En distintas ciudades se han activado protocolos para contener al picudo rojo de las palmeras, una plaga que causa daños severos y puede comprometer ejemplares singulares en parques y paseos. Coincidiendo con el pico de vuelos en octubre y noviembre, técnicos municipales y regionales refuerzan inspecciones, tratamientos y, cuando no hay más remedio, retiradas de árboles afectados.
La respuesta institucional combina endoterapia, liberación de nematodos y duchas fitosanitarias, además de campañas de vigilancia y avisos a la ciudadanía. En paralelo, Uruguay confirma presencia y adopta medidas contundentes, mientras que Argentina mantiene la plaga como ausente y extrema la prevención tras sospechas con resultado negativo en Entre Ríos.
Temporada de vuelo y señales en las copas
Entre octubre y noviembre las hembras abandonan palmeras agotadas y colonizan otras, repitiendo el ciclo biológico. En esta fase, las infestaciones se hacen más visibles: hojas con tono pardo, la copa aplanada en lugar del porte redondeado habitual y un deterioro que puede avanzar con rapidez si no se actúa.
Conviene diferenciar el picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus) del picudo negro. El primero, de coloración marrón anaranjada con brillo y pico alargado, actúa en grupo y provoca daños rápidos y severos. El segundo, más oscuro y de pico corto, es solitario y suele afectar palmeras en floración con una evolución más gradual.

Santander intensifica tratamientos en los Jardines de Piquío
Tras la detección de la plaga en noviembre de 2022, el Ayuntamiento de Santander ha sometido todas las palmeras de titularidad pública a un programa riguroso de tratamientos. Los trabajos comenzaron en 2023 y se han mantenido sin interrupción con diferentes técnicas de control.
En enero de 2025 se completó la sexta aplicación de nematodos, y en abril se llevó a cabo la segunda ronda de endoterapia, inyectando productos fitosanitarios en el sistema vascular del árbol. En el ejemplar más afectado de los Jardines de Piquío se añadió un procedimiento intensivo tipo “ducha” directamente sobre la corona para frenar el avance.
Además del calendario habitual, el 25 de septiembre se aplicó una cura específica en esta palmera y en otros ejemplares con mayor riesgo potencial, con el objetivo de proteger el patrimonio vegetal de la ciudad frente a una plaga que ha golpeado especialmente a la cornisa cantábrica.
Llucmajor activa vigilancia y tratamiento en s’Arenal
El Ajuntament de Llucmajor ha detectado dos palmeras afectadas en la zona de la playa de s’Arenal y ha puesto en marcha una campaña de seguimiento y control. Los ejemplares han sido señalizados y balizados para garantizar la seguridad y permitir que los tratamientos actúen con eficacia.
Los técnicos confirman que esas palmeras no suponen peligro para los usuarios y son recuperables gracias a la detección temprana. Desde el área de Medio Ambiente se mantiene una red de vigilancia permanente, con especial atención a zonas costeras y parques públicos, para evitar nuevos focos y salvaguardar el arbolado urbano.
Uruguay: hallazgos en Maldonado y retirada de ejemplares en San José
En Piriápolis, una vecina encontró un ejemplar vivo de picudo rojo en la vía pública y avisó a las autoridades, que evaluarán la palmera de su jardín. Días antes, personal de mantenimiento había detectado otro individuo en el parque La Cascada. La plaga, introducida en 2022, se ha consolidado en varios departamentos (entre ellos Maldonado, Montevideo, Canelones, San José y otros), y el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca solicita reportar detecciones fuera de esas zonas a los canales oficiales.
El departamento de Maldonado ha destinado más de 600.000 dólares para afrontar la emergencia, con colocación de trampas, la intervención de un millar de palmeras mediante licitación abreviada y la prohibición del movimiento e ingreso de palmeras para limitar la propagación del insecto.
En San José de Mayo comenzó la extracción de 10 palmeras en el bulevar Aparicio Saravia, junto a la Escuela n.º 53 y el Liceo n.º 3, por riesgo asociado al debilitamiento estructural. Para garantizar la seguridad se aplicaron cambios temporales de tráfico y desvíos de líneas de ómnibus hacia Ruta 3 por calles como Espínola, Vidal, Rivera, Massini, Soriano y Saravia, además de la reubicación provisional de paradas en puntos cercanos.
Argentina: sospechas en Entre Ríos con resultado negativo y alerta activa
El SENASA intervino ante una denuncia en la ciudad de Federación (Entre Ríos), donde dos Phoenix canariensis de unos 20 años presentaban síntomas compatibles. Tras muestreos y análisis de laboratorio, se descartó la presencia de la plaga, reforzando la necesidad de sostener la vigilancia preventiva en un país donde el picudo rojo es, por ahora, plaga ausente.
Los equipos técnicos geolocalizaron el sitio, registraron datos de contacto y comunicaron el resultado a la denunciante. El organismo recuerda que diferenciar el picudo rojo del picudo negro es clave para activar alertas: el primero muestra pico largo y conducta gregaria; el segundo, de color oscuro y cuerpo robusto, actúa en solitario.
La notificación de sospechas es obligatoria y puede realizarse en oficinas locales del SENASA, mediante el Sistema Nacional Argentino de Vigilancia y Monitoreo de Plagas (Sinavimo), por correo a dief@senasa.gob.ar o WhatsApp 11-3585-9810.
Métodos de control y señales de alerta a pie de calle
La combinación de endoterapia (inyecciones al sistema vascular), nematodos (control biológico) y duchas fitosanitarias sobre la corona forma parte de los protocolos intensivos aplicados por los servicios municipales, junto a trampas de monitoreo y balizamiento de zonas sensibles.
Para la ciudadanía, los indicios más comunes son la decaída y coloración parda de hojas, la copa aplanada y ruidos o serrín en la base de hojas o en el cogollo. Ante cualquier sospecha, lo prudente es avisar de inmediato a los canales oficiales antes de realizar podas o traslados que puedan favorecer la dispersión del insecto.
La coordinación entre administraciones y vecinos, junto con tratamientos continuados y detección temprana, está resultando decisiva para contener los focos, reducir riesgos en vías públicas y preservar palmeras emblemáticas en paseos marítimos y parques urbanos.