El Gobierno del Estado de Puebla ha puesto en marcha la siembra de 50 mil pinos en el Parque Nacional La Malinche, una intervención forestal diseñada para reforzar la cobertura arbolada, asegurar la función del bosque como fuente de agua y oxígeno y atajar la presión del insecto descortezador en la zona.
Esta actuación se ejecuta de forma conjunta con la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), autoridades municipales y la asociación de mujeres ambientalistas Artemali Ocoxal, y se enmarca en el Plan de Saneamiento Forestal de La Malinche y el Plan de Reforestación 2025.
Un operativo coordinado para recuperar el bosque
La Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial, encabezada por Rebeca Bañuelos Guadarrama, ha detallado que la intervención combina reforestación y control sanitario, con patrullajes y visitas de seguimiento continuas para detectar a tiempo cualquier foco de afectación.
Aunque los descortezadores forman parte del equilibrio natural al eliminar árboles debilitados, su expansión descontrolada puede comprometer ejemplares sanos y convertirse en plaga. Por ello, el operativo prioriza la detección temprana y medidas correctivas rápidas para proteger la masa arbolada.
La coordinación entre instancias estatales, federales y municipales permite alinear recursos técnicos y humanos, mientras que la participación de la sociedad civil, a través de Artemali Ocoxal, refuerza la vigilancia comunitaria y las acciones de sensibilización ambiental.
Control del insecto descortezador con base científica
Las tareas de prevención, combate y control se realizan conforme a la NOM-019-SEMARNAT-2017, que marca los criterios técnicos para gestionar brotes de insectos descortezadores. La aplicación y supervisión recaen en CONAFOR, garantizando procedimientos homologados y trazabilidad de las intervenciones.
Entre las acciones contempladas figuran inspecciones sistemáticas, saneamiento de material afectado y medidas de bioseguridad para evitar la dispersión del insecto, todo ello alineado a los lineamientos técnicos que exige la normativa vigente.
Reforestación: 50 mil nuevos pinos para un ecosistema resiliente
La plantación de nuevos pinos persigue fortalecer la estructura del bosque y su capacidad de respuesta ante perturbaciones. Con más cobertura y diversidad estructural, La Malinche avanza hacia un bosque más saludable y resiliente, clave para el ciclo hidrológico y la calidad del aire.
Además de incrementar la masa arbolada, la reforestación contribuye a estabilizar suelos y a crear condiciones favorables para la fauna, generando beneficios ambientales que alcanzan a las familias poblanas y a quienes visitan el parque.
Participación social y educación ambiental
El componente social es esencial: la asociación Artemali Ocoxal impulsa actividades de sensibilización y promueve buenas prácticas de visita y cuidado del entorno. Esta implicación ciudadana refuerza la eficacia del operativo institucional y suma vigilancia en el territorio.
Con el apoyo de autoridades municipales, se difunden recomendaciones para prevenir riesgos y se facilita información sobre el estado del bosque, elevando la conciencia ambiental y el cumplimiento de las normas dentro del área protegida.
Seguimiento y próximos pasos
Las labores no se quedan en la plantación: se han programado recorridos de observación permanentes para evaluar el prendimiento de los pinos, verificar la sanidad forestal y ajustar las medidas de control ante cualquier repunte del descortezador.
En conjunto, el Gobierno estatal, CONAFOR y CONANP mantendrán la coordinación técnica dentro del Plan de Saneamiento Forestal y del Plan de Reforestación 2025, con el objetivo de consolidar la recuperación de La Malinche y garantizar mejores condiciones ambientales a medio y largo plazo.
Con esta intervención que combina reforestación y control sanitario, las instituciones y la comunidad local avanzan en la recuperación de La Malinche: se refuerza la cobertura arbolada, se acota la presión del descortezador y se protege un patrimonio natural clave para el agua, el aire y el bienestar de la población.