Las suculentas son plantas que cautivan a millones de personas en todo el mundo. Hay tantas especies diferentes, a cada cual más interesante, que es difícil no caer en la tentación de tener algunas de ellas en el jardín … o en casa siempre que disponga de mucha luz. Quien dice »algunas» puede decir »una colección completa». Sí, lo cierto es que no son pocos los que acaban teniendo una colección de cactus y crasas de más de cien ejemplares.
El bajo precio y, sobretodo, su bajo mantenimiento hacen de estas plantas una opción ideal para aquellos que deseen iniciarse en el mundo del cuidado de las plantas, o bien quieran tener unas con las cuales poder disfrutar durante muchos años.
La palabra suculenta engloba todas aquellas plantas, principalmente originarias de climas áridos, que tengan o no espinas cuyas reservas de agua se encuentran o bien en el propio cuerpo de la planta como en el caso de los cactus, o bien en las hojas como en el caso de las crasas. Hay otro tipo de plantas que es frecuente que el aficionado confunda con las crasas, y son las llamadas plantas caudiciformes las cuales crecen como arbustos o arbolitos, y tienen un tronco grueso debido a que es ahí donde guardan el agua.
Necesitan cuidados realmente sencillos y fáciles de proporcionar: utilizaremos un sustrato que facilite el drenaje del agua, lo mantendremos a pleno sol, y regaremos cada vez que veamos que la tierra está seca. Si vivimos en un clima frío con heladas y con riesgo de que caiga nieve, los protegeremos en el interior del hogar o en un invernadero.
En el jardín lucirán espectaculares en rocallas. También se pueden plantar varias juntas en una misma maceta, creando así composiciones muy decorativas, tanto que seguro que tus visitas no dejarán de echarles un vistazo.