El mundo de las suculentas es muy amplio y diverso. Este tipo de plantas se ha vuelto muy popular porque son muy bonitas e increíblemente fáciles de mantener. Por este motivo no es de extrañar que cada vez sean más las personas que opten por cultivar estos precioso vegetales para embellecer su hogar. No obstante, como existen tantas especies diferentes, no está de más conocerlas de antemano para saber cuáles son los cuidados específicos. Hoy os vamos a presentar un cactus muy popular llamado Pilosocereus pachycladus.
Si queréis saber más acerca de este vegetal, os recomiendo que sigáis leyendo. En este artículo explicaremos qué es el Pilosocereus pachycladus, cómo es su aspecto y cuáles son los cuidados que requiere. ¡Espero que esta información os resulte interesante! Y quién sabe, quizá incluso o animéis a adquirir uno para decorar vuestro hogar. Sin lugar a dudas, sería una opción excelente.
¿Qué es Pilosocereus pachycladus?
Cuando hablamos de Pilosocereus pachycladus, nos referimos a una especie de cactus que forma parte de la familia Cactaceae. Es una planta endémica de Brasil, pero que a día de hoy podemos encontrar en todo el mundo. Fue descrita por primera en el año 1979 por Friedrich Ritter, un geólogo y botánico alemán, quien la publicó en su libro «Kakteen in Südamerika» (título alemán que se traduce como «Cactus en Sudamérica»).
Su nombre genérico, Pilosocereus, proviene del término griego «pilosus«, que significa básicamente «peludo», en combinación con la palabra «Cereus«, que es un género perteneciente a las cactáceas. Por lo tanto se podría decir que se trata de un Cereus peludo. La segunda palabra que compone el nombre de este cactus, pachycladus, proviene del latín y quiere decir «con ramas gruesas». Como podéis ver, el nombre de esta planta describe bastante bien su aspecto: Cereus peludo con ramas gruesas.
Como ya hemos mencionado anteriormente, este cactus proviene de Brasil, donde podemos encontrarlo de forma natural sobre todo en los estados de Alagoas, Pernambuco, Paraíba, Río Grande do Norte, Ceará, Minas Gerais, Piauí y Bahía. Normalmente crece a alturas de entre 50 y 1550 metros. Podemos encontrar esta especie de suculenta en afloramientos de cuarcita que se ubican en el centro y sur de caatinga. También es frecuente en los matorrales de los campos rupestres, en pedregales y en sustratos rocosos y arenosos. Si tenéis la posibilidad de visitar esas regiones y queréis conocer la flora, es muy recomendable pasar por áreas protegidas, como por ejemplo el Parque Estadual Morro de Chapéu o el Parque nacional Chapada Diamantina, donde existen muchos ejemplares de Pilosocereus pachycladus.
Descripción
Aunque su nombre ya explica bastante bien cómo es este cactus físicamente, vamos a comentar más en detalle cómo es su aspecto. En su estado silvestre, suele crecer en forma de árbol, llegando a alcanzar una altura de entre dos y diez metros. Los tallos de Pilosocereus pachycladus se desarrollan verticalmente y son lisos, con un color gris o azul, pero siempre con un tono verdoso. Suelen tener un diámetro de entre cinco y once centímetros. Cabe señalar que este cactus posee normalmente entre cinco y diecinueve costillas ranuradas de forma transversal, cerca de las puntas donde se ubican los brotes.
En cuanto a las espinas, el rasgo más distintivo de los cactus, éstas son inicialmente amarillas, pero se tornan translúcidas y canosas con el paso del tiempo. Por lo general, Pilosocereus pachycladus posee entre una y doce espinas centrales ascendentes que suelen tener una longitud de entre uno y treinta milímetros. Respecto a las espinas radiales, normalmente son entre ocho y dieciocho con una longitud de entre cinco y quince milímetros.
Cercana a la parte superior se encuentra la floración de los brotes, que es muy fácil de distinguir e incluye diversas costillas. Las flores de este cactus pueden ser muy variables. Su longitud oscila normalmente entre los cuatro y los siete centímetros, mientras que su diámetro varía entre los dos y los cuatro centímetros y medio. También posee unos frutos muy curiosos. Normalmente son esféricos y llegan a desgarrarse en el lateral. En su interior se encuentra una pulpa de color magenta.
Cuidados de Pilosocereus pachycladus
Ahora que ya sabemos más acerca de Pilosocereus pachycladus, veamos cuáles son los cuidados que requiere. Ya veréis que es muy sencilla de mantener, convirtiéndola en una especie ideal para personas con poco tiempo y que se están iniciando en la jardinería.
- Riego: Puesto que se trata de un cactus, cabe esperar que tolera muy bien la sequía. Hay que regar un poco cuando la tierra esté totalmente seca. Durante el período de crecimiento (primavera, verano y otoño), lo más recomendable es regar una o dos veces a la semana. En invierno sólo debemos evitar que la tierra se seque del todo.
- Luz: Como buena suculenta, es amante del sol. Para su correcto desarrollo y crecimiento es fundamental que reciba mucha luz solar directa. Ahora bien, es recomendable protegerla un poco del sol durante períodos prolongados en pleno verano para evitar que la planta se dañe.
- Temperatura: Puesto que es un vegetal que crece en regiones semidesérticas, tropicales y subtropicales, no es de extrañar que requiera temperaturas algo elevadas, oscilando idóneamente entre los 20 y los 35 grados centígrados. Cuando la temperatura supera los 35 grados o desciende de los 10 grados, el crecimiento de Pilosocereus pachycladus se ralentiza, llegando incluso a iniciar un período de latencia.
- Suelo: En cuanto al suelo, lo mejor es que sea fértil, con buen drenaje y rico en grava. El pH debe encontrarse entre seis y siete.
- Fertilizante: Durante el período de crecimiento, es aconsejable fertilizar una vez al mes. Durante la siembra, lo mejor es que sea de nitrógeno, mientras que el fertilizante rico en potasio y fosfato es la mejor opción antes y después de la floración.
- Poda: En principio no es necesario podar esta planta, a no ser que queramos controlar su tamaño. Lo que sí es importante es retirar ramas y flores marchitas para que no malgaste nutrientes y crezca de forma óptima.