¿Por qué se seca el romero?

El romero es una planta que se ha de regar poco

El romero es una planta arbustiva que se caracteriza por resiste muy bien la sequía. Al ser originario de la región mediterránea, la verdad es que no le ha quedado más remedio que adaptarse a un verano muy cálido y seco, y a una humedad ambiental que se mantiene alta, por encima del 50%, durante prácticamente todo el año.

Además de todo ello, es capaz de resistir heladas. Por eso es una de las plantas que más se cultivan, pero también es una de las que más fácilmente pueden acabar con las hojas marrones. Así que vamos a ver por qué se seca el romero y qué podemos hacer para que se recupere.

Existen varios motivos por los que nuestra planta de romero se puede secar en cuestión de poco tiempo. Es importante conocerlas todas ya que así nos será más fácil descubrir cuál es verdadero problema que tiene nuestro ejemplar, y cómo se puede solucionar:

Le falta luz (natural)

El romero es una planta que necesita luz

El romero es muy demandante de luz solar, no en vano en sus lugares de origen crece expuesto al sol de manera directa. Desde que es únicamente una plántula debe de evitar la sombra si quiere tener un desarrollo normal, es decir, en vertical. Si lo ponemos en sombra o en semisombra veremos que sus hojas pierden color y se secan.

¿Qué hacer? Esto tiene fácil solución: llevarlo a una zona más luminosa. Pero eso sí, hay que tener cuidado porque si nunca antes le había dado el sol se puede quemar. Es mejor ir acostumbrándolo poco a poco, exponiéndolo una hora cada día e ir aumentando el tiempo de exposición en 1 hora a medida que pasen las semanas.

Está en interior

Aunque esta causa suele estar relacionada con la anterior, la ponemos también por si acaso te surgen dudas al respecto. El romero no es una planta de interior. Le cuesta mucho adaptarse a las condiciones que hay dentro de la vivienda. Quizás en un patio interior con techo acristalado y ventanas podría darse medianamente bien, pero no crecería tanto como si estuviese en el exterior.

De modo que si lo tenemos en casa, lo que haremos será sacarlo fuera. Resiste las heladas de hasta los -12ºC, así que no tendremos que preocuparnos cuando bajen las temperaturas.

La tierra es compacta y con mal drenaje

El romero es un arbusto perenne que soporta la sequía

Imagen – Flickr/Ferran Turmo Gort

A las raíces de la planta de romero no les gusta que la tierra sea pesada ni, por lo tanto, compacta. El aire y el agua deben de poder circular sin problemas a través de los granos que la componen; así estará bien. Cuando la tierra no es la adecuada, el sistema radicular de la planta se debilita.

¿Qué hacer en estos casos? Lo ideal es evitar que pase, plantándolo en sustratos de cultivo universal que lleven perlita (en venta aquí), o en suelos en los que no se formen charcos con facilidad. Pero si no se ha podido, entonces le cambiaríamos el sustrato por uno mejor si lo tenemos en una maceta, o lo sacaremos del suelo y mezclaremos la tierra del jardín con perlita a partes iguales antes de volverlo a plantar.

La maceta no tiene agujeros

Si lo tenemos en una maceta sin agujeros, el agua se quedará estancada dentro y las raíces se pudrirán. Aunque este tipo de recipientes pueden ser muy bonitos, no son nada prácticos para casi ningún tipo de planta: solo las acuáticas pueden crecer bien en ellas.

El sistema radicular del romero es muy sensible al exceso de agua, de manera que si lo queremos tener en maceta tenemos que plantarlo en una que sí tenga agujeros de drenaje.

Falta o exceso de agua

El romero necesita poca agua

Por lo general, al romero hay que regarlo poco. Soporta mucho mejor la sequía que el exceso de agua, así que el riego tiene que ser de moderado a escaso, evitando llegar a los extremos. Y es que si dejamos que la tierra esté seca durante mucho tiempo, o si por el contrario le echamos agua con frecuencia las hojas se secarán.

¿Cómo saber si estamos regando poco o mucho? Observando los síntomas que tiene. Por ejemplo, si está pasando sed, las hojas que empezarán a secarse primero serán las más nuevas, los tallos verdes estarán caídos (como si colgaran) y la tierra estará seca; pero si por el contrario tiene mucha agua, las primeras hojas afectadas serán las más viejas, es decir, las que estén más abajo, y además en la tierra podría empezar a crecer verdina.

Para recuperar la planta, si está seca lo que haremos será echarle agua. Podemos incluso meterla en un recipiente con agua durante unos 30 minutos para que el sustrato se rehidrate.

Si tiene problemas de exceso de riego, la sacaremos de la maceta y envolveremos el pan de tierra con papel absorbente, y al día siguiente la plantaremos de nuevo en una con sustrato nuevo. También será muy recomendable tratarla con fungicida, ya que no sería raro que los hongos patógenos tratasen de perjudicarla.

Como ves, hay muchas causas por las que el romero se puede secar, pero confiamos en que a partir de ahora puedas ir recuperándolo poco a poco.


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