¿Has oído hablar alguna vez de la Perovskia atriplicifolia? Quizá, si te damos el nombre de Salvia rusa, esta planta te suene un poco más pero, ¿cómo es? ¿Qué características tiene?
A continuación vamos a darte un guía para que sepas cómo es la Perovskia atriplicifolia, sus cuidados y otros datos que debes conocer de ella.
Características de la Perovskia atriplicifolia
De la Perovskia atriplicifolia debes saber que otro de los nombres por el que se la conoce, quizá mucho mejor, es la de Salvia Rusa. Se trata de un arbusto de hoja perenne originaria de Asia.
Físicamente, el arbusto tiene unos tallos muy largos y leñosos. Estos crecen siempre en vertical y pueden alcanzar fácilmente el metro y medio. Después, florecen, con unas flores violetas muy llamativas, siempre de dos en dos, alternadas en su posición. En cuanto a las hojas, estas son algo pegajosas y aromáticas, de un color verde grisáceo, y con forma de rombo largo.
La planta en sí puede alcanzar fácilmente el metro de diámetro. Y lo hace en muy poco tiempo ya que es de crecimiento muy rápido.
La Perovskia atriplicifolia florece desde mediados de verano hasta principios del invierno, es decir, hablamos básicamente de julio a noviembre, e incluso diciembre.
Cuidados de la Perovskia atriplicifolia
A pesar de que la Perovskia atriplicifolia se puede considerar una planta «de campo», lo cierto es que se puede cultivar en casa y tenerla, ya sea en el jardín, o bien en una maceta. Pero, para ello, es importante saber cuáles van a ser las necesidades que hay que cumplir para que tenga buena salud.
Entre ellas, las más importantes son las siguientes:
Ubicación
La Salvia rusa es una planta que va a necesitar que la pongas siempre en semisombra si vives en un clima cálido, o en pleno sol si el clima es más frío. De hecho, hay que tener cuidado con las heladas ya que no le vienen nada bien a esta planta.
Algunos consideran que es mejor tenerla al sol, o al menos con una gran cantidad de luz porque eso fomenta una mayor floración; pero, como te decimos, va a depender del tipo de clima que tengas. Por ejemplo, si es el mediterráneo, estaría mejor en semisombra porque, de lo contrario, se acabaría quemando, sobre todo la parte de los troncos.
Temperatura
Hablando de la temperatura, la Perovskia atriplicifolia resiste bien las altas temperaturas, pero no así con las bajas. Hay que protegerla cuando el termómetro baja demasiado o hay riesgo de heladas.
En general, hablamos de que aguantaría temperaturas bajas de hasta -10, -5 grados mientras que, por el otro lado, podría soportar más allá de los 40 grados.
Tierra
En cuanto al sustrato que necesita la Salvia rusa debes saber que no tolera demasiado bien los suelos pesados. A cambio, un suelo que tenga un buen drenaje será perfecto para ayudarle a que no se retenga demasiada agua.
Es importante esto puesto que la planta no tolera demasiado el agua y prefiere un suelo seco a uno húmedo.
Riego
En base a lo que te hemos contado antes, sabrás que la Perovskia atriplicifolia no es una planta que necesite un riego abundante, más bien al contrario. Lo mejor es regarla muy poco.
Solo en los ejemplares jóvenes o los recién trasplantados van a necesitar un mayor riego, así como los que tengas en maceta.
¿Y de cuánto estamos hablando? Pues hablamos de 1 vez a la semana en verano y 1 vez al mes en invierno. Por supuesto, esto habrá que variarlo según el clima en el que se esté ya que si es más cálido o frío afectará en una mayor cantidad de riego o en una menor (ten en cuenta que tolera mejor la sequía que el encharcamiento).
Abono
Esta planta, como te hemos comentado antes, es más silvestre, lo que hace que no necesite de abono para florecer ni para aumentar la calidad de vida.
Eso sí, hay que controlar el tipo de tierra que tiene y también los trasplantes, sobre todo en el caso de tenerla en una maceta.
Poda
En cuanto a la poda, hay dos formas de hacerla. Hay quienes prefieren al inicio del invierno, recortar los tallos y podarla de manera completa. Sin embargo, otros dicen de esperar al mes de marzo para hacerlo, de tal forma que se puedan evitar las heladas del invierno y que estas afecten negativamente a la salud de la planta.
Sea como sea, debes tener en cuenta que la planta ha de quedar a una altura de entre 20 y 30 centímetros para que favorezcan la aparición de brotes y que la floración sea mucho más abundante.
Plagas y enfermedades
La Salvia rusa es una planta que resiste a muchas de las plagas y enfermedades habituales en los jardines o en macetas, por lo que, en un principio, no deberías preocuparte por este problema.
Realmente los mayores problemas que puedes tener con la Salvia rusa es el exceso de agua ya que este puede provocar la aparición de hongos o que esta se pudra. Si eso pasa, la solución que puedes darle para intentar salvarla es sacarla de la maceta o del lugar en que estuviera plantada para retirarle lo más posible la tierra húmeda, echar algún fungicida para prevenir problemas y volver a plantarla en un sustrato seco. Y observarla por si hay algún síntoma que haga que se ha enfermado o tiene plagas.
Multiplicación
La multiplicación de la Perovskia atriplicifolia es bastante fácil de conseguir. Para ello, puedes utilizar tanto semillas como esquejes.
Si es por esquejes, estos se consiguen de la poda de otoño o de primavera y siempre de tallos jóvenes a que son más fáciles para que puedan echar raíces.
Para ello, hay que plantarlos con un enraizamiento en una zona sombreada y mantener la tierra húmeda (al contrario que en un ejemplar adulto).
Después de lo que has visto, verás que la Perovskia atriplicifolia es una de las plantas más fáciles de cuidar por lo que es ideal para principiantes o para aquellos olvidadizos del riego. Adornara la casa y ese color lavanda de sus flores hará que sea una decoración muy bonita tanto en el jardín como dentro de una habitación. ¿Has tenido alguna vez Salvia rusa? ¿Qué experiencia tienes con ella?