Phytophthora ramorum

El Phytopthora ramorum es un patógeno peligroso para las plantas

Imagen – Flickr/R6, State & Private Forestry, Forest Health ProtectionSe

Desde el primer segundo de vida las plantas tienen que ingeniárselas para sobrevivir a múltiples insectos y microorganismos deseosos de alimentarse de ellas, independientemente de si forman parte de una selva o de un jardín. De todos los enemigos que pueden tener las especies leñosas y en particular los árboles, el más peligroso es el oomiceto Phytophthora ramorum.

Pero, ¿por qué tenemos que preocuparnos? Porque es el patógeno que estaba detrás de la muerte de numerosos robles de la especie Lithocarpus densiflorus en la California de 1995. Además, afecta a otras especies que se cultivan mucho en las regiones templadas, como es el caso del Acer palmatum, conocido como arce japonés.

¿Qué es y cuáles son sus características?

La muerte repentina del roble es una enfermedad

Imagen – Flickr/R6, State & Private Forestry, Forest Health Protection

El Phytopthora ramorum es un oomiceto parásito que causa lo que se conoce como muerte repentina del roble, si bien afecta a muchas otras especies de plantas como más abajo veremos. Se presenta en forma de micelio, provocando síntomas y daños que a menudo resultan fatales para las plantas afectadas.

Debido a ello, la Unión Europea lleva desde el 2002 intentando evitar que se disperse, pero lamentablemente sus esfuerzos no están dando los resultados esperados. Ese mismo año se detectó por primera vez en la isla de Mallorca (Baleares, España), y más adelante también se hizo en puntos de la península ibérica (Badajoz, Asturias, Galicia). Además, está presente en muchos otros países de Europa, entre ellos Alemania, Francia, Italia y Suecia; y no podemos olvidarnos de Estados Unidos, donde causa estragos en California y Oregon.

¿Cómo se transmite?

A los oomicetos del género Phytopthora les gustan los medios en los que la humedad se mantiene alta, ya sea el sustrato de una planta que se cultiva en maceta, o la tierra en la que crezca en el jardín. Esta humedad puede ser excesiva cuando se riega mucho o tras una lluvia abundante, pero también cuando esa tierra o sustrato es muy compacta, ya que a estos les cuesta más tanto absorber la humedad como perderla.

Pero si a eso le sumamos el estrés que pueda estar sufriendo la planta, sea por exceso de agua, por altas temperaturas, una poda inadecuada, o por un trasplante hecho en una época que no es la correcta (recordemos que los trasplantes se hacen a finales del invierno, o bien entrada la primavera si son plantas de origen tropical, como las que se cultivan a menudo interior), podemos estar seguros de que van a hacer lo posible para infectarla, y el P. ramorum lo hará entrando por las raíces o una herida de poda.

¿A qué especies afecta?

Los árboles mueren con phytopthora ramorum

Imagen – Wikimedia/Joseph O’Brien, USDA Forest Service

Según un portal del Reino Unido, se estima que más de 150 especies de plantas son víctimas del Phytopthora ramorum, entre ellas:

  • Abies grandis (abeto grande)
  • Abies procera
  • Acer palmatum (arce japonés)
  • Aesculus hippocastanum (castaño de Indias)
  • Arbutus (madroño)
  • Camellia
  • Castanea sativa (castaño)
  • Fagus sylvatica (haya)
  • Larix kaempferi (alerce)
  • Lonicera (madreselva)
  • Magnolia
  • Picea sitchensis (abeto de Sitka)
  • Pieris
  • Pseudotsuga menziesii (abeto de Douglas)
  • Todos los robles del género Quercus, en especial Quercus robur, Quercus ilex, Quercus petraea, Quercus cerris y Quercus rubra
  • Viburnum

¿Cuáles son los síntomas y daños que causa?

Estos:

  • Chancros en el tronco
  • Necrosis del tallo
  • Manchas oscuras (o negras, dependiendo de la planta) en hojas
  • Caída prematura de las hojas
  • Y finalmente la muerte

¿En qué consiste el tratamiento?

La Pieris japonica es un arbusto susceptible al phytopthora

Imagen – Wikimedia/Karel Černý

Por un lado, hay que cortar las partes afectadas y, a ser posible quemarlas o echarlas a la basura (al ser un oomiceto patógeno y muy contagioso entre plantas, las partes eliminadas NO se deben echar al compost ni al suelo del jardín). Si son plantas que están en macetas, se procederá a llevarlas a una zona lejos de las otras, para minimizar el riesgo de contagio.

Además, hay que tratarlas con fungicidas. Sí, hemos dicho que no son hongos, pero los tratamientos fúngicos también son válidos para los oomicetos. En concreto, para el Phytopthora ramorum se utiliza el Fosetil-Al (Aliette) que puedes comprar aquí, aunque hay que tener presente que la enfermedad no se va a eliminar del todo, por lo que hay que realizar tratamientos varias veces al año.

Otra de las cosas que se han de hacer es asegurarse de que el drenaje de la tierra y de la maceta es bueno, y tomar medidas si no lo es. Por ejemplo, si al regar o llover se forman charcos en la tierra que tardan horas o incluso días en desaparecer, es necesario instalar tuberías de drenaje, hacer pendientes o poner alcantarillados para que el exceso de agua pueda seguir su camino sin poner en peligro a las plantas.

Si están en macetas, es crucial que estas tengan agujeros en su base. Asimismo, el sustrato a utilizar tiene que ser ligero, y absorber y filtrar rápido el agua.

¿Se puede evitar?

Realmente no, del todo no. Pero lo que sí es posible es reducir el riesgo de infección, empezando por comprar plantas sanas, y pasando por mantenerlas bien cuidadas. Esto significa que en caso de tenerlas en recipientes hay que proporcionarles un sustrato que sea nuevo (es decir, que no se haya utilizado antes), una maceta limpia y desinfectada, y además hay que ubicarlas en un lugar donde vayan a estar bien, teniendo en cuenta sus necesidades de luz.

En el caso de que se tengan en el suelo, lo más recomendable es realizar tratamientos de desinfección antes de plantarlas. Un método natural y efectivo es el de la solarización, el cual consiste en cubrir el suelo con plástico de polietileno transparente, preferentemente en verano, después de haber pasado el motocultor y de haber roto los terrones que puedan haberse formado, y de nivelar luego el suelo. Pasada la estación, se quita el plástico y se procede a plantar.

Pero aparte de eso, es importante también asegurarse de que las plantas adquiridas están sanas, sin manchas ni plagas, y de que se conocen sus necesidades para darles los cuidados que requieren.

Fuentes

  • Sanidad forestal de las Islas Baleares. Web.
  • Forest Research (UK). Web.

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