Una de las plantas que se hizo muy famosa hace unos años es la Oxalis spiralis. También conocida como trébol africano (o planta de las mariposas). ¿Has oído hablar de ella?
Si la ves en las tiendas, o en casa de algún familiar o amigo te va a sorprender. Y lo cierto es que es muy fácil de cuidar. De hecho, hoy nos centramos en sus características y cuidados necesarios para que puedas disfrutar muchos años de la planta. ¿Empezamos?
Cómo es la Oxalis spiralis
La Oxalis spiralis es una planta perenne que no crece mucho. Normalmente, se queda en los quince centímetros de altura. Lo más característico de esta son sus hojas, que tienen forma de corazón y además con una tonalidad entre verde y rosa muy llamativo. Pero hay más.
Y es que estas hojas, que están formadas por tres lóbulos, tienen la curiosidad de que se basan en la luz. Verás, por la mañana, las hojas se abren. Pero, por la noche, te las encontrarás cerradas. De hecho, la primera vez que lo veas pensarás que se te ha marchitado sin saber por qué. Así que ya te avisamos que si te pasa eso lo mejor que puedes hacer es disfrutar porque es una planta con movimiento.
Por ejemplo, imagina que la tienes en una zona donde le da el sol a primera hora de la mañana. Pero, después, se queda en sombra y solo da la luz en una parte a la derecha. Pues bien, en cuestión de horas esta planta podría mover sus ramas y hojas hacia esa zona.
A pesar de que te hemos dicho que la Oxalis spiralis no es demasiado alta, lo cierto es que, en cuanto a volumen, sí que puede alcanzar los treinta centímetros. Es bastante frondosa y realmente es así como se ve hermosa.
Ahora bien, ¿florece? Sí, lo hace. Pero debemos advertirte de que esta planta no tiene unas flores muy bonitas que rivalicen con las hojas. Las flores son de color amarillo, aunque hay algunas variedades que las echan en rosa, blanco o morado. Todas ellas se componen de cinco pétalos en total.
Cuidados de la Oxalis spiralis
¿Te ha interesado la Oxalis spiralis? Después de ver sus características, es muy probable que te guste tenerla en casa. Y no es para menos (físicamente se ve aún más bonita). Pero, para tenerla con ese aspecto del primer día, y que además esté sana, es necesario tener en cuenta sus necesidades. Y es que, si bien no es una planta delicada, sí tiene algunos puntos a tener en cuenta. Te los contamos todos.
Ubicación y temperatura
De la Oxalis spiralis debes saber que es una planta más de exterior que de interior. Pero en realidad se puede tener en ambas localizaciones. En realidad, va a depender sobre todo de la temperatura.
Y es que la Oxalis spiralis necesita una temperatura ideal que esté entre los 15 y los 25 grados centígrados. Superior a estos puede agotar la planta y secarla; e inferior a los 15 dañaría las hojas, tallos y raíces por el frío.
Por eso, si donde vives puedes mantener una temperatura más o menos constante, puedes tenerla fuera de casa (si puedes protegerla, crear un ambiente ideal…). Pero si no es así, mejor dentro de casa y en una zona donde reciba mucha luz indirecta.
De hecho, si bien te hemos comentado que necesita luz indirecta, si puedes darle un poco de luz solar directa a primera hora de la mañana o a última de la tarde te lo agradecerá mucho.
Sustrato
La tierra para la Oxalis spiralis necesita que sea muy nutritiva y además con mucho drenaje. Esta planta es muy activa y por tanto demanda muchos nutrientes, de ahí que necesites que tenga una mezcla adecuada.
Pero, además, es una planta que requiere tener la tierra siempre húmeda (si se seca la planta puede secarse también muy rápido). Así que añade a la mezcla algo de hummus de lombriz o similar para que no tengas problema con ello.
Riego
Uno de los aspectos más importantes de la Oxalis spiralis es el riego. Tal y como te hemos dicho antes, es una planta que necesita que la tierra esté húmeda (que no encharcada). Por eso, conviene que la riegues en el momento en que veas que se le está secando la tierra.
Realmente, no hay una pauta de riego porque dependerá de dónde vivas, dónde la tengas, qué temperatura y estación haya…
Abonado
Otro de los aspectos importantes es la fertilización de la planta. Esta se debe realizar dos veces al mes durante la época de la primavera y el verano.
Incluso cuando la trasplantes, echarle un poco de abono orgánico no le vendrá nada mal.
Poda
Si bien la Oxalis spiralis no es una planta que debas podar, sí que conviene que la mantengas limpia de flores y hojas marchitas. Esto no solo ayudará a tener un mejor aspecto físico, sino que también conseguirás prevenir plagas y enfermedades.
Plagas y enfermedades
Hablando de estas, debemos decirte que la Oxalis spiralis es una planta algo delicada en este sentido.
Las plagas más comunes en esta planta son los ácaros y la mosca blanca. Estos aparecen si se descuida el mantenimiento y limpieza de la planta, razón por la que te enfrentarás a estas plagas.
Con respecto a las enfermedades, la más habitual tiene que ver con el exceso de agua. Pero también la falta de luz solar puede generar un problema serio en la planta.
Reproducción
Y llegamos al final, a la propagación de la Oxalis spiralis. Debes saber que esta tiene dos formas habituales de multiplicación:
A través de hijuelos de los bulbos: es decir, nuevos bulbos que salen de los primeros y que se pueden separar cortando con un cuchillo bien afilado y dejando unos días para que cicatricen las heridas antes de plantarlos de nuevo.
A través de esquejes: que puedes plantar directamente en el suelo y esperar a que se asiente y cree una nueva planta.
La Oxalis spiralis es una planta que queda preciosa tanto dentro de casa como también fuera. Su floración es bonita, pero sobre todo son sus hojas lo más especial de esta. ¿La tienes? ¿Algún consejo que pueda venir bien para que esté cuidada?