10 plantas resistentes al sol directo

¿En tu patio y/o jardín solo da el sol directo? De ser así, has de pensar muy bien qué plantas quieres poner en esas estancias, ya que no todas pueden crecer sanas en esas condiciones. Pero, aunque esto puede suponer un inconveniente en un principio, lo cierto es que hay una enorme variedad de especies que necesitan estar expuestas al sol de forma directa. Ahora bien, voy a complicártelo yo un poco.

Y es que dependiendo de nuestra ubicación, es decir, dependiendo de si vivimos por ejemplo en Almería o en Asturias, los rayos solares impactarán contra las plantas de una forma más, o menos directa. Así, mientras que en el sur de Andalucía el sol ‘pega más fuerte’, en el norte de la península es un poco más débil. Por eso, te voy a decir una serie de plantas resistentes al sol directo, y algunos de sus cuidados para que sepas si puedes o no plantarla en tu jardín o cultivarla en el patio.

Aeonium

Los Aeonium son plantas suculentas, más específicamente, crasas, que forman rosetas de hojas verdes, marronáceas o ligeramente púrpuras -dependerá de la variedad- que brotan de un tallo más o menos cónico y delgado. Son muy resistentes al sol directo, pero también toleran un poco (solo un poco) de sombra. Las más comunes son el Aeonium arboreum y el Aeonium decorum, pero todos requieren los mismos cuidados, los cuales son: una tierra con buen drenaje y un riego de vez en cuando. No soportan mucho las heladas, por eso si en tu zona se producen, te recomiendo cultivarlos en maceta para que te sea más fácil protegerlos cuando llegue el invierno.

Asiento de suegra (Echinocactus grussonii)

El asiento de suegra es un cactus cuyo nombre científico es Echinocactus grussonii. De todos los cactus que se comercializan, este es uno de los más sencillos de conseguir en cualquier tienda o vivero; incluso lo venden a veces en supermercados. Eso sí, una vez comprado, no lo expongas al sol directo o de lo contrario de quemará; es mejor ir exponiéndolo poco a poco y de forma gradual. Su crecimiento es muy lento, pero con el tiempo se hace grande, llegando a medir 1 metro de altura por unos 60 centímetros de ancho. Por este motivo, podrás cultivarlo en maceta durante años, pero llegará un momento en el que tendrás que plantarlo en el suelo para que siga creciendo sano. Soporta heladas suaves.

Caña de Indias (Canna indica)

La caña de Indias es una planta rizomatosa con grandes hojas verdes o lilas, y con flores muy curiosas amarillas, naranjas o rojas que brotan en verano. Crece muy rápido, pero solo si dispone de agua a su disposición; y es que no le gusta nada la sequía. Por ello, es interesante ponerla cerca del estanque por ejemplo. El único inconveniente es que no tolera bien el frío ni mucho menos las heladas, pero si no son muy intensas, es decir, si solo baja a los -3ºC, en primavera volverán a brotar sus hojas.

Clemátide (Clematis)

La clemátide es una trepadora de hoja perenne que produce flores preciosas, ya sean blancas, rojas, lilas o bicolores. Crece rápido, pero a diferencia de otras como la glicinia, no ‘pesa’ mucho; es decir, que puedes usarla para cubrir cualquier tipo de arco, techo o pérgola sin problema. Sus flores aparecen en verano por lo general, pero hay especies que pueden florecer antes, en primavera. Soporta el sol directo así como las heladas suaves a moderadas (de nuevo, dependerá de la variedad).

Datilera (Phoenix dactylifera)

La gran mayoría de palmeras son de sol, pero pocas lo resisten tan bien como aquellas que se encuentran en o cerca de los desiertos, como es el caso de la datilera. Su ritmo de crecimiento es lento, especialmente de joven, pero a medida que madura va creciendo con una velocidad algo mayor. Pero es necesario que crezca sobre en un suelo poroso, que absorba rápido el agua. No le gusta tener los ‘pies mojados’. Por lo demás, es capaz de resistir las heladas de hasta los diez grados bajo cero.

Geranio (Pelargonium)

Te nombro al geranio, pero también te aconsejo las gitanillas y las malva chinas. Todas estas plantas son muy, muy similares, hasta el punto de que requieren prácticamente los mismos cuidados. Empiezan a florecer en primavera, y lo dejan de hacer cuando las temperaturas empiezan a bajar en otoño. Necesitan de riegos frecuentes, ya que no toleran la sequía. También es muy, muy importante que se le apliquen insecticidas tanto para prevenir como para atacar a la mariposa del geranio. Yo, para prevenir, lo hago una vez cada dos semanas en verano; pero si la planta ya tiene la plaga, tendrás que hacerlo más seguido. Otro detalle que hay que tener en cuenta es que soportan las heladas muy suaves, pero no las moderadas.

Hibisco (Hibiscus)

El hibisco es un arbusto con flores de buen tamaño y de colores muy bonitos, tales como el blanco, el amarillo, el rosa o el rojo. Dependiendo de la variedad y del clima, puede o no perder las hojas en otoño. Por ejemplo, el Hibiscus syriacus se queda sin ellas porque es caducifolio, pero el Hibiscus rosa-sinensis las mantendrá durante todo el año solo si no se registran heladas y las temperaturas son suaves. Tienen un ritmo de crecimiento medio, es decir, no son ni muy rápidos ni muy lentos. Asimismo, hay que saber que no soportan la sequía ni las heladas moderadas.

Lavanda (Lavandula)

Hay muchísimas plantas aromáticas, y la gran mayoría pueden plantarse en una zona donde les dé el sol directo. Una de las más resistentes es la lavanda. De hecho, lo pasa realmente mal si está en sombra, hasta el punto de que puede debilitarse tanto que al final muere. Pero, si la ponemos en una zona soleada, no tiene por qué debilitarse. Eso sí, es muy importante que la tierra drene bien el agua, puesto que no soporta el encharcamiento.  Además, resiste la sequía, el calor y las heladas suaves.

Melia (Melia azedarach)

¿Tu jardín es grande? Si es así, uno de los árboles que te recomiendo es la Melia azedarach. ¿Por qué? Porque puede medir unos 10 metros de altura, y desarrollar una copa ancha de al menos 3-4 metros. Crece muy rápido, y proporciona una sombra de lo más agradable durante la primavera y el verano. Y cuando llega el otoño-invierno, sus hojas pueden -esto dependerá mucho del clima y de la tierra- volverse amarillas poco antes de caer. Además, no necesita apenas nada para estar bien: solo algún que otro riego durante los dos primeros años que esté en el suelo. Y, por cierto, no te preocupes por el sol directo, porque lo resiste sin problemas. Aguanta además heladas moderadas.

Rosal (Rosa)

Para dar color al lugar, qué mejor que tener algunas plantas con flor resistentes al sol, como el rosal. Este es un arbusto espinoso que florece durante la primavera y hasta finales del verano, pudiendo hacerlo también en otoño si las temperaturas son suaves. Hay muchos híbridos y cultivares, algunos tienen aroma y otros no, así que seguro que encuentras alguno que te guste. Pero ojo, es importante que vayas podándolo con regularidad, y que lo riegues con frecuencia. Si hablamos del clima, debe de cultivarse en climas templados, con heladas.

¿Conoces otras plantas resistentes al sol directo?