
Introducción a las belleza botánica de las Islas Canarias
Las Islas Canarias son un auténtico paraíso botánico que destaca por su extraordinaria biodiversidad y su elevada tasa de endemismos. El impresionante paisaje de este archipiélago, situado en mitad del océano Atlántico, es el resultado de millones de años de evolución aislada, una orografía volcánica única y una variedad de microclimas que alternan desde ambientes áridos, costas, pinares, bosques de laurisilva y suelos volcánicos. Todo esto convierte a Canarias en uno de los territorios más destacados del mundo en cuanto a flora exclusiva.
En este recorrido integral vamos a descubrir las plantas canarias más bonitas, ejemplares únicos que llenan de color, texturas y formas inigualables los parques nacionales, reservas de la biosfera y hasta jardines urbanos de las islas. También conocerás su importancia ecológica, su simbolismo para la cultura local y la relevancia de preservar este patrimonio vegetal de valor incalculable.
La biodiversidad y zonas de vegetación en Canarias
La riqueza vegetal canaria se distribuye a lo largo de distintos pisos de vegetación que varían en función de la altitud, la orientación y la acción de los vientos alisios. De este modo, las islas presentan:
- Zonas costeras y semidesérticas con especies adaptadas a la salinidad y escasez de agua.
- Bosques de laurisilva, herencia de la era terciaria, donde sobreviven especies relictas que desaparecieron del continente hace miles de años.
- Pinares de pino canario, clave en la retención de agua y la prevención de la erosión.
- Zonas de montaña supraforestal, donde florecen auténticas joyas endémicas que han evolucionado aisladas en las cumbres.
Cada isla tiene características propias, y gracias a la microfragmentación de sus ecosistemas se han originado ultralocalismos: plantas que solo se encuentran en una zona o barranco concreto.

¿Qué es una planta endémica y cuál es su importancia?
Se considera especie endémica a toda aquella que existe de forma natural únicamente en una región geográfica determinada. Canarias atesora más de 600 especies endémicas de plantas superiores (vasculares), muchas de las cuales solo crecen en un único barranco, risco o isla. Este tesoro se debe al aislamiento geográfico, la evolución divergente y la ausencia de grandes mamíferos herbívoros hasta la llegada de los seres humanos.
Proteger estas plantas es fundamental porque no existen en ninguna otra parte del planeta, y una vez perdidas, su extinción es irreversible. Además, muchas de ellas son auténticos símbolos identitarios para los canarios y piezas clave para el equilibrio de los ecosistemas insulares.
Listado de las plantas canarias más bonitas y emblemáticas
El listado que aquí te ofrecemos es fruto de un minucioso análisis y la integración de información contrastada de los principales recursos científicos, bases de datos botánicas especializadas y los artículos de referencia en el Internet hispanohablante. Ofrecemos tanto las especies más bellas y simbólicas, incluyendo flores, árboles, arbustos, suculentas y ejemplos de la vegetación ornamental más apreciada.
1. Drago (Dracaena draco)
El drago canario es uno de los árboles más emblemáticos y antiguos del archipiélago. Su silueta recuerda a una sombrilla con ramas retorcidas y copa densa. Destaca por su savia de color rojo, conocida como la sangre de drago, que desde tiempos antiguos se ha utilizado con fines medicinales y mágicos.
En el municipio de Icod de los Vinos (Tenerife) se conserva un drago milenario, uno de los ejemplares más longevos del mundo. El drago es símbolo de Tenerife y se ha convertido en icono del patrimonio natural canario.
2. Tajinaste rojo (Echium wildpretii)
El tajinaste rojo es una espectacular planta bienal con una inflorescencia piramidal que puede alcanzar hasta 3 metros de altura, cubierta de miles de flores rojizas. Florece por unas pocas semanas en primavera, especialmente en el Parque Nacional del Teide y en la isla de La Palma.
Es uno de los paisajes más fotografiados por su colorido y por la increíble concentración de polinizadores que atrae. Existen otras variedades de tajinaste, algunas con flores azules (Echium decaisnei) o blancas, todas igual de llamativas y únicas.
3. Violeta del Teide (Viola cheiranthifolia)
Considerada la flor más alta de España, la violeta del Teide crece cerca del cráter del volcán, por encima de los 2.500 metros de altitud, en condiciones extremas de sequedad, frío y radiación. Sus delicados pétalos morados y la gran resistencia que demuestra la convierten en símbolo de la supervivencia vegetal en entornos hostiles.
4. Cardón canario (Euphorbia canariensis)
El cardón es una espectacular suculenta ramificada, de tallos carnosos con cuatro costillas y espinas. Forma grandes agrupaciones que pueden alcanzar varios metros de altura y es la planta símbolo de Gran Canaria. Sirve de refugio y alimento para numerosas aves e insectos, y su forma recuerda a los candelabros de cactus del continente americano.
5. Retama del Teide (Spartocytisus supranubius)
La retama del Teide es una de las plantas más abundantes en las laderas volcánicas de Tenerife. Forma arbustos densos, de hasta 2 metros de altura, con ramas grisáceas y flores blancas y fragantes que cubren el paisaje en primavera. Es clave para la fijación de nitrógeno en suelos volcánicos jóvenes.
6. Bejeque (Aeonium spp.)
El género Aeonium agrupa numerosas especies de suculentas exclusivas del archipiélago. Conocidas localmente como bejeques, presentan rosetas carnosas de hojas verdes, rojizas o plateadas, y espectaculares inflorescencias de diminutas flores amarillas, rosas o blancas. Se encuentran en riscos, malpaíses y jardines gracias a su extraordinaria belleza ornamental y resistencia.
7. Laurisilva canaria y sus joyas botánicas
La laurisilva es un bosque de hoja perenne y ambiente húmedo, herencia ecológica única de la era terciaria. Es hogar de especies relictas como el laurel (Laurus novocanariensis), el til (Ocotea foetens), el acebiño (Ilex canariensis), el viñátigo (Persea indica) y multitud de helechos arborescentes y musgos. Estos bosques envuelven los valles más frescos y lluviosos de La Gomera, Tenerife y La Palma.
8. Tabaiba (Euphorbia balsamifera y Euphorbia lamarckii)
Las tabaibas son suculentas lechosas de gran porte, clave en las zonas áridas y costeras. Presentan flores discretas, pero son fundamentales como refugio de fauna y protección de suelos. Dotan al paisaje canario de un carácter singular.
9. Flor de mayo (Pericallis hadrosoma y Pericallis webbii)
La flor de mayo es un endemismo con flores grandes de tonos violetas, rosas o púrpuras. Suelen florecer en primavera, cubriendo los riscos y paredes inaccesibles de la isla de Gran Canaria y Tenerife con esferas de flores muy atractivas para la fauna local.
10. Guaidil (Convolvulus floridus)
El guaidil es un arbusto endémico de Canarias de porte erecto, característico por sus hojas lineares y flores blancas agrupadas en panículas. Es símbolo de la vegetación de medianías y barrancos pedregosos, y su floración es una de las más vistosas en primavera.
11. Madroño canario (Arbutus canariensis)
Este árbol destaca por su corteza rojiza y bayas comestibles de sabor suave. El madroño canario es raro y está protegido, crece principalmente en zonas de monteverde y es muy valorado por su valor ornamental y su papel ecológico en la regeneración de bosques insulares.
12. Granadillo (Hypericum canariense)
El granadillo es un arbusto leñoso, muy ramificado y de vistosas flores amarillas. Florece principalmente en los entornos húmedos de barrancos y es un endemismo frecuente en varias de las islas.
13. Canarina (Canarina canariensis)
La canarina o bicácaro es una enredadera perenne con espectaculares flores de color naranja, en forma de campana colgante. Crece en clareos de laurisilva y es uno de los endemismos más exóticos y apreciados por naturalistas y jardineros.
14. Drago de Gran Canaria (Dracaena tamaranae)
Una rara especie de drago propia de los riscos más inaccesibles del sur de Gran Canaria, de copa menos densa y ramificación diferente al drago de Tenerife. Un verdadero fósil viviente de la evolución macaronésica.
15. Piña de mar (Atractylis preauxiana)
Especie desaparecida en estado silvestre en varias islas y considerada extinta en la naturaleza en algunas localizaciones. Formaba parte de los acantilados secos y apenas subsisten ejemplares en jardines botánicos para su conservación.
16. Cedro canario (Juniperus cedrus)
Árbol relíctico y sagrado en la cultura aborigen, el cedro canario sobrevive en cumbres y riscos volcánicos. Con su silueta escultórica de ramas retorcidas y aroma intenso, es símbolo de la resistencia vegetal en el archipiélago.
17. Tajinaste azul (Echium decaisnei y Echium virescens)
Existen diversas especies de tajinastes con flores azules intensas, muy llamativos y frecuentes en zonas de medianías y laderas pedregosas. Los tallos densos de flores azules atraen abejas, mariposas y colibríes autóctonos.
18. Orquídea de Tenerife (Dactylorhiza viridis y Gennaria diphylla)
Las islas acogen orquídeas endémicas de pequeño tamaño y floración sutil, símbolo de la riqueza botánica escondida en los húmedos barrancos y pinares.
19. Salvia canaria (Salvia canariensis)
Entre las aromáticas, la salvia canaria destaca por su porte, la tonalidad de sus hojas y las inflorescencias violetas. Se utiliza en jardines de bajo mantenimiento por su resistencia y valor ecológico.
20. Palmera canaria (Phoenix canariensis)
La icónica palmera canaria es una de las especies más reconocibles del archipiélago y principal elemento de los espacios paisajísticos y jardines urbanos de todo el mundo.
21. Cardoncillo (Ceropegia spp.)
Pequeñas suculentas trepadoras de extraordinarias flores con forma tubular y colores que van del verde al púrpura. Son joyas botánicas muy valoradas por coleccionistas y cada especie es exclusiva de una isla o zona concreta.
22. Helechos y musgos de la laurisilva
La humedad constante de los bosques primigenios canarios permite la existencia de helechos arborescentes, musgos y líquenes de gran belleza, cubriendo rocas y troncos con un manto verde aterciopelado.
23. Escobilla de Guayadeque (Kunkeliella canariensis)
Planta endémica extremadamente escasa, propia del barranco de Guayadeque (Gran Canaria), de porte arbustivo y flores pequeñas, cuyo descubrimiento y protección representa el esfuerzo por conservar la diversidad canaria.
24. Teide broom / Retama blanca
Esta planta, presente sobre todo en altitudes elevadas, muestra largas ramas flexibles y flores muy perfumadas que se vuelven blancas al madurar.
25. Suculentas y cactáceas ornamentales
En jardines públicos y privados las suculentas autóctonas ocupan un lugar central. Entre ellas destacan especies de plantas crasas, plantas heliofilas, plantas melíferas y otros cactus adaptados a las condiciones áridas.
Jardines botánicos y lugares donde ver estas maravillas
Las principales islas canarias cuentan con jardines botánicos de gran valor donde se preservan, estudian y reproducen muchas de las plantas señaladas:
- Jardín Botánico Viera y Clavijo (Gran Canaria): El mayor de España, con más de 10.000 especies vegetales y 500 endemismos canarios.
- El Bosque de Laurisilva de Garajonay (La Gomera): Reserva de la Biosfera, joya de la vegetación húmeda macaronésica.
- Jardín de Aclimatación de La Orotava (Tenerife): Más de 8 hectáreas de plantas tropicales, subtropicales y endémicas.
- Espacios naturales de La Palma, El Hierro, Lanzarote y Fuerteventura acogen colecciones al aire libre y rutas botánicas señalizadas.

Plantas ornamentales y especies introducidas en Canarias
A la flora silvestre se suma una enorme diversidad de plantas ornamentales introducidas por los canarios y por viajeros de todos los continentes: jacarandas, buganvillas, frangipanis, proteas, costillas de Adán, rosas, hibiscos y un sinfín de especies decoran parques y jardines urbanos, enriqueciendo visualmente el entorno y conviviendo con los endemismos autóctonos.
No obstante, algunas especies foráneas han llegado a ser potenciales invasoras y su control resulta clave para la protección de la flora autóctona. Ejemplo de ello es el «rabo de gato» (Pennisetum setaceum), que amenaza la vegetación natural de algunas zonas.
La flora y la cultura: simbolismo y usos tradicionales
Muchas plantas canarias juegan un papel fundamental en la cultura local. Desde tiempos aborígenes, el drago, las palmeras, el laurel, el brezo y la retama han tenido usos medicinales, madereros, rituales o alimenticios. La «sangre de drago» era utilizada para curar heridas, la hoja de la palmera como material de construcción y las flores de la retama para perfumar casas y fiestas tradicionales.
El conocimiento popular ha sido transmitido de generación en generación y muchas fiestas y romerías giran en torno a la recolección, exposición y disfrute de estas especies.
Conservación y retos de las plantas canarias más bonitas
Gran parte de la flora canaria está protegida por leyes nacionales e internacionales. La Red de Espacios Naturales Protegidos y la declaración de varias Reservas de la Biosfera han favorecido la recuperación de especies en peligro crítico. El trabajo de jardines botánicos, instituciones científicas y voluntarios es clave para salvar de la extinción a las plantas más vulnerables.
Además, existen programas de educación ambiental y repoblación con especies autóctonas para concienciar a la población y a los visitantes sobre la importancia de respetar y proteger la biodiversidad insular.
Flora canaria y turismo sostenible
El turismo de naturaleza es uno de los principales motores económicos de las Islas Canarias. Los visitantes pueden disfrutar de senderos interpretativos, rutas guiadas, actividades de observación de flora y fauna y talleres botánicos. Esto permite la generación de empleo verde y fomenta el y la economía local, a la vez que incrementa el aprecio y respeto por el patrimonio natural.

¿Cómo identificar las plantas canarias más bonitas?
La identificación de la flora canaria se ha facilitado gracias a guías ilustradas, aplicaciones móviles de reconocimiento y la proliferación de recursos online. Algunos de los criterios más útiles para identificar especies canarias son:
- El color y forma de las flores, que suelen ser muy llamativos en especies como el tajinaste, la canarina o la flor de mayo.
- El porte y textura de las hojas y tallos, que en bejeques, verodes y cardones presentan adaptaciones a la sequía.
- La ubicación geográfica, ya que muchas especies son exclusivas de una isla, localidad o tipo de hábitat.
- La presencia de látex lechoso, frecuente en Euphorbia y otras suculentas.
Los jardines botánicos ofrecen paneles informativos y visitas guiadas para ayudar en esta labor de identificación y divulgación.
La influencia de la Macaronesia
Canarias forma parte de la Región Macaronésica, junto a Azores, Madeira, Cabo Verde y las Islas Salvajes. Esta región comparte muchas especies endémicas y una evolución vegetal similar, por lo que la flora canaria es a la vez local y parte de un patrimonio botánico más amplio e internacional.
Listado extendido de otras plantas singulares y bonitas de Canarias
- Sonchus canariensis: Cerrajón gigante de espectaculares inflorescencias.
- Malva de risco (Lavatera acerifolia): Flores moradas de gran tamaño.
- Mocán (Visnea mocanera): Árbol de frutos comestibles, apreciado por la fauna y la gastronomía tradicional.
- Til (Ocotea foetens): Árbol de la laurisilva, clave para la formación de nieblas y la captación de agua horizontal.
- Bystropogon odoratissimus: Arbusto aromático utilizado en jardinería y medicina popular.
- Limonium arborescens: Siempreviva de acantilado, perfecta para rocallas y jardinería sostenible.
- Argyranthemum spp.: Margaritas canarias, muy utilizadas en la decoración de jardines y paseos marítimos.
- Kleinia neriifolia (verode): Suculenta de porte arbustivo, adaptada a zonas secas.
La relación entre flora autóctona, fauna y polinización
Muchas especies canarias presentan adaptaciones evolutivas únicas relacionadas con la fauna local. Por ejemplo:
- Los tajinastes y bejeques son polinizados por abejas autóctonas y aves como el pinzón azul o el mosquitero canario.
- El drago ofrece refugio y alimento a lagartos y aves insectívoras.
- El madroño y el mocán son fuente de bayas para mirlos y palomas endémicas.
Esta relación de mutualismo es fundamental para la supervivencia de todas las especies y para el mantenimiento de los ecosistemas insulares.
Integración de la flora canaria en jardines y paisajismo
Diseñar jardines con especies autóctonas y endémicas es una tendencia creciente, ya que permite la reducción del consumo de agua, el mantenimiento sostenible y la máxima integración paisajística. Además, ayuda a preservar la identidad local y favorece la conservación de la biodiversidad.

Consejos para la observación y fotografía de la flora canaria
- Respeta siempre el entorno natural: no arranques ni dañes plantas silvestres. Las especies endémicas son muy sensibles y pueden tardar décadas en recuperarse.
- Lleva una guía de campo o utiliza aplicaciones móviles para identificar especies sobre la marcha.
- Los mejores momentos para fotografiar la flora son el amanecer y el atardecer, cuando la luz resalta los colores y texturas de forma más natural.
- Utiliza objetivos macro para captar detalles de flores, hojas y estructuras vegetales.
- Infórmate siempre sobre normativas locales: muchas reservas y parques nacionales tienen regulaciones para la protección de la flora.
Importancia educativa y científica de la flora canaria
La singularidad y belleza de la flora canaria han convertido a las islas en un centro de referencia internacional para el estudio de la evolución, especiación, biología reproductiva y adaptación de plantas en ambientes insulares. Cada año, investigadores y naturalistas de todo el mundo acuden para desarrollar proyectos científicos y divulgar los valores ecológicos únicos del archipiélago.
Apuestas de futuro: jardines botánicos, bancos de germoplasma y microreservas
La conservación de especies amenazadas se apoya en:
- Jardines botánicos que reproducen, estudian y reintroducen plantas en su hábitat natural.
- Bancos de semillas y germoplasma que aseguran la supervivencia genética de las especies ante posibles catástrofes.
- Microreservas y áreas de exclusión que protegen pequeños enclaves críticos para las especies más raras.
Los retos del cambio climático y la urbanización
El cambio climático supone una amenaza directa sobre la flora insular debido al incremento de temperaturas, la reducción de precipitaciones y la alteración del régimen de nieblas. La urbanización y la presión del turismo masivo en determinadas áreas costeras y de montaña han fragmentado hábitats y puesto en riesgo a muchas especies. La gestión integrada y la cooperación entre administraciones, científicos y sociedad es fundamental.
Preguntas frecuentes sobre las plantas canarias más bonitas
- ¿Hay plantas venenosas en Canarias? Sí, algunas especies como las tabaibas y los cardones contienen látex irritante. Siempre es recomendable evitar el contacto directo.
- ¿Puedo cultivar plantas canarias en mi jardín? Muchas especies, especialmente las suculentas y matorrales, se adaptan bien a otros climas similares. Es importante adquirirlas en viveros acreditados y no extraerlas del medio natural.
- ¿Qué plantas canarias están en peligro? Entre otras, la piña de mar, la escobilla, la bencomia y algunos bejeques raros. La protección legal y la reproducción en jardines botánicos es esencial para su supervivencia.
- ¿Por qué hay tantas plantas endémicas en las islas? El aislamiento geográfico y la diversidad de hábitats han favorecido la aparición de numerosas especies exclusivas.
Cómo contribuir a la conservación de la flora canaria
- Apoya la compra de plantas autóctonas en viveros responsables.
- Participa en voluntariados ambientales y campañas de repoblación.
- Respeta normas y senderos señalizados en los espacios naturales protegidos.
- Divulga el valor de la biodiversidad insular en tu entorno y redes sociales.
La belleza y diversidad de las plantas canarias son un patrimonio vivo que acerca la naturaleza a miles de personas cada año. Desde el majestuoso drago, el colorido tajinaste, el misterioso bosque de laurisilva y las minimalistas suculentas de riscos costeros, cada especie cuenta una historia de evolución, supervivencia y adaptación. Su contemplación invita a la reflexión sobre nuestro papel como guardianes de la naturaleza y la necesidad de un desarrollo sostenible en armonía con el extraordinario mundo vegetal de Canarias.