que las raíces reales de la planta. La planta tiene que sentirse cómoda en la maceta para poder tener estabilidad, y la nueva maceta no debe ser mucho más grande que la anterior.
Pódalas con regularidad
Las orquídeas deben podarse con regularidad para mantener la planta sana y favorecer la floración. La poda ayudará a eliminar cualquier follaje muerto o dañado que pueda estar impidiendo que la planta florezca. Asegúrate de utilizar unas tijeras limpias al podar la orquídea y procura no cortar demasiado cerca de la base de la planta.
Este proceso es importante para que la orquídea se regenere durante el período de inactividad y puedas ayudar a aliviar el estrés de la planta.
Al quitar las espigas viejas y muertas luego que las flores se caen, estás ayudando a la planta a retener más nutrientes y energía. También es una buena idea recortar los tallos muertos, y la manera de cortar las espigas y las raíces es hacerlo de manera diagonal, para estimular su crecimiento.
Reducir la temperatura ambiente en la noche
Las orquídeas florecen según las estaciones naturales y responden muy bien a los cambios de temperatura, pero cuando las temperaturas están bajando en la noche sobre todo en los finales del otoño comienza su ciclo de floración.
Para fomentar esto tienes que colocarla en un entorno donde las temperaturas nocturnas sean más bajas de forma natural. La mejor manera de lograr ese objetivo es colocarla en el alféizar de una ventana, o vas a necesitar bajar la calefacción de tu casa por la noche durante los meses de invierno.
Vigila las plagas y enfermedades
Es importante vigilar la orquídea para detectar plagas y enfermedades, ya que pueden impedir que la planta florezca. Busca signos de plagas como cochinillas, cochinillas y arañas rojas. Si ves señales de plagas, utiliza un jabón insecticida suave para deshacerte de ellas.
Vigila también los signos de enfermedad, como hojas amarillentas o marchitas. Si ves algún signo de enfermedad, actúa con rapidez para evitar que se propague.
Las orquídeas son unas flores hermosas y únicas que pueden florecer todo el año si sigues unos sencillos trucos. Ten en cuenta el elegir el tipo adecuado de orquídea, proporcionarle los niveles adecuados de luz y humedad, abonar con regularidad, trasplantar cuando sea necesario y podar y vigilar las plagas y enfermedades. Con paciencia y buenos cuidados, podrás disfrutar de la belleza de tus orquídeas todo el año.
