¿Por qué las plantas necesitan luz?

Árboles de un bosque

Sin la luz procedente del Sol ninguna forma de vida podría existir. Las plantas que conocemos y todas aquellas que alguna vez habitaron la Tierra, fueron evolucionando a partir de una bacteria que era capaz de utilizar la energía solar para fabricar alimento. Este proceso, con el tiempo, no sólo les serviría a ellas para sobrevivir y crecer, sino que además permitiría que los animales pudiesen explorar y, llegado el momento, colonizar aquellos hábitats donde el clima era lo suficientemente agradable para ellos.

Así pues, ¿por qué las plantas necesitan luz? La respuesta corta sería: para vivir, pero vamos a extendernos un poco más y vamos a saber por qué es conveniente saber de antemano la ubicación adecuada para la planta que queremos tener en el patio o jardín.

Necesitan luz para alimentarse

Plantas con flor

Las raíces de las plantas son unos elementos que absorben el agua y los nutrientes procedentes del suelo que se encuentran disueltos en ella. Éstos son llevados hasta la parte aérea por los tallos y ramas hasta llegar a las hojas, que son las fábricas de alimentos de los seres vegetales.

Las hojas, que absorben dióxido de carbono (CO2), pueden fabricar alimento (almidones y azúcares) gracias a la energía del sol en un proceso conocido como fotosíntesis. Durante este proceso se libera oxígeno (O2) que es liberado a la atmósfera.

Diversidad de plantas

Hay una gran diversidad de plantas: árboles, palmeras, trepadoras, flores, bulbosas…. Como norma general, aquellas que son muy grandes (de seis metros o más) son de sol y las pequeñas de sombra o semisombra. Sin embargo, aquellas que producen flores, así como las hortícolas, tienen que estar en una exposición soleada.

Dependiendo de las condiciones del hábitat y del clima, cada especie ha ido evolucionando hasta adaptarse lo máximo posible al lugar que le ha tocado vivir. Así pues, las plantas de sombra suelen tener hojas grandes y de un color verde más intenso que las de sol. De esta manera, las primeras pueden aprovechar al máximo la poca luz que les llega, mientras que las segundas les basta con tener hojas pequeñas al estar más expuestas.

Las estaciones del año

Cactus de Mammillaria dixanthocentron

A medida que el planeta Tierra va girando y se va alejando o acercando al Sol, las horas de luz disminuyen o aumentan. Durante el solsticio de verano (20 o 21 de junio en el Hemisferio Norte, y 20 o 21 de diciembre en el Hemisferio Sur), el día tendrá un mayor número de horas de luz, mientras que en solsticio de invierno (20 o 21 de diciembre en el Hemisferio Norte, 20 o 21 de junio en el Hemisferio Sur), el día tendrá un menor número de horas/luz.

Todo ello influye directamente en las plantas. Durante el verano, el Sol está, desde nuestra perspectiva, muy alto en el horizonte, y sus rayos llegan más directos, que es por lo que las temperaturas son más altas que en el resto del año; en cambio, en invierno está muy bajo, por lo que sus rayos llegan mucho más inclinados y débiles.

En las regiones polares y en las tropicales apenas hay cambios significativos a lo largo del año. En los polos las diferencias de duración del día son mayores, mientras que en los trópicos son menores, pero en lo que respecta a las temperaturas máximas y mínimas se mantienen más o menos estables conforme van pasando los meses.

Escogiendo la orientación adecuada

Ubicación orientada hacia el norte o el este

En esta zona tenemos que poner aquellas plantas que resistan mejor el fresco/frío, pues dispondrán de pocas horas de luz durante el día. Por ejemplo, los arces, hortícolas como acelgas o lechugas, coníferas, así como aquellas plantas que sepamos que son de climas fríos.

Ubicación orientada hacia el sur

En esta zona tenemos que poner aquellas a las que no les gusten demasiado las bajas temperaturas. Las plantas de interior que son sacadas al exterior durante la primavera y el verano se tienen que orientar al sur, pero protegiéndolas del sol directo ya que se les podrían quemar las hojas.

Pero también es el sitio adecuado para las palmeras, los cactus y las crasas, hortícolas como calabacines o pimientos, y para las plantas con caudex como la Rosa del desierto.

Ubicación orientada hacia el oeste

Es la ubicación más acertada. Aquí se pueden tener todo tipo de plantas, tanto las tropicales que hemos sacado para disfrutar de ellas en el patio, como aquellas menos sensibles. De hecho, si tienes intención de tener tu propio huerto, si lo orientas hacia el oeste podrás estar seguro de que las plantas crecerán recibiendo la cantidad de luz que necesitan.

Es muy aconsejable poner en esta ubicación aquellas que proceden de invernadero pero que son de especies que pueden resistir bien las condiciones de nuestra zona en primavera. Por ejemplo, las Cycas se suelen vender como planta de interior, pero en realidad son plantas que toleran sin problemas heladas de hasta los -11ºC. Siempre que tengas dudas, no dudes en consultarnos 🙂 .

Gallardia en flor

Sin la luz del sol el planeta se vería muy diferente.


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