Si no se tiene mucha experiencia en el cultivo del Verde hay algunas plantas que son más recomendadas que otras. Una de las más aptas para principiantes es el sedo, que es una crasa o suculenta no cactácea que se encuentra en todas las regiones templadas del mundo.
Hay una gran variedad; tanto es así que de las más de 400 especies aceptadas, hay una veintena que se puede encontrar a la venta en viveros y en las tiendas online. Pero, ¿por qué cultivar sedo?
No necesita mucha agua
El sedo es una planta suculenta muy resistente a la sequía. Tanto es así que se puede plantar en jardines de poco riego junto con otras plantas o en la rocalla. También pueden estar en la terraza, ya sea en una maceta individual o en jardineras con otras crasas.
Para que crezca bien se debe de regar dos veces por semana en los meses de más calor, y cada 4-5 días el resto del año. En caso de duda, es muy importante controlar la humedad de la tierra o del sustrato, introduciendo un palo delgado de madera para ver si ha salido limpio (lo cual indicaría que la tierra está muy seca) o no.
Se multiplica fácilmente
Si necesitas varios ejemplares, tan sólo tendrás que hacer esquejes de tallo en primavera o verano y plantarlos en una maceta con sustratos arenosos, como akadama, pómice o vermiculita. Enraizarán en tan sólo una semana o dos como máximo, por lo que no necesitarás gastarte dinero en otro ejemplar 🙂 .
Resiste las condiciones de interior
El sedo lamentablemente es un poco friolero. La mayoría de las especies sólo soportan heladas débiles y de corta duración, pero esto no supone un problema: si vives en una zona con clima frío, puedes tenerlo dentro del hogar. Colócalo en una habitación en la que entre mucha luz natural y donde esté alejado de las corrientes de aire, y podrás presumir de planta.
No requiere de ningún cuidado especial
Al tu sedo no tendrás que podarlo (a menos que quieras multiplicarlo, claro), sólo regarlo de vez en cuando y abonarlo durante toda la temporada de crecimiento (primavera y verano) con abonos minerales como el Nitrofoska una vez cada 15 días.
Así que, ¿a qué esperas para hacerte con uno? 🙂