El ciprés es un árbol muy apreciado dentro del mundo del paisajismo, porque tiene un porte elegante y resulta ser bastante resistente. Sin embargo, como todas las especies, es especialmente sensible frente a determinadas infestaciones de insectos e infecciones por parte de hongos y bacterias. Por eso, vamos a repasar las plagas y enfermedades del ciprés.
Porque queremos que estés al tanto de todo aquello que puede afectar a su salud. Para que sepas reconocer los síntomas de que algo va mal y puedas tomar medidas lo antes posible para evitar males mayores.
Plagas que afectan al ciprés
Los insectos cumplen una importante misión para contribuir a la biodiversidad y el mantenimiento de los ecosistemas, pero cuando se convierten en una plaga, pueden poner en peligro la salud (y hasta la vida) de árboles y plantas.
Las plagas y enfermedades del ciprés dependen de las condiciones específicas al que esté expuestas el árbol y de la climatología, pero estas son las más habituales:
Pulgones
Estos pequeños insectos apenas son visibles, pero tienen un hambre voraz y se alimentan de la savia de las hojas de los árboles. Además, les encantan los brotes y ramas tiernas del ciprés.
Aunque lo habitual es que sean de color verde, también hay algunas variedades de color negro o marrón. Se agrupan en grandes colonias, y es entonces cuando podemos ser conscientes de su presencia.
Si notas que tu ciprés tiene las hojas amarillas, o que estas han empezado a enrollarse sobre sí mismas, revísalas bien, porque es posible que encuentres a miles de pulgones haciendo de las suyas.
Otros síntomas de una infestación por pulgones son que el árbol deja de crecer o presenta un aspecto general más débil de lo normal.
Escama
Las plagas de escama son especialmente complicadas de combatir, porque estos insectos se adhieren con fuerza al tronco y las cortezas de los árboles para chupar su savia.
Pertenecen a la familia de los cocoideos, dentro de la que podemos encontrar una gran variedad. Además, se diferencian según sean “duros” o “blandos”. Los insectos escama duros tienen una cubierta rígida, mientras que los blandos presentan una cubierta cerosa y suave. Pero, con independencia de qué tipo de insecto escama se trate, lo cierto es que tienen la capacidad de causar graves daños en los árboles.
Aunque las escamas prefieren los árboles frutales, tampoco pierden la oportunidad si pueden infectar un ciprés.
Son difíciles de detectar a simple vista, porque su color marrón o negro los hace pasar desapercibidos. Pero un ciprés afectado por una plaga de este tipo empieza a dar muestras de debilitamiento, se le amarillean las hojas y hay una caída prematura de las mismas.
Orugas
La oruga es la larva de la polilla, y se caracteriza por ser un insecto muy voraz al que le encantan los brotes tiernos del ciprés. Echando un vistazo a las hojas ya podemos saber si el árbol está infectado, porque sus hojas presentan mordidas o agujeros.
Cuando la presencia de orugas llega al nivel de ser una plaga, se produce la defoliación del árbol (pérdida de hojas), su crecimiento se ralentiza, y es posible que presente un aspecto débil.
¿Cómo actuar frente a las plagas y cómo prevenirlas?
Lo ideal en estos casos casos es tomar estas medidas:
- Introducir enemigos naturales. Atraer hacia el árbol insectos depredadores que se alimentan de los insectos que pueden infestar el ciprés. Por ejemplo, las arañas y las mariquitas.
- Monitorización regular. No hay mejor forma de evitar las plagas que monitorizar regularmente el árbol en busca de signos de infestación.
- Fomentar la salud del árbol. Un riego adecuado y una buena cantidad de nutrientes son la mejor manera de conseguir que el árbol sea fuerte y esté protegido frente a infestaciones.
- Tratamientos químicos. Es posible aplicar tratamientos preventivos y también tratamientos proactivos si ya hay una plaga. Debe tratarse siempre de insecticidas específicos utilizados según las indicaciones del fabricante.
- Poda. Eliminar las partes del árbol más afectadas es muy útil para controlar la propagación de la plaga.
Enfermedades del ciprés
Hongos, bacterias y virus son los principales responsables de algunas de las enfermedades más habituales del ciprés.
Cancro del ciprés
Es una enfermedad fúngica en la que los hongos se manifiestan en forma de manchas oscuras que pueden estar hinchadas, y aparecen tanto en el tronco como en las ramas. A medida que la enfermedad progresa, puede causar la muerte del tejido afectado.
Además de las manchas, otros síntomas de que este hongo está afectando al ciprés son el debilitamiento del árbol, la reducción de su crecimiento y la muerte de las ramas.
Fitoftora
Esta enfermedad fúngica llega al árbol a través de sus raíces. El hongo está en el suelo e infecta sus raíces.
Entre sus síntomas más evidentes podemos apreciar que las hojas empiezan a tornarse amarillentas y se caen de forma prematura. Además, aparecen manchas oscuras tanto en el tronco como en las raíces. El estado de salud del árbol se vuelve más delicado a nivel general, y es posible que algunas de sus ramas mueran.
Citolina del ciprés
Es otra enfermedad causada por un hongo, y cursa con síntomas muy similares a las anteriores. Para identificarla tenemos que buscar manchas oscuras en las hojas y en las ramas, en las que también apreciamos defoliación y marchitamiento.
¿Cómo tratar y prevenir las enfermedades del ciprés?
Si el árbol ya ha sido infectado, nos puede ayudar aplicar un tratamiento específico. Por eso, es importante saber si lo que está afectándole es un hongo, un virus o una bacteria.
Para la prevención, lo ideal es:
- Mejorar el drenaje del suelo. La humedad es un caldo de cultivo para los hongos, así que el árbol estará más protegido si su suelo se seca rápidamente y no acumula agua.
- Evitar lesiones mecánicas. Procura no dañar al árbol con herramientas, porque estas “heridas” son un punto de entrada para los patógenos. Si tienes que podar, recuerda desinfectar las herramientas tanto antes como después de hacer el trabajo.
- Monitoreo regular. Como en el caso de las plagas, la mejor prevención es hacer una revisión periódica del estado del árbol para comprobar que todo está en orden.
No podemos librarnos de las plagas y enfermedades del ciprés, pero sí podemos prevenirlas y actuar rápidamente en caso de que lleguen a producirse.