Pino enano (Pinus pumila)

Imagen – Wikimedia/F. D. Richards
Cuando hablamos de pinos solemos imaginarnos árboles bastante altos, demasiado para poder tenerlos en un jardín pequeño, pero lo cierto es que si buscamos una especie que no crezca tanto podremos hacernos con un Pinus pumila, que se conoce precisamente como pino enano.
Es una planta de lento crecimiento, que no crece mucho y que además es muy fácil de cuidar. Es más: es tan adaptable que se puede tener incluso en maceta 😉 . Descúbrelo.
Origen y características
Nuestro protagonista es un árbol originario del norte de Japón, concretamente de las montañas, cuyo nombre científico es Pinus pumila. Crece hasta alcanzar una altura de 1 a 3 metros, aunque a veces puede llegar a los 5m. Las acículas (hojas) son perennes, miden de 4 a 6cm de largo, y forman grupos de 5. Las piñas miden entre 2,5 a 4,5cm.
Se suele hibridar con Pinus parviflora, dando lugar al Pinus x hakkodensis, el cual es un árbol que llega a alcanzar los 8-10 metros.
¿Cuáles son sus cuidados?

Imagen – Flickr/Tatters
Si quieres tener un ejemplar, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:
- Ubicación: el pino enano ha de estar en el exterior, a pleno sol o en semisombra.
- Tierra:
- Maceta: sustrato de cultivo universal mezclado con un 30% de perlita.
- Jardín: crece en todo tipo de suelos, pero prefiere los que son ligeramente ácidos (pH 6 a 7).
- Riego: 3-4 veces por semana en verano, algo menos el resto del año.
- Abonado: en primavera y verano, con abonos ecológicos una vez al mes.
- Multiplicación: por semillas en otoño (necesitan pasar frío antes de germinar).
- Poda: no es necesaria. Solo se han de quitar las ramas secas, enfermas o débiles a finales de invierno.
- Rusticidad: resiste hasta los -17ºC.
¿Qué te ha parecido el pino enano? ¿No crees que es una planta muy bonita para tener en un jardín, o en una terraza? 🙂