Cómo podar una planta de Aloe vera

El Aloe vera es una planta para todo: no sólo es ornamental, sino que además tiene magníficas propiedades medicinales. De hecho, siempre que te hagas una herida o sientas picor, sólo tendrás que aplicarte un poco de su gel para que notes un alivio casi inmediato. Pero además, es de muy fácil cultivo: bastará con ponerla en un lugar protegido del sol directo, y regarlo una vez por semana.

Aunque claro, a veces también tendremos que quitarles algunas hojas, por lo que veamos cómo podar una planta de Aloe vera.

La poda del Aloe vera consiste únicamente en quitarle las hojas marchitas. También se puede podar, por supuesto, cuando necesitemos extraer su gel. Pero, ¿cómo hacerlo correctamente y en qué época?

Para podarlo se debe de esperar a que llegue la primavera. Una vez llegue el momento, coge un cuchillo filoso (que no sea de sierra) y corta la hoja desde su base, cerca de la tierra. Para usar el gel, se recomienda coger aquellas que están situadas más cerca del nivel de suelo, que son las más viejas. Las más nuevas hay que dejarlas, ya que de lo contrario la planta se debilitaría.

Si tu planta tiene alguna hoja que esté seca o dañada, se debe de quitar. No es una planta a la que le afecten muchas plagas y enfermedades, pero si ha sufrido un exceso de riego o ha estado muy expuesta al sol, entonces tendremos que »rejuvenecerla» quitándole aquellas que hayan perdido el color verde.

Asimismo, si le van saliendo hijuelos, puedes quitarlos y plantarlos en macetas individuales. Para ello, sólo tienes que quitar un poco de tierra de alrededor, y separarlos de la planta madre cuando midan 5cm de altura como mínimo. Es importante que se saquen con un poco de raíz, pero si se rompen algunas, no te preocupes. Una vez que esté en su nuevo tiesto, en pocos días empezará a emitir de nuevas.

Podar la planta de Aloe vera es una tarea que apenas requiere tiempo y que, sin embargo, nos permitirá tener un ejemplar muy bonito y, sobretodo sano. 🙂