Desde nuestra perspectiva, la gran mayoría de palmeras son plantas muy, muy grandes, y es que mientras que un humano medio mide alrededor de 1,70 metros de altura, son muchas las especies de la familia Arecaceae (la antigua Palmaceae) que superan con creces los diez metros.
Y claro, si te hablo de palmeras gigantes es probable que pienses que no podrás cultivarlas en tu jardín, y mucho menos en una maceta, ¿me equivoco? Bueno, no te falta razón, pero tengo buenas noticias para ti: las especies que te voy a mostrar verás que reúnen ciertas características, como un ritmo de crecimiento más bien lento y/o un tronco delgado. Así que podrás experimentar a gusto con ellas.
Índice
Bismarckia nobilis
Imagen – Wikimedia/Vengolis
La palmera de Bismarck, cuyo nombre científico es Bismarckia nobilis, es una de las especies gigantes más conocidas y cultivadas en el Viejo Continente. Es originaria de Madagascar, y posee un único tronco de hasta 35 centímetros de grosor. Puede alcanzar una altura de 10 a 20 metros, y sus hojas son verdaderamente grandes: ¡miden más de 3 metros de ancho!
Por fortuna, su crecimiento es bastante lento. Resiste hasta los -4ºC.
Borassus aethiopum
Imagen – Wikimedia/Bernard DUPONT from FRANCE
La palmera de abanico africana, cuyo nombre científico es Borassus aethiopum, es una planta originaria de Níger, Nigeria, Togo y Senegal en África. Alcanza una altura de 25 metros, con un tronco solitario que llega a medir hasta 1 metro de diámetro. Sus hojas son también grandes, de hasta 3 metros de ancho.
Su ritmo de crecimiento es lento de joven, pero a medida que va pasando el tiempo se acelera un poco. No resiste el frío ni las heladas; de hecho, la temperatura mínima anual no debería ser inferior a los 5ºC.
Brahea edulis
Imagen – Flickr/cultivar413
La palma de Guadalupe, cuyo nombre científico es Brahea edulis, es una especie endémica de la isla Guadalupe en México. Alcanza una altura máxima de 13 metros, con un tronco de unos 40 centímetros. Sus hojas tienen forma de abanico, y miden hasta 3,5 metros de diámetro.
Su crecimiento es medio-lento. Resiste bien el frío y las heladas débiles de hasta los -4ºC.
Caryota urens
Imagen – Wikimedia/Atamari
La palmera cola de pescado, cuyo nombre científico es Caryota urens, es una especie originaria desde la India hasta la Península Malaya que alcanza una altura de 15 a 20 metros, con un tronco cuyo grosor es de 25-40 centímetros. Sus hojas son bipinnadas, y miden hasta 5 metros de longitud.
Crece a un ritmo lento, especialmente de joven. Resiste heladas débiles de hasta los -1ºC.
Ceroxylon quindiuense
Imagen – Flickr/Dick Culbert
La palma de cera del Quindío, cuyo nombre científico es Ceroxylon quindiuense, es una especie que puede presumir de ser una de las más altas, por no decir la que más. Es nativa de los bosques montañosos húmedos andinos del Parque Nacional Natural Los Nevados (Colombia). Puede llegar a los 70 metros de altura, a pesar de tener un tronco cuyo grosor es de unos 35 centímetros. Este está coronado por hojas pinnadas que miden unos 2 metros de longitud.
Su crecimiento es lento, y resiste bien el frío y las heladas de hasta los -7ºC.
Phoenix canariensis
Imagen – Wikimedia/Donkey shot
La palmera canaria, cuyo nombre científico es Phoenix canariensis, es una especie endémica de las Islas Canarias. Alcanza una altura de 10 a 13 metros, con un tronco de hasta 1 metro de diámetro en su base. Este está coronado por hojas pinnadas, de hasta 7 metros de longitud.
El crecimiento es medio-rápido, y resiste heladas de hasta los -7ºC.
Raphia australis
Imagen – Wikimedia/Ton Rulkens from Mozambique
La Raphia australis es una palmera originaria de África tropical, en concreto vive al norte de KwaZulu-Natal y al sur de Mozambique. Crece hasta alcanzar los 16 metros de altura, con un tronco de unos 40-45 centímetros. Sus hojas son pinnadas y muy, muy largas: llegan a medir hasta 8 metros de largo.
Su crecimiento en climas cálidos y húmedos es más bien rápido, pudiendo crecer unos 20 centímetros/año. No resiste el frío ni las heladas.
Roystonea regia
Imagen – Flickr/Scott Zona
La palmera real cubana, cuyo nombre científico es Roystonea regia, es una palmera originaria de Cuba que puede alcanzar una altura máxima de 40 metros, aunque lo normal es que no supere los 25 metros. Su tronco es recto, y mide hasta 45 centímetros de grosor. Este está coronado por numerosas hojas pinnadas realmente largas, puesto que miden entre 6 y 8 metros de longitud.
Su ritmo de crecimiento es bastante rápido, siempre que el clima sea cálido. Puede tolerar el frío, pero las temperaturas bajo cero le perjudican. Solo resiste heladas de hasta los -1ºC si son puntuales y de muy corta duración.
Tahina spectabilis
Imagen – Flickr/Scott Zona
La Tahina spectabilis es una especie de palmera descubierta en el año 2007. Es endémica de Madagascar. Alcanza una altura de 18 metros, y su tronco está coronado por hojas en forma de abanico las cuales miden hasta 5 metros de diámetro. Su inflorescencia (grupo de flores) es también enorme: de alrededor de 4,5 metros de altura.
Es difícil encontrar semillas a la venta, ya que su población en su lugar de origen es muy pequeña, de apenas unos 90 ejemplares (año 2020). Por lo que el esfuerzo que se está haciendo es para protegerlas.
¿Cuál de estas palmeras gigantes te ha gustado más?
Sé el primero en comentar