El concepto de plantas raras y bonitas es diferente para cada persona. Dependiendo de la zona en la que vivas, algunas especies que para ti son habituales para otra persona pueden resultar muy exóticas.
Si lo que quieres es crear un jardín único, vas a descubrir algunas variedades que se salen un poco de lo común y que van a convertir los espacios al aire libre de tu hogar en algo único.
Lithops, las reinas de las plantas raras y bonitas
Es imposible hacer un listado de plantas con formas originales sin incluir los Lithops, también conocidos como piedras vivas. Son suculentas, pero a simple vista podríamos confundirlas con guijarros.
Originarias de África, estas plantas han evolucionado para poder sobrevivir en un entorno muy complicado, de ahí que prácticamente parezcan algo inerte.
Los Lithops tienen hojas compactas y carnosas que parecen piedras partidas. En colores que incluyen varios tonos verdes y también marrones.
Despliegan toda su belleza durante el otoño, cuando nos sorprenden con sus pequeñas flores de color blanco o amarillo.
Su aspecto engañoso y su capacidad para camuflarse con el entorno convierte a los Lithops es toda una joya para tu jardín. Nosotros te recomendamos ponerlas en macetas o terrarios, para que no se “pierdan” entre el resto de plantas.
Monstera obliqua
La Monstera es la planta de moda, pero la que estamos acostumbrados a ver es la variedad deliciosa, también conocida como costilla de Adán.
Si buscas plantas raras y bonitas, sin duda la Monstera obliqua lo es. Además, es muy rara y difícil de encontrar, así que tenerla en casa es todo un lujo.
Su aspecto nos recuerda a otras variedades de Monstera, pero tiene la particularidad de contar con más huecos en el tejido vegetal de sus hojas. De hecho, hay más hueco que hoja en sí misma, lo que le confiere un aspecto único y etéreo.
Es una planta muy codiciada entre coleccionistas, así que si la consigues vas a tener que cuidarla muy bien. Aunque puede estar en exteriores, si vives en una región con inviernos fríos es mejor que la tengas en una zona resguardada como un porche o directamente como planta de interior.
Desde luego, si buscas una planta que tenga un aire exótico y misterioso, esta es una de las mejores que vas a encontrar.
Planta de murciélago
Otra variedad que no puede faltar si hablamos de plantas raras y bonitas es la Tacca chantrieri, más conocida como la planta del murciélago.
Originaria del sudeste asiático, destaca especialmente por sus flores de color negro o morado oscuro, que nos recuerdan a un murciélago con las alas desplegadas. Por si esto fuera poco, esta planta todavía tiene otro foco más de interés, las vibrisas.
Las vibrisas son unos filamentos que se extienden desde las flores, y en este caso tienen la particularidad de ser muy largas, pudiendo alcanzar hasta 30 cm.
Es una planta que tiene una floración espectacular, porque pocas especies tienen colores tan oscuros. Por eso, si la tienes en el jardín o dentro de casa, no te quepa duda de que va a llamar inmediatamente la atención de todo el que la vea.
Welwitschia mirabilis
Muchos describen a la Welwitschia mirabilis como una planta prácticamente inmortal, y para otros sencillamente es como si la acabaran de sacar de una película de ciencia ficción.
Originaria de Namibia y Angola, se dice que puede vivir más de 1.500 años. Lo curioso es que solo tiene dos hojas, pero estas crecen de manera continuada a lo largo de toda su vida. A medida que la parte más antigua de la hoja envejece, se desgasta y se riza, lo que le confiere a la planta un aspecto muy extraño y peculiar.
Además, es capaz de sobrevivir en condiciones muy extremas de sequía y de calor, porque ha desarrollado un sistema que le permite captar la humedad del aire para alimentarse.
Esta planta, que realmente es un árbol, es una de las más fascinantes que existen en todo el mundo, y es una reminiscencia de la vegetación que existía en la Tierra en el período Jurásico.
Stapelia gigantea, un clásico entre las plantas raras y bonitas
Así es, la Stapelia gigantea, también conocida como flor estrella o flor carroña es una de las suculentas más deseadas por los amantes de este tipo de plantas, porque es realmente exótica y fascinante.
Lo más llamativo de ella son sus flores, que pueden llegar a medir hasta 40 cm de diámetro. Son de color púrpura o marrón y están recubiertas por pequeños pelos, lo que les dota de una textura única que no podemos apreciar en otras suculentas.
Además, como ocurre con la flor de la Rafflesia, estas flores emiten un fuerte olor a descomposición, y de ahí le viene el sobrenombre a la planta. Es precisamente este olor el que sirve para atraer a las moscas, que son las que actúan como polinizadoras en este caso.
Rafflesia arnoldii
Seguramente la conozcas mejor como “flor cadáver”. Aunque no es la mejor opción para tener en el jardín de casa, es una planta que merece la pena conocer, porque es la que da las flores más grandes del mundo.
Esta planta es originaria de las selvas tropicales del sudeste asiático y sus flores pueden alcanzar hasta un metro de diámetro. Más allá de su impresionante tamaño, lo que ha hecho tan popular a la flor cadáver es su fuerte aroma a carne podrida, lo que le sirve para atraer a los polinizadores.
Por eso, es una planta digna de admirar en la naturaleza, y la podemos encontrar en algunos jardines botánicos, pero no es una buena elección para un jardín doméstico.
Albuca spiralis
Lo bueno de la Albuca spiralis es que puedes tenerla en el jardín, pero también puede decorar cualquier rincón de tu hogar. Conocida como planta de espiral o fideos frizzy, es una suculenta de hojas largas y rizadas que adquieren forma de pequeñas espirales.
Lo mejor es que resulta fácil de cuidar y produce unas flores amarillas que tienen un agradable aroma a vainilla. Sin duda, es una planta con personalidad propia.
Plantas raras y bonitas hay muchas. Algunas las puedes poner en tu jardín sin ningún problema o en una maceta dentro de casa y otras es mejor que permanezcan únicamente en su hábitat natural, pero en todo caso siempre es buena idea conocer más sobre lo que esconde el mundo vegetal.