Disponer de caminos y senderos perfectamente integrados en nuestro jardín es posible gracias a la selección adecuada de plantas cubresuelos, que no solo aportan un aspecto natural y armónico sino que también ayudan al cuidado y mantenimiento del terreno. Si tienes un sendero o pasillo entre piedras, troncos, cemento o cualquier material, puedes transformarlo con plantas resistentes y de fácil mantenimiento.
Beneficios de utilizar plantas cubresuelos en caminos y alrededores
Elegir plantas adecuadas para cubrir senderos y caminos ofrece ventajas muy interesantes:
- Reducción de la erosión: Las raíces protegen el suelo frente a lluvias y viento.
- Menor crecimiento de malas hierbas, haciendo más sencillo el mantenimiento y cuidado del jardín.
- Alternativa ecológica y atractiva al césped, sin necesidad de podas constantes.
- Variedad de texturas, colores y aromas para personalizar cualquier espacio.

10 plantas ideales para caminos, senderos y entre piedras
En función de la estética que busques y el clima predominante en tu zona, puedes elegir entre varias especies que destacan por su adaptabilidad, crecimiento bajo y resistencia al pisoteo. Aquí tienes una selección completa:
- Sagina subulata (Scotch moss o musgo irlandés):
- Ideal para zonas húmedas y con cierto grado de sombra.
- Crecimiento rastrero y compacto (hasta 5 cm), sin apenas mantenimiento.
- Desarrolla pequeñas flores blancas en primavera que añaden belleza ornamental. Requiere ocasional eliminación de malas hierbas para mantener su pureza.
- Frankenia:
- Planta muy adecuada para climas secos y suelos bien drenados.
- No tolera excesiva humedad, por lo que se recomienda para regiones cálidas y poco lluviosas.
- Cubrimiento bajo y duradero con mínimo riego.
- Tomillo rastrero (Thymus serpyllum):
- Aporta además un aroma agradable al pisarlo.
- Soporta bien el tránsito y la sequía.
- Forma tapices bajos y frondosos muy usados en jardinería de paso.
- Soleirolia soleirolii:
- Parecida al musgo, crea tapices densos en zonas sombrías sin exceso de heladas.
- Se regenera bien después de fríos moderados.
- Ophiopogon (Hierba de dragón):
- Disponible en diversos tamaños, muy usada en bordes y caminos por su resistencia y color intenso.
- Jazmín asiático (Trachelospermum):
- Planta perenne muy resistente. Crece donde otras plantas no prosperan.
- Funciona en semisombra a pleno sol y tolera cierta salinidad.
- Sus flores son fragantes y pueden florecer gran parte del año.
- Isotoma (Laurentia):
- Soporta bien el pisoteo y cubre rápidamente espacios entre piedras.
- De flores azules en forma de estrella.
- Necesita riego frecuente y es sensible a la sequía.
- Phlox subulata ‘Emerald Blue’:
- Resistente a sequía y a suelos salinos.
- Atracción para abejas y fácil mantenimiento.
- Se recomienda para suelos bien drenados y soleados.
- Dianthus ‘Firewitch’ (Clavelillo):
- Flores románticas y fragantes. Florece de verano a otoño.
- Perfecta para bordes de caminos por su tamaño y resistencia.
- Lysimachia nummularia ‘Aurea’:
- Hojas de color verde limón, muy decorativas.
- Apta para zonas húmedas y suelos fértiles; moderadamente invasiva, requiere control.

Cómo plantar y cuidar plantas en los caminos
Para rellenar los huecos entre piedras y crear senderos verdes:
- Saca la planta del tiesto y haz un pequeño hueco entre las piedras.
- Coloca la planta asegurando contacto con la tierra y repite el proceso en todos los huecos.
- Riega ligeramente al inicio para facilitar su enraizamiento, prestando atención al drenaje y evitando charcos.
- Realiza mantenimientos ligeros: elimina malas hierbas y poda ligeramente si alguna especie es invasiva.
La mayoría de las plantas cubresuelos se auto-regeneran y crecen horizontalmente, cubriendo gradualmente los espacios, incluso en zonas difíciles o con poca tierra. Muchas poseen capacidad de autosiembra, lo que favorece su expansión natural. Recuerda que el uso de mantillo o mulch al plantar puede protegerlas de heladas o calor excesivo.

Utilizar plantas adecuadas en los caminos y senderos del jardín no solo aporta belleza y diversidad, también facilita el mantenimiento a largo plazo. Con una correcta selección y siguiendo unas sencillas pautas de plantación y cuidado, cualquier jardín puede lucir atractivo y funcional durante todo el año, adaptándose tanto a zonas de sol como de sombra y a distintos tipos de suelo.