Las plantas vivaces y perennes destacan en el mundo de la jardinería por su longevidad y su capacidad para prosperar durante varios años consecutivos, superando notablemente la vida de las plantas anuales que completan su ciclo vegetativo en una sola temporada. Ambas aportan color, estructura y diversidad tanto en jardines como en terrazas y espacios verdes, pero presentan diferencias fundamentales que resultan esenciales para su cultivo y mantenimiento.
¿Cuál es la diferencia esencial entre plantas vivaces y perennes?

La principal diferencia entre las plantas vivaces y las perennes radica en su comportamiento durante los meses fríos:
- Plantas perennes: conservan el follaje y los tallos incluso durante el inverno, manteniendo una presencia verde y activa a lo largo del año. Conoce más sobre plantas perennes.
- Plantas vivaces: al llegar el frío, el follaje y los tallos se marchitan o desaparecen parcialmente, aunque la planta no muere. Sus raíces y órganos subterráneos se mantienen en reposo o invernación bajo tierra, listos para rebrotar con fuerza cuando retorna el clima cálido.
Qué son las plantas vivaces

Se consideran plantas vivaces a todas aquellas herbáceas capaces de sobrevivir más de dos temporadas. Cuando las temperaturas descienden y llega el invierno, pierden su parte aérea —hojas y tallos—, lo que genera una apariencia seca o muerta. Sin embargo, bajo la superficie, sus raíces permanecen activas y saludables, en estado latente hasta que vuelven las condiciones favorables en primavera. Aprende sobre plantas para suelos calizos y salinos.
Las plantas vivaces adoptan diferentes estrategias para resistir el frío. Algunas pueden mantener pequeñas rosetas de hojas pegadas al suelo (como la milenrama o la gaillardia), actuando como refugio durante los meses adversos y facilitando el resurgimiento en la siguiente estación.
Qué son las plantas perennes

Las plantas perennes se caracterizan principalmente porque mantienen sus tallos y hojas visibles durante todo el año. Incluso cuando bajan las temperaturas, estas plantas no experimentan una pérdida significativa de follaje, lo que proporciona color y vida constante a jardines y espacios exteriores. .
Entre ellas se encuentran diferentes especies herbáceas y numerosos arbustos y árboles leñosos. Dentro de las herbáceas perennes, visitaremos ejemplos como el clavel (Dianthus caryophyllus), margarita, acanto, lavanda, festuca azulada, geranio, cineraria y hortensia de invierno. Estas plantas se desarrollan activando yemas en la base, mezclando tejidos viejos con brotes nuevos, lo que refuerza su crecimiento año tras año.
Plantas anuales y bienales: un ciclo vital diferente

Las plantas anuales germinan, crecen, florecen y mueren en una sola temporada. Se destacan por su rápido crecimiento, su capacidad de cubrir espacios y su fácil mantenimiento. Las plantas bienales completan su vida en dos estaciones: el primer año desarrollan sus raíces y hojas, mientras que el segundo florecen, fructifican y luego mueren. Algunos ejemplos incluyen la capuchina o la centaurea.
Ventajas y usos de vivaces y perennes en el jardín
Las plantas vivaces y perennes son fundamentales para crear jardineras y espacios coloridos. Permiten diseñar arriates, parterres, macizos y rocallas de gran atractivo visual.
- Arriates: Se disponen de forma rectangular, generalmente con fondo de seto, colocando las especies más altas detrás y las más bajas al frente.
- Macizos: Conjunto de flores visible desde cualquier ángulo, compuesto por una o varias especies que pueden jugar con las formas y colores.
- Parterres: Similares a los macizos pero delimitados por borduras, ideales para jardines formales.
- Borduras y tapizantes: Plantas como la lavanda o la santolina se utilizan para delimitar caminos o espacios, mientras que las tapizantes cubren el suelo evitando el crecimiento de malas hierbas.
- Rocallas: Superficies en pendiente combinadas con piedras y plantas rastreras, perfectas para dar profundidad y naturalidad al jardín.
Cuidados generales para plantas vivaces y perennes
El adecuado mantenimiento de las plantas vivaces y perennes garantiza su longevidad y su capacidad para florecer en cada temporada:
- Primavera: Retirar hojas y tallos secos, desherbar en torno a la base y añadir compost bien maduro.
- Verano: Riego regular, eliminación de flores marchitas y control de malezas.
- Otoño: Seguimiento de floración y corte de partes secas.
- Invierno: Marcar ubicación, limpiar y cubrir los tocónes con materiales protectores, salvo que se desee cobijar insectos beneficiosos.
Conocer la diferencia entre plantas vivaces y perennes permite planificar un jardín lleno de color y vida todo el año. Al elegir entre especies vivaces y perennes, se logran combinaciones equilibradas que facilitan el mantenimiento a largo plazo y aportan dinamismo estacional, creando espacios de gran armonía visual y botánica.