Pachypodium lamerei: cuidados

Pachypodium lamerei: cuidados

Si tienes una Pachypodium lamerei entonces eres afortunado porque es una de las plantas más valoradas y demandadas que hay. Pero seguro que también te has dado cuenta de que es una de las más «quisquillosas» y es posible que no conozcas de la Pachypodium lamerei los cuidados que precisa.

Por eso, en esta ocasión, nos hemos centrado en esta planta para que sepas qué necesita para ser feliz y de paso que te haga feliz a ti con su desarrollo. ¿Vamos a ello?

Cómo es la Pachypodium lamerei

Pachypodium lamerei hojas

Antes de nada, conozcamos un poquito la Pachypodium lamerei. También conocida como Palma de Madagascar, es una de las plantas más adoradas por muchos. Y si bien se dice que puede tenerse tanto por principiantes como por expertos, nosotros dudamos en el primer caso porque es bastante exigente y tienes que comprenderla bien para conseguir emular las condiciones de su hábitat natural, algo que no es fácil en algunos lugares.

Has de saber que es una planta suculenta (y no una palmera aunque físicamente la veas así), de tallo muy grueso que está cubierto con espinas (así que cuidado, que pincha). Crece muy lentamente, por eso suelen colocarse en el jardín en una zona que se sepa no vas a tocar en años, o bien en macetas. Sin embargo, crece fácilmente hasta los 3 metros de altura. Estas espinas no nacen porque sí. En realidad son porque en otra ocasión, en ese lugar, había hojas. Para que te hagas una idea, la planta va creciendo y echando hojas (solo en la parte superior). Conforme crece, las hojas se van cayendo y nacen otras nuevas más arriba. Pero en el lugar de esa hoja caída, nace una espina. ¿Qué te puede indicar? Pues que cuantas más espinas tenga a lo largo del tronco, más vieja es la planta.

En cuanto a sus hojas, estas son muy parecidas a las de la Adelfa y son verdes brillantes y algo carnosas.

Si tienes la suerte de que te florezca, te dará en verano unas pequeñas flores en la parte superior de la planta, bien rosas, bien blancas. A raíz de ellas llegará el fruto, que serán como pequeños plátanos.

Pachypodium lamerei: cuidados importantes

vista por arriba de la palma de madagascar

Ya conoces más la Pachypodium lamerei. Y ahora nos toca centrarnos en lo que son sus cuidados. Es importante tenerlos y seguirlos al pie de la letra porque, aunque es una suculenta y sabemos que estas son muy fáciles de cuidar, en el caso de la palma la cosa cambia un poco y es algo «tiquismiquis» a la hora de desarrollarse de manera adecuada.

Ubicación

Muchos dicen que es de interior. Otros de exterior. ¿Cuál la verdad? La Pachypodium lamerei es una planta de exterior. Y concretamente, a pleno sol. Le encanta la luz y necesita para desarrollarse de manera adecuada la luz. En caso contrario, las hojas se le caen y en muy poco tiempo se muere.

Así que si tienes una planta de estas dentro de casa sácala cuanto antes y ponla donde más cantidad de sol le dé.

Ahora bien, no es lo mismo tener un ejemplar adulto que una pequeña. Si mide menos de 40 centímetros, en lugar de ponerlo a pleno sol es mejor con luz indirecta porque así no se agotará demasiado y los rayos del sol no lo quemarán. En el momento en que supere los 40 cm ya sí podrás ponerlo directamente.

Temperatura

Por lo anterior, suponemos que te habrás dado cuenta de que la planta tolera muy bien las altas temperaturas. A decir verdad, entre los 20 y 30 grados sería su ideal, aunque puede aguantar bien hasta los 35-40.

Sin embargo, en el caso del frío, no es tan resistente. Por las noches, o en invierno, se mantendrá bien hasta los 5-10 grados, pero más bajo puede pasarlo mal.

Es por eso que muchos no la colocan directamente en el jardín sino que la tienen en maceta porque así en verano pueden sacarla fuera y despreocuparse y en invierno meterla en casa sin que haya problema.

Sustrato

Como toda suculenta, es necesario que tenga una tierra adaptada a cactus y suculentas. Y sobre todo, con un buen drenaje. Así que nuestra recomendación es que pongas la tierra y, si ves que no es lo bastante suelta, escojas también un buen drenaje como perlita, akadama incluso, o similar.

Riego

Ya sabes que las suculentas se caracterizan porque no necesitan mucha agua. Pero tampoco dejarla sin ella. Y en el caso de la Pachypodium lamerei es uno de los cuidados más importantes.

Para que te hagas una idea, en verano con dos veces a la semana es suficiente, y en invierno es mejor no regarla.

En cuanto a la cantidad de agua, te recomendamos que no sea demasiada. Lo suficiente para ver que se le empapa un poquito la tierra, pero no mucho más. Es mejor quedarte corto en el riego, que abusar del agua. Te lo agradecerá.

cuidados de la Pachypodium lamerei

Abonado

Antes te hemos dicho que crece muy lentamente, hasta el punto de que solo 30 cm aproximadamente al año. Así que si lo abonas, ayudarás a que crezca un poquito. ¿Cuándo? En primavera y verano. ¿Cada cuánto? Cada 15 días.

Usa un fertilizante que sea para cactus y crasas y mejor líquido para añadirlo al agua de riego.

Trasplante

Cuando veas que la planta empieza a sacar las raíces abundantemente por debajo de la maceta, habrá llegado la hora de trasplantarla a otra más grande. Pero aquí debes tener muchísimo cuidado porque el tronco pincha.

Así que ponte un buen traje y guantes resistentes para evitar que te haga daño y puedas manipularla lo mejor posible.

Plagas y enfermedades

Es una de las plantas más resistentes que hay y por eso no hay que reseñar en demasía sobre las plagas y enfermedades porque, en general, no le suelen afectar.

Así, la única que podría dañarla sería la cochinilla. De hecho, cuando una Pachypodium lamerei se ve enferma, es la primera plaga en la que se piensa.

Reproducción

La multiplicación de la Pachypodium lamerei se lleva a cabo a través de semillas. Estas deben estar 24 horas en el agua antes de ser plantadas y así se consigue que germinen en cuestión de días.

Con estos cuidados conseguirás que tu Pachypodium lamerei esté sana y bien. No te asustes si las hojas se le vuelven amarillas (si son las más bajas) o se le caen porque es normal en tu planta. De ahí saldrán espinas y mientras siga creciendo, irá todo bien.


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