Palmeras tropicales raras y bonitas

Las palmeras tropicales son raras

¿Qué tienen las palmeras que gustan tanto? La verdad es que no lo sé. Quizás su porte, su majestuosidad. Son plantas que parece que quieren tocar el cielo con sus hojas, ayudándose, en la gran mayoría de casos, de un solo tronco que no es un tronco verdadero ya que no tiene cámbium como sí tienen el de los árboles, por lo que se conoce como estipe. Algunas tienen tallos y/u hojas rojas, otras, aunque sean verdes son tan bonitas que es difícil olvidarlas, como la exótica palmera real cubana o nuestra querida palmera canaria.

Si queremos tener un jardín tropical, o decorar la vivienda con alguna de las especies de palmeras tropicales raras y bonitas, es importante primero conocerlas. Y es que hay más de 3000 especies, y la gran mayoría de ellas crece precisamente en las selvas cercanas al ecuador. Aquí te mostramos diez de las más fáciles de conseguir.

Areca (Dypsis lutescens)

La planta conocida por el nombre de areca es una palmera multicaule originaria de Madagascar. Crece hasta alcanzar una altura 3-4 metros, y cada tallo se engrosa unos 20 centímetros como máximo. Sus hojas son pinnadas, verdes y ligeramente arqueadas, especialmente de adulta. Es, con diferencia, la palmera tropical que más se tiene en jardines donde el clima es cálido, así como en los hogares.

Su ritmo de crecimiento es rápido cuando el clima acompaña, pero cuando no, es más bien medio/lento. Yo tengo tres: una en casa que crece incluso en invierno, y dos en el jardín que reposan hasta que llega la primavera. Mientras que la primera crece a un ritmo de 15-20 centímetros/año, las otras lo hacen a 5-10 centímetros/año. Lo bueno es que resisten el frío, pero no las heladas.

Arenga (Arenga engleri)

La arenga es una palmera multicaule

La arenga es una palmera multicaule originaria del sur de Japón y Taiwán, que crece hasta alcanzar los 5 metros de altura por más o menos lo mismo de ancho. Tiene hojas pinnadas de hasta 3 metros de largo, ligeramente curvadas, de color verde oscuro por el haz y plateado por el envés. Solo florece una vez en su vida, tras lo cual produce gran cantidad de semillas y después se muere.

Pero para que eso pase han de pasar muchos años antes. Y la arenga es una planta de crecimiento lento; de hecho, durante sus primeros años de vida suele sacar no más de 3 hojas por temporada. Es fácil de cuidar, siempre que se ponga en sombra si se va a tener en el jardín, o en una habitación en la que entre mucha luz. Resiste hasta los -4ºC.

Beccariophoenix alfredii

La Beccariophoenix alfredii es una palmera

Imagen – Wikimedia/Zeeth14

La Beccariophoenix alfredii es una especie originaria de Madagascar que se parece mucho a la palmera cocotera; de hecho, está emparentada con ella. Sin embargo, tolera el frío e incluso puede soportar heladas ocasionales de hasta los -2ºC, motivo por el cual pienso que se debería de cultivar más en aquellos lugares donde el invierno no es demasiado duro.

Alcanza los 15 metros de altura, y desarrolla un único estipe o pseudotronco de hasta 30 centímetros de grosor. Tiene una corona de hojas pinnadas, verdes, y de 2-3 metros de longitud. Es toda una joya que vive a pleno sol, y que es capaz de resistir los períodos breves de sequía si lleva más de un año plantada en el suelo.

Chamaedorea radicalis

La Chamaedorea radicalis es una planta verde

Imagen – Wikimedia/Danerikk

La Chamaedorea radicalis es pariente cercano de la Chamaedorea elegans. No solo comparten genes, sino que al igual que ella, es originaria de México, y desarrolla un estipe o pseudotronco muy delgado, de unos 3 centímetros de grosor. Eso sí, es un poco más alta: alcanza los 3-4 metros de altura, mientras que la C. elegans se queda en 2-3 metros. Sus hojas son pinnadas, verdes, y crecen hacia arriba, arqueándose un poco.

Es muy fácil de cuidar: solo has de ponerla en sombra, o en una habitación con luz si prefieres tenerla en casa, y regarla de vez en cuando. Resiste las heladas de hasta los -4ºC.

Palma de Fiji (Pritchardia pacifica)

La Palmera de Fiji es una planta tropical y rara

Imagen – Wikimedia/Kumar83

La palma de Fiji es una planta originaria de Tonga, aunque también crece en Fiyi. Alcanza una altura de 15 metros, y desarrolla un estipe delgado cuyo grosor es de 15-20 centímetros como máximo. Su corona está compuesta por hojas en forma de abanico, de color verde glauco, y de hasta 1 metro de diámetro.

Se trata de una palmera tropical rara, a la que le gusta el clima tropical húmedo y el sol. También es posible tenerla en maceta, aunque recomendamos plantarla en el suelo si en la zona no se registran heladas.

Palma de Navidad (Adonidia merrillii)

La Adonidia merrillii es una palmera tropical rara y bonita

Imagen – Wikimedia/Forest & Kim Starr

La palma o palmera de Navidad es nativa de Filipinas. Desarrolla un estipe o falso tronco de, tan solo, 15 centímetros de grosor por 10 metros de altura, coronado por hojas pinnadas que crecen arqueadas, una característica que le da un aspecto curioso. Se cultiva mucho en los países que gozan de un clima tropical húmedo: ya sea como ejemplar aislado, o en grupos o alineaciones. En las regiones templadas se puede convertir en una bonita, aunque exigente, planta de interior, no en vano precisa de luz y calor para crecer bien.

Eso sí, todo hay que decirlo: de todas las palmeras tropicales que se pueden conseguir con relativa facilidad en España, esta es una de las que mejor toleran el frío (5-10ºC), pero ojo, no las heladas.

Palmera cola de pez (Caryota mitis)

La palmera cola de pez, o palmera cola de pescado como también se llama a veces, es una planta multicaule, es decir, que desarrolla varios estipes o falsos troncos, originaria del sureste de Asia. Crece hasta los 12 metros de altura, y produce hojas bipinnadas cuyos folíolos o pinnas son de color verde oscuro.

Es una de las pocas palmeras monocárpicas, es decir, que solo florece una vez en su vida y después de haber producido semillas se morirá. Por suerte, si tiene varios tallos solo se secará el que haya florecido. Además, su crecimiento puede ser muy lento cuando se cultiva en lugares templados. Pero esto es una ventaja, ya que es posible tenerla en maceta durante muchos años. Además, resiste hasta los -1’5ºC siempre que sean heladas puntuales.

Palmera real cubana (Roystonea regia)

La Roystonea regia es una palmera de gran tamaño

Imagen – Flickr/Scott Zona

La palmera real cubana es una especie monocaule (de un solo estipe o pseudotronco) nativa de Cuba, pero también de Honduras, La Española, Belice, Islas Caimán, Florida y México. Alcanza una altura de hasta 25 metros, con un estipe o pseudotronco de 50 centímetros de diámetro. Las hojas son pinnadas y muy largas, dado que llegan a medir hasta 6 metros de longitud en su hábitat natural.

Es una planta que se suele cultivar, o bien como ejemplar aislado, o en alineaciones. Cuando disfruta de un clima cálido, sin heladas, crece a buen ritmo, pero cuando no, produce solo unas pocas hojas al año y apenas crece en altura. Ahora bien, puede soportar el frío e incluso heladas débiles y puntuales de hasta los -1.5ºC si está en una zona protegida.

Palmera roja (Cyrtostachys renda)

La Cyrtostachys renda es una palmera tropical

Imagen – Wikimedia/Moebiusuibeom-en

La palmera roja, o palmera de tallos rojos, es una especie originaria de Sumatra que desarrolla varios tallos/falsos troncos delgados y de color rojo. Tiene pocas hojas, pero las que tiene son más que suficientes para que cualquier jardín, patio o terraza se vea estupendo. También es posible cultivarla en interior, aunque es muy exigente, ya que necesita mucha luz indirecta, una humedad ambiental alta, y calor, con temperaturas de entre los 18 y los 30ºC.

Alcanza los 12 metros de altura, pero si se tiene en un recipiente se queda más pequeña. Así y todo, y como digo, se adapta bien a vivir en macetones, siempre y cuando se vaya plantando en uno más grande cada 3 o 4 años. Sus tallos son delgados, y al igual que todas las palmeras, desarrolla raíces adventicias, que no tienen fuerza para romper nada.

Palmera aceitera (Elaeis guineensis)

La palma aceitera es tropical

Imagen – Flickr/barloventomagico

Para muchos, la palmera aceitera es una planta non-grata. Motivos no les falta: es una de las que más se cultivan en terrenos deforestados, incluso se dice que es el nuevo »oro verde» de Asia. Donde antes había un exuberante bosque, ahora hay plantaciones de Elaeis guineensis. Pero desde mi punto de vista, es un error muy grave demonizar a las plantas por las (malas) acciones de los humanos. Y es que es una especie muy bonita, que queda muy bien en un jardín.

Es originaria de la África tropical. Llega a medir unos 20 metros de altura (en su hábitat natural alcanza los 40m), y sin embargo su estipe se mantiene delgado, de unos 30 centímetros de grosor. Sus hojas son pinnadas, de color verde, y miden hasta 3 metros de longitud. Eso sí, no le puede faltar luz ni calor: no le gusta nada el frío.

¿Cuál de estas palmeras tropicales raras y bonitas te ha gustado más?


Sé el primero en comentar

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

*

  1. Responsable de los datos: Miguel Ángel Gatón
  2. Finalidad de los datos: Controlar el SPAM, gestión de comentarios.
  3. Legitimación: Tu consentimiento
  4. Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
  5. Almacenamiento de los datos: Base de datos alojada en Occentus Networks (UE)
  6. Derechos: En cualquier momento puedes limitar, recuperar y borrar tu información.