¿Por qué mi planta tiene las hojas amarillas?

No hay nada como tener una planta sana, con unas hojas del color que toca, ¿verdad? Sin embargo, a veces pueden surgir problemas que harán que ya no se vea igual. Uno de los síntomas más comunes que puede tener es el amarilleamiento de sus partes foliares. ¿Qué hacer en estos casos?

Lo primero es encontrar la causa. Hay varios motivos por los cuales las plantas pueden tener las hojas amarillas y no todos se solucionan del mismo modo. Así pues, vamos a ver por qué las hojas han empezado a cambiar de color y qué se puede hacer para solucionarlo.

¿Por qué se ponen amarillas las hojas de las plantas?

Hay varias causas por las cuales las hojas pueden amarillear, y la mayoría requiere tomar medidas para corregirlas. Para que te sea fácil identificarlas y ponerles remedio, te hablaremos de todas ellas:

Falta de algún mineral

Cuando la planta no encuentra todos los minerales que necesita, enseguida verás que sus hojas empiezan a amarillear de modo que los nervios pueden pasar a ser muy visibles como puedes ver en la imagen superior. Normalmente, suele ser por falta de hierro o de magnesio. ¿Cómo diferenciarlo?

• Falta de hierro: se manifiesta primero en las hojas jóvenes. Se vuelven amarillas, excepto los nervios que permanecen verdes.
  Se soluciona y previene dándole a la planta quelatos de hierro regularmente.
• Falta de magnesio: las primeras hojas en amarillear son las más viejas, empezando entre los nervios y los bordes.
  Se soluciona abonando con abonos ricos en magnesio con regularidad.

Ha pasado frío

Aunque compres una planta que puede vivir sin problemas en tu zona, a veces puede ocurrir que tras terminar el invierno le aparezcan manchas amarillas en sus hojas, sobretodo si en el vivero la tenían dentro de un invernadero o un poco protegida. Por ejemplo, esto le pasó a una de mis Cycas el primer año que estuvo en el suelo: estaba preciosa en verano, pero con la llegada del mal tiempo empezó a tener muchas manchitas amarillas en las hojas.

En estos casos, es mejor no hacer nada. Con la llegada de la primavera sacará hojas nuevas y sanas. Otra cosa sería que la planta fuese sensible a las bajas temperaturas, en este caso sí tendríamos que protegerla o bien en interior o bien con una tela antiheladas.

Exposición a las corrientes de aire

Si tienes una planta en interior, como una costilla de Adán o monstera, en una zona de paso o en una habitación en la que hay corrientes de aire, puede suceder que las puntas de sus hojas se vuelvan amarillas. En casos graves, se podría llegar a secar toda la hoja afectada.

Para evitarlo, es importante no poner plantas en zonas de paso, y protegerlas de las corrientes de aire generadas por el aire acondicionado, así como de las que provengan del exterior.

Problemas de riego

El riego es una de las principales causas por las que las plantas pueden tener las hojas amarillas. Pero, ¿cómo saber si es por escasez de agua o por el contrario por exceso?

Falta de agua

Es fácil de detectar ya que si vemos que las hojas se arrugan o que amarillean, que la planta se ve como triste, y que los capullos florales -si los tiene- se caen o se secan, significa que no hemos regado lo suficiente.

Pero no debemos de preocuparnos, no en exceso, ya que es relativamente sencillo recuperar una planta que ha pasado sed: tan sólo hay que meter la maceta dentro de un barreño o cubo con agua, y esperar a que la tierra se humedezca. Si es una planta de jardín, bastará con regarla hasta que el suelo se encharque.

Exceso de agua

El exceso de riego es uno de los problemas más frecuentes cuando se cultivan plantas en maceta, siendo uno de los síntomas más característicos el amarilleamiento de las hojas inferiores, aunque no es el único: si el sustrato se vuelve verdoso, las hojas jóvenes se tornan marrones, y no se observa crecimiento alguno, es muy probable que hayamos regado en exceso.

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¿Cuáles son los síntomas de exceso de riego?

Recuperarla será difícil, pero si no es grave se puede hacer lo siguiente:

1. Primero, se extrae de la maceta con cuidado de no romper el cepellón de raíces.
2. A continuación, se envuelve en varias capas con papel absorbente.
3. Ahora, se coloca en una habitación en la que entre mucha luz natural pero no directa durante 24 horas.
4. Al día siguiente, se planta en la maceta de nuevo.
5. Pasados 3-4 días, se riega.

Eso sí, para evitar que vuelva a suceder es importante que se mejore el drenaje del sustrato (encontrarás más información aquí), y se controlen los riegos.

Está otoñando

Si es otoño y tienes árboles de hoja caduca que empiezan a volverse de color amarillo es porque están otoñando, es decir, a medida que las plantas se preparan para superar de la mejor manera posible el invierno, las hojas van produciendo cada vez menos clorofila.

Así, cuando la producción de clorofila se detiene emergen los carotenoides, los cuales son necesarios para transferir la energía de la luz del sol, y son los que les dan a las hojas ese precioso color amarillo.

¿Existen plantas con hojas amarillas?

El amarillo no se ve mucho en las hojas (sanas); sin embargo, sí que podemos encontrar plantas con hojas variegadas (es decir, verdes y amarillas), o de un verde muy claro, en cuyo caso se les suele poner ‘aureum’ o ‘golden’. Por ejemplo, aquí tienes varias:

Acer shirasawanum cv Aureum

El Acer shirasawanum cv Aurem es un arbusto o arbolillo caducifolio de poca altura, que alcanza los 5 metros como máximo. Tiene hojas palmadas, de color verde claro durante la primavera y el verano, rojas-rosas en otoño. Necesita sombra y un clima templado-frío, con un grado alto de humedad en el ambiente.

Epipremnum aureum

Seguramente lo conozcas por el nombre de potos. Es una enredadera de hoja perenne que tiene hojas acorazonadas, de color verde y amarillo (son variegadas). Llega a medir unos 20 metros de altura si tiene soporte, y aunque no produce flores vistosas, ella por sí sola es muy decorativa. Además, se adapta muy bien a vivir en interiores.

Heucherella ‘Golden Zebra’

La heucherella ‘Golden Zebra’ es un cultivar que tiene las hojas verde-amarillentas, excepto los nervios principales que se ven rojos. Es una hierba perenne que vive varios años, y que alcanza una altura de unos 30 centímetros. Es importante que se cultive en el exterior, en una zona con mucha luz pero no sol directo.

Raphis excelsa f variegata

A veces, muy pocas, algunas palmeras desarrollan hojas variegadas. Tal es el caso de la Raphis excelsa, una planta multicaule, esto es, que produce varios tallos o falso troncos los cuales miden unos tres-cinco centímetros de grosor como máximo. Sus hojas tienen forma de abanico, y en la forma variegata son verdes y amarillas. Su altura máxima es de 3 metros, de modo que es posible tenerla en maceta grande. Eso sí, no resiste el frío ni tampoco le gusta el sol directo.

Espero que te haya sido de utilidad y puedas identificar el problema de tu planta.