La hierbabuena, o Mentha spicata, es una planta aromática que, en muchos hogares, tiene presencia en las cocinas por su uso culinario. Sin embargo, como sabes, no solo se puede utilizar para este menester. En ocasiones, en lugar de tener solo unas ramas u hojas, dispondrás de la planta, y si la cuidas bien, es muy posible que, tarde o temprano, te enfrentes a una tarea: podar la hierbabuena.
Pero, ¿cómo podar hierbabuena? ¿Cuándo se debe realizar? ¿Cómo hacerlo sin que se dañe la planta? Si te preguntas todas estas cuestiones a continuación te vamos a dar las claves que debes tener en cuenta para no tener duda a la hora de cortar las ramas.
¿Hay que podar la hierbabuena?
Muchas personas son algo reacias a podar las plantas en general, porque consideran que, si en la naturaleza no sucede, tampoco deberían llevarlo a cabo para que la planta se desarrolle libremente.
El problema es que con la poda lo que se consigue es que la planta consiga tener una mejor estructura y también una calidad de vida. No solo eso, sino que influye positivamente en la salud de la planta, ayudando a que la energía se distribuya de manera acorde (por ejemplo, eliminando las partes muertas donde la energía puede quedarse alojada pero sin ningún beneficio).
Tipos de poda de la hierbabuena
Antes de avanzar, hemos de decirte que la hierbabuena no tiene solo una poda. En realidad pueden darse dos tipos:
- La poda anual, que es la que se considera realmente como «poda» debido a que se cortan las ramas que no valen de la planta y se hace una mayor intervención.
- La poda de mantenimiento, que simplemente consiste en cortar ramas que en ese momento estorban pero sin ir a más (por ejemplo en la estructura o con el objetivo de mejorar la calidad de vida).
¿Cuándo podar la hierbabuena?
El momento exacto para podar la hierbabuena viene determinado por el tipo de poda que le vayas a dar. Si hablamos de la poda anual, ya te indica que solo se produce una vez al año. Esta tiene lugar a primeros de la primavera, siempre que no haya riesgo de heladas, ya que la hierbabuena no tolera bien las bajas temperaturas.
En algunas zonas, siempre que el invierno no sea muy severo, puedes considerar hacerla en otoño, cuando empieza su letargo, pero lo mejor para que se recupere antes y también para que se desarrolle más rápido, es la primavera.
¿Y qué hay de la poda de mantenimiento? Esta puedes aplicarla en cualquier momento del año, incluido el verano. Debido a que no se hace un corte drástico ni se va a estresar a la planta porque solo se le cortan unas ramas, no habría problema en ello.
Cómo podar hierbabuenas
Entrando de lleno en el asunto que nos compete, a continuación vamos a darte las claves para podar la hierbabuena de manera eficiente. Eso sí, lo primero que necesitas es tener a mano unas tijeras de podar. Es importante que estas las desinfectes antes de tocar con ellas la planta, para que así sepas que no vas a provocarle ninguna infección. Lo mismo has de hacer cuando acabes.
Según el tipo de poda que realices, las tareas a llevar a cabo son diferentes.
Poda de mantenimiento
Como te hemos dicho antes, el objetivo es cortar algunas ramas que, bien están demasiado largas, que se han secado, que no sirven, etc. También es la que sirve para eliminar «chupones», que no son otra cosa que brotes que salen en las ramas y tallos y que les «roban la energía» a estas.
Si lo que quieres es eliminar esos chupones, tienes que cortarlos lo más cerca posible de su superficie, de manera diagonal, para que el agua que haya en ellos no se quede estancada (porque si es así acabará por pudrir la planta). Es importante que lo hagas antes de que alcancen los cinco centímetros porque, si los dejas mucho, dañará la rama o el propio tallo, y podría tardar más tiempo en crecer la hierbabuena.
Otros elementos que debes eliminar son: tallos y hojas secas, amarillentas o que pienses que están mal; flores ya mustias que aún no se han caído; brotes de las raíces; tallos que se obstaculizan entre ellos.
Poda anual
La poda anual es la más «drástica», pero también la más efectiva para devolverle la salud y vitalidad a la planta. A la hora de podar la hierbabuena, esta poda puede tener dos objetivos:
- Hacer que florezca y crezca más la planta.
- Renovarla.
Podar la hierbabuena para que florezca más
Esta poda tiene como objetivo hacer que la planta se desarrolle más y florezca con mayor intensidad. Para ello, a primeros de primavera, tienes que eliminar aquellos brotes que ya han florecido, porque no vuelven a hacerlo. También debes quitar todo aquello que quitarías en la poda de mantenimiento.
Es importante que dejes intactos los tallos que no hayan florecido porque van a ser esos, junto con los nuevos que nazcan, los que florecerán.
Una vez hayas podado, deja pasar unos días y ayuda a la planta con nutrientes para que recupere su vitalidad (y así también la despertarás y animarás a que empiece a crecer).
Podar para renovar la hierbabuena
Esta es una de las podas más drásticas que puedes llevar a cabo y no muchas plantas la toleran y soportan. En otras palabras, puedes matar la planta. Sin embargo, tiene una cosa buena, y es que renuevas toda la estructura de la planta por brotes nuevos y jóvenes, lo que hace que se «reencarne» en una nueva planta».
Para ello, hay dos formas de hacerlo:
- Cortando por completo a ras de suelo toda la planta. Es importante que te asegures que va a ser lo bastante fuerte para soportarlo y, además, deberás ayudarla con abonos y otros productos que le aporten nutrientes para salir adelante.
- Eliminando solo el 50% de la planta. Es una poda menos agresiva pero que le permite salir adelante mucho más rápido y mejor (para las que no tengan suficiente fuerza).
Que no te dé miedo podar la hierbabuena. Si bien al principio puedes asustarte por no saber si lo que cortas es importante o no, es lo bastante resistente para aguantar si le proporcionas los cuidados que necesita. ¿Tienes alguna duda sobre la poda?