¿Por qué mi flor boca de dragón se seca?

La boca de dragón es una planta de corta vida

La planta conocida como boca de dragón es una hierba que apetece mucho cultivar en macetas o jardineras, además de por supuesto en el suelo. Es pequeña, produce flores muy bonitas, y además no requiere de ningún cuidado especial. Sin embargo, puede ocurrir que nos equivoquemos con algo, y que empiece a secarse.

Si bien su vida es muy corta, debería durar al menos unos meses antes de marchitarse; si esto no ocurre, entonces nos tendremos que preguntar por qué la flor boca de dragón se seca antes de tiempo.

¿Cuánto vive la boca de dragón?

Las bocas de dragón son hierbas fáciles de cuidar

Imagen – Wikimedia/Michael Apel

La boca de dragón es una hierba que, dependiendo sobretodo del clima, puede ser perenne (es decir, vivir más de dos años), bianual (dos años) o anual (un año). Pero aún y en el peor de los casos, desde que se siembra la semilla hasta que la flor se marchita, debe pasar al menos la primavera y todo el verano.

Es decir, su vida es corta, pero tiene que tener tiempo suficiente para crecer, alcanzar el tamaño adulto (entre 0,5 y 2 metros de altura según variedades), florecer y, si va todo bien, fructificar. Si se seca al poco de comprarla por ejemplo, es porque no la estamos cuidando bien.

¿Por qué se seca y cómo podemos recuperarla?

La boca de dragón es una hierba

Imagen – Wikimedia/Yercaud-elango

Es una planta pequeña, y por lo tanto puede pasarlo muy mal rápidamente si nos equivocamos con algo; es decir, si descuidamos el riego, o si por el contrario le mantenemos la tierra húmeda de forma permanente, o si al aplicarle el abono echamos una dosis mayor de la que indica el envase. Por lo tanto, vamos a ver en detalle por qué puede secarse, y qué es lo que tenemos que hacer para tratar de recuperarla:

Problemas con el riego

Regar la boca de dragón es muy importante, pero tanto si lo hacemos con demasiada frecuencia como si nos olvidamos de re-hidratarla, podremos causarle muchos problemas. De hecho, lo mejor es comprobar la humedad antes de regar, con un palito por ejemplo.

Falta de agua

Independientemente de que la tengamos en una maceta o en el suelo, la falta de agua hace que la planta se seque muy rápido. En la época más cálida del año, podemos ver incluso que se empieza a poner mustia de un día para otro, y más si está en un recipiente de plástico expuesta al sol durante todas las horas que dure el día.

En esas condiciones, tenemos que regarla con frecuencia, pero sin pasarse porque, si no, acabaremos causándole un problema mayor, que es la muerte de las raíces como consecuencia de un riego excesivo.

Exceso de agua

El exceso de agua es algo que tenemos que evitar siempre cuando cultivamos plantas, sean cuales sean (a no ser, claro está, que estemos cuidando plantas acuáticas o semi-acuáticas). Pero la boca de dragón no es una que soporte tener »los pies mojados» de forma permanente, por eso es un error plantarla en una maceta sin agujeros (o en una que sí los tenga, pero ponerle luego un plato debajo) o en un suelo muy compacto y pesado, con mal drenaje.

¿Cómo podemos saber que nos hemos pasado regándola? Bueno, en este caso veremos que la tierra está muy húmeda, que las hojas empiezan a amarillear y que la planta se ve »triste». Además, si está en maceta, al cogerla notaremos que pesa mucho.

Para salvarla, lo que haremos será dejar de regarla de forma temporal, y tratarla con un fungicida sistémico (en venta aquí) que aplicaremos sobre la planta y también a las raíces.

Asimismo, si la tenemos en una maceta, la sacaremos y envolveremos el cepellón con papel absorbente. La dejaremos así durante una noche, y al día siguiente la volveremos a plantar en un recipiente nuevo que tenga agujeros en la base. Y a partir de entonces, tendremos que regar menos.

Demasiado abono

La boca de dragón se riega con frecuencia

Imagen – Wikimedia/Plenuska

A veces se piensa que si se echa más cantidad de abono del que indicó el fabricante en el envase se conseguirán mejores resultados, tales como una mayor cantidad de flores o un crecimiento más rápido, pero esto no funciona así. Cuanto más se le eche, más daño le causaremos a las raíces, ya que las vamos a ‘quemar’.

Por lo tanto, si queremos salvarla, o al menos intentarlo, de una sobredosis de abono o de fertilizante, lo que haremos será regarla -solo con agua- para lavar así el sistema radicular. Hay que echarle bastante agua, de manera que la tierra se quede empapada. Pero eso sí, si la planta está en maceta, es muy importante que no tenga ningún plato debajo, pues dicho líquido ha de poder salir; si no lo hiciera, de nada serviría esta ‘limpieza’, pues el agua, con el exceso de abono o fertilizante, se quedaría estancada en el plato, en contacto con las raíces.

Y eso por no hablar de que podríamos correr el riesgo de perderla por exceso de agua como ya hemos comentado antes.

Por ello, cada vez que vayamos a abonarla, tenemos que leer las instrucciones de uso y seguirlas al pie de la letra. Solo así conseguiremos los resultados esperados.

Como ves, una boca de dragón seca puede recuperarse, pero solo si se detecta a tiempo.


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