Halloween está a la vuelta de la esquina. Aunque en España no es muy celebrado, ya que es más una fiesta americana, cada vez tiene más presencia. Pero, ¿sabes el motivo por el que la calabaza es el elemento de esta festividad?
Si quieres saber por qué a continuación te vamos a desvelar esas pequeñas historias que dan «vida» a la leyenda de Halloween y a lo mejor empiezas a ver las calabazas de una manera diferente. ¿Te animas?
Desde cuándo se celebra Halloween
A pesar de que Halloween es una festividad americana, lo cierto es que sus orígenes no son, ni mucho menos, de esas tierras. Para saber de dónde viene la fiesta nos tenemos que ir hasta los irlandeses y sus tradiciones celtas, hace más de 2500 años. Y es que el último día de la temporada de cosecha se celebraba una fiesta de «fin de verano», también conocida como «Samhain». En ella no solo despedían el verano, sino que daban la bienvenida a su año nuevo celta, que coincidía con el solsticio de otoño.
En una tierra con tanta «magia» celta se dice que ese día la línea que une el mundo mortal con el de los espíritus es tan final que pueden conectar ambos mundos, de tal forma que los vivos y los muertos pueden reunirse y pasar unas horas juntos. Por eso, se relacionó el Samhain como la noche de los muertos, donde estos volvían a sus casas a cenar y festejar junto a sus seres queridos.
¿Y qué tiene que ver la calabaza con Halloween?
En este caso, hay dos teorías, una basada en una leyenda celta y otra relacionada con América. Así que vamos a ver las dos.
La leyenda de Jack O’Lantern
¿Has oído hablar alguna vez de Jack O’Lantern? Es posible que no, pero está muy relacionado con Halloween, no exactamente porque le pasara algo en esa época, sino por su historia. Verás, cuenta la leyenda que Jack era un granjero irlandés muy astuto y también muy tacaño.
Un día, el diablo vino a buscarlo porque era su hora. Así que Jack le pidió que, ya que tenía que morir e irse con él, le permitiera beber una cerveza en el bar. El diablo accedió a esa petición y cuando se bebió la cerveza le dijo al diablo que no tenía con qué pagarle al tabernero, y lo convenció para que este se transformara en una moneda.
Al principio sorprendido, y luego divertido, el diablo accedió. Pero Jack, al coger la moneda, en lugar de pagar, se la metió en su bolsillo, donde llevaba un crucifijo.
El diablo quedó atrapado y Jack le dijo que lo liberaría si le daba 10 años más de vida. Como no podía hacer otra cosa, el diablo aceptó y se marchó.
10 años después, volvió a por Jack. Y este, cuando lo vio, le dijo que su última voluntad era comerse una manzana de un árbol que había cerca, pero como estaba tan mayor él no podía subirse. El diablo, confiado, aceptó subirse él. Pero mientras lo hacía, Jack llenó todo el suelo con crucifijos, impidiendo que el diablo pudiera bajar.
¿Qué pidió a cambio de liberarlo? Que jamás pudiera llevarse su alma.
El diablo aceptó. Pero Jack cayó en su propia trampa.
Y es que cuando su cuerpo ya no resistió más, su alma fue hacia San Pedro pero este no lo recibió en el cielo, puesto que él había hecho un trato con el diablo para que jamás pudieran llevarse su alma. Pero no había especificado si era solo el diablo o todos.
Así, él mismo se condenó a vagar.
Lo que pocos saben es que también Jack fue al infierno a pedir entrar, pero el diablo no lo admitió y le dijo que se fuera por donde había llegado. Ese camino estaba oscuro y frío, y el diablo, quizás en su bondad, le tiró un carbón encendido del infierno (que nunca se apaga). Jack cogió un nabo, lo vació y metió dentro el carbón para tener un candil.
Con el tiempo, ese candil se convirtió en su cabeza. Y con más tiempo, el nabo se convirtió en calabaza.
La historia de las calabazas en Halloween
Vista la leyenda, podríamos pensar que tiene mucho de fantasía. Pero lo que es indudable es que, cuando empezó a celebrarse Halloween, realmente lo que se tallaba esos días no eran calabazas, ¡eran nabos blancos! De hecho, este era el elemento que se usaba en las celebraciones celtas ya que con ellos se hacían faroles que iluminaban el camino a los muertos hacia sus casas.
Entonces, ¿cómo pudo cambiarse de nabos a calabazas? Esto tiene lugar en América. Se dice que, cuando los irlandeses emigraron a América ellos no tenían cultivos de nabos, y tampoco parecía que se cultivaran bien allí. Pero sí había otra planta que, además, era muy fácil de cultivar, era redonda, anaranjada y estaba relacionada con el otoño. Hablamos de la calabaza.
También era muchísimo más fácil de tallar y por eso, debido a un excedente de calabazas (y la escasez de los nabos) empezaron a utilizar estas como símbolo de la celebración de ese Samhain convertido en Halloween. Y así se ha quedado a lo largo de los años.
¿Qué significado tiene la calabaza en Halloween?
Ahora que sabes el motivo por el que las calabazas están tan relacionadas con Halloween, ¿te has preguntado cuál es el significado de estas?
Cuando se hacían nabos como faroles, estos servían de luz para los muertos a fin de que pudieran llegar hasta sus hogares con sus seres queridos. Es decir, era un elemento de «luz» y de reunión.
Con la leyenda de Jack, el hecho de que lo usara de candil para iluminar su propio camino, muchos empezaron a pensar que era algo negativo, pero lo cierto es que el significado que se le da es el de ahuyentar al diablo. Por eso las calabazas con caras tétricas se colocan siempre a la entrada de la puerta, para impedir que el diablo pueda entrar. De algún modo se relaciona la leyenda de Jack con el hecho de que ahí no es bienvenido (para que recuerde lo que le pasó).
¿Eres de los que talla una calabaza en Halloween? ¿Sabías de estas dos historias que le dan más peso al símbolo de esa celebración?