Picea pungens

Vista de un grupo de Picea pungens

Imagen – Wikimedia/Crusier

Las coníferas son árboles de gran valor ornamental, pero hay algunas que son más bonitas que otras. La Picea pungens es, probablemente, una de las más interesantes. Tiene un porte y una elegancia que pocas veces se ve en una planta, y además su mantenimiento no es muy complicado.

Al tener hojas perennes de color verde o verde azulado es un árbol que siempre se verá espectacular en un jardín, pero eso sí, para que así sea te vamos a ofrecer una serie de consejos para que te sea más fácil tenerla sana.

Origen y características

La Picea pungens es una conífera muy decorativa

Imagen – Wikimedia/Sten Porse

Nuestro protagonista es una conífera originaria de las Montañas Rocosas de los Estados Unidos cuyo nombre científico es Picea pungens. Popularmente se le conoce como pícea de Colorado o pícea azul. Alcanza una altura de 35 metros, con un tronco recto de corteza marrón-grisácea. Las acículas (hojas) son punzantes, se disponen en forma de cepillo y deprenden un aroma al frotarlas.

Los conos son colgantes, oblongo-cilíndricos, de 6-10cm de largo, y de color marrón claro al madurar. Las escamas tienen el borde superior redondeado.

¿Cuáles son sus cuidados?

Si quieres tener un ejemplar, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:

Clima

Cuando vamos a comprar una planta es importante que antes de nada sepamos en qué clima puede vivir, ya que así nos evitaremos gastar dinero en vano. En el caso de la Picea pungens, hemos dicho que su hábitat es montañoso, de modo que podemos deducir que vive en zonas donde el clima es templado-frío.

Por lo tanto, para disfrutar de su belleza debemos vivir en una zona cuyo rango de temperatura se sitúe entre los 25-30ºC de máxima y los -18 o -20ºC de mínima.

Ubicación

Las coníferas son plantas que suelen necesitar mucho espacio para poder desarrollarse, no solo por la altura que llegan a alcanzar sino también por su sistema radicular. Teniendo esto en cuenta, la plantaremos a una distancia de unos diez metros -como mínimo- de paredes, suelos pavimentados, etc. De esta manera, nos evitaremos problemas. Ha de estar en semisombra.

Tierra

Crece en suelos ricos y frescos, con buen drenaje. Por sus características no se puede tener en maceta durante mucho tiempo.

Riego

Picea pungens, una conífera de lento crecimiento

Imagen – Wikimedia/Agnieszka Kwiecień

La frecuencia de riego va a variar mucho dependiendo de la estación del año: mientras que en verano habrá que regar más seguido, el resto del año no será necesario darle agua tan seguido ya que la tierra se mantendrá húmeda por más tiempo. Así que, ¿cuándo regar a la Picea pungens?

Bueno, lo recomendable sería unas 3-4 veces por semana en verano y una o dos veces por semana el resto del año, pero debemos estar pendientes de las previsiones meteorológicas ya que, por ejemplo, si se esperan lluvias tendremos que esperar unos días antes de volver a darle agua 🙂 .

En caso de duda, comprobaremos la humedad de la tierra escarbando unos diez centímetros (más o menos) junto a la planta. Si a esa profundidad notamos que está más fresca y húmeda, no regaremos.

Abonado

En primavera y sobretodo en verano es muy aconsejable que lo abonemos una vez al mes con abonos orgánicos y ecológicos, como estiércol de animales herbívoros, abono verde, cáscaras de huevo y de plátano,… entre otros que puedes ver aquí. Echaremos una capa de unos cinco centímetros de grosor alrededor la Picea pungens, la mezclaremos un poco con la superficie de la tierra, y luego damos un buen riego.

Multiplicación

Se multiplica únicamente por semillas en otoño, puesto que necesita pasar frío antes de germinar. Si el clima es el idóneo, bastará con sembrarlas en macetas con sustrato de cultivo universal, regar, y dejar que la naturaleza siga su curso; en caso contrario tendremos que hacer lo siguiente:

  1. Primero, rellenaremos un tupperware de plástico transparente que tenga tapa con vermiculita previamente humedecida.
  2. Luego, sembramos las semillas dentro de él, y las cubrimos con una capa de vermiculita.
  3. A continuación, espolvoreamos con cobre o azufre la superficie de la vermiculita y pulverizamos un poco con agua.
  4. El siguiente paso es tapar el tupperware e introducirlo en la nevera (donde la leche, embutidos, etc.).
  5. Una vez a la semana y durante tres meses, lo sacaremos y le quitaremos la tapa unos minutos para que se renueve el aire y así evitar la aparición de hongos.
  6. Pasados los 90 días, sembraremos las semillas en macetas con sustrato de cultivo universal, en semisombra. Hay que procurar no ponerlas muy juntas ni tampoco amontonadas, puesto que de germinar puede que no sobreviviesen todas.

Así, germinarán a lo largo de la primavera.

Plagas y enfermedades

Es muy resistente; ahora bien, si se riega en exceso puede verse atacado por hongos oportunistas. De ser así, los síntomas son:

  • Amarilleamiento y posterior amarronamiento de las acículas (hojas).
  • Ralentización del crecimiento.
  • Aparición de moho blanco o grisáceo en tronco y/o follaje.

No existe un tratamiento que sea realmente eficaz. Lo único que sí sirve es controlar mucho los riegos, y hacer tratamientos preventivos una vez al mes o cada dos meses con fungicida.

Rusticidad

Resiste heladas fuertes de hasta los -20ºC.

Las hojas del Picea pungens son verdosas o azuladas

Imagen – Flickr/F. D. Richards

¿Qué te ha parecido la Picea pungens?


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