Los insectos cumplen una importante función en el medio ambiente, pero no podemos negar que no nos gusta verlos alrededor de nuestras plantas, porque sabemos que algunos de ellos pueden poner en peligro su salud. Si quieres disfrutar de unas plantas sanas y fuertes, es importante que conozcas las plagas frecuentes en plantas de interior y qué se puede hacer frente a ellas.
Aunque lo mejor es prevenir, no siempre llegamos a tiempo de evitar la infección y, en este caso, debemos tomar medidas lo antes posible para que los insectos no acaben con la planta que están atacando.
Ácaro araña o araña roja
Este insecto de apenas 0,5 mm de longitud es bastante frecuente en las plantas de interior, y resulta muy difícil de localizar debido a que tiene un tamaño diminuto. Los que sí resultan bien visibles son los daños que causa en la planta si no le ponemos remedio a su actuación lo antes posible.
Lo que hace la araña roja es alimentarse de la savia de las hojas, lo que debilita la planta. Si las hojas están moteadas, amarillentas o bronceadas y hay telarañas finas en el envés de las hojas, lo más probable es que esta araña esté haciendo de las suyas con tus plantas.
Prevención frente al ácaro araña
A este insecto le gustan los ambientes secos. De hecho, puede ser víctima de los hongos patógenos que se desarrollan en ambientes húmedos, por lo que busca hábitats que sean todo lo contrario: cuanto más secos, mejor.
Una buena forma de evitar su acción es que mantengas un cierto nivel de humedad alrededor de tus plantas y una buena ventilación entre ellas.
Si ya están presentes en tus plantas, prueba a lavar las hojas con agua jabonosa y luego aclarar, prestando especial atención al envés. También puedes recurrir a los insecticidas químicos o a los orgánicos, como el aceite de neem.
Mosquitos del hongo
Entre las plagas frecuentes en plantas de interior están las de mosquitos del hongo o moscas de los hongos. Los ejemplares adultos no dañan directamente la planta, pero sus larvas se alimentan de la materia orgánica en descomposición que hay en el suelo y pueden llegar a atacar a las plantas jóvenes, causando un debilitamiento patente que se muestra a través de síntomas como las hojas amarillentas o marchitas.
Si hay moscas adultas volando cerca de la superficie del suelo de tus plantas, puedes dar por seguro que las larvas están en la tierra. Las identificarás por su color blanco transparente y su cabeza negra.
Prevención frente al mosquito del hongo
Si los ácaros araña prefieren los espacios secos, con estos insectos pasa todo lo contrario. Estos mosquitos se desarrollan más en un ambiente húmedo y, por eso, vamos a asegurarnos de que las macetas drenan bien el agua sobrante del riego y de que esta no queda acumulada en los platillos.
Cuando la plaga ya ha comenzado, podemos tomar medidas como colocar cerca de la planta una pequeña cantidad de vinagre de manzana con unas gotas de jabón para platos. Esto atrae a los ejemplares adultos y acaba con ellos.
Para eliminar las larvas se pueden emplear insecticidas biológicos aptos para insectos de suelo.
Cochinilla, protagonista en las plagas frecuentes en plantas de interior
Todo aquel que ha tenido una planta de interior ha enfrentado en algún momento una plaga de cochinilla. Un pequeño insecto blanquecino que se caracteriza por tener una capa peluda que le protege frente a las altas temperaturas, lo que hace que sea más activo durante la primavera y el verano.
La cochinilla algodonosa se alimenta de la savia de las plantas, lo que provoca el amarillamiento de las hojas, su aspecto marchito y que en la superficie de las mismas apareza una sustancia pegajosa (melaza) que promueve el crecimiento de hongos negros.
Prevención frente a la cochinilla
A este insecto le encantan los lugares secos y húmedos, así que vamos a procurar no crear las condiciones óptimas para que se desarrolle una plaga. Lo que necesitamos es asegurar una buena circulación de aire alrededor de las plantas y controlar la humedad.
Si detectas cochinillas y no son muchas, las puedes eliminar con un bastoncillo de algodón empapado en alcohol isopropílico. En caso de que haya bastantes, lo más adecuado es aplicar una solución de agua jabonosa sobre las plantas, para acabar tanto con la cochinilla como con la melaza que deja en las hojas.
También puedes valorar otras alternativas como introducir depredadores naturales como las mariquitas o recurrir a insecticidas.
Escala
La cochinilla de la escala o escama es un insecto capaz de causar graves daños en nuestras plantas si no lo controlamos adecuadamente.
Mide entre uno y cinco mm de longitud y se caracteriza por tener una cubierta o cáscara protectora que puede ser dura o cerosa y suave. Su hábitat lo componen las hojas, los tallos y las ramas de las plantas, y se suelen “esconder” en las axilas y el envés de las hojas.
Se encargan de chupar la savia de las plantas, y su acción la podemos apreciar porque las hojas se ponen amarillentas y se caen. Además, como la cochinilla blanca, también dejan restos de melaza en los que pueden crecer hongos.
Prevención frente a la escala
Estos insectos se desarrollan mejor en ambientes cálidos y secos, así que lo mejor para evitar las plagas es que haya una buena ventilación alrededor de las plantas y aplicar un poco de agua con un nebulizador para aumentar ligeramente la humedad.
Si has detectado una plaga, puedes eliminar los insectos de forma manual o aplicar solución jabonosa en todas las hojas. Como en el caso anterior, también puedes recurrir a las mariquitas como depredadores naturales o usar productos comerciales específicamente desarrollados para acabar con la escala.
Las plagas frecuentes en plantas de interior pueden matar nuestras plantas si no nos damos cuenta a tiempo de la presencia de los insectos. Por eso, lo mejor es aplicar una buena prevención qué, en la mayoría de los casos, pasa por dejar que el aire circule entre las plantas (no poniéndolas demasiado juntas) y mantener el nivel justo de humedad. En tu caso, ¿qué plaga es la que te ha generado más problemas y cómo acabaste con ella?