Los campos de lavanda son espectaculares, un regalo de la naturaleza para nuestra vista y nuestro olfato. Quizá por ello, somos muchos los que queremos llevar parte de esa belleza a nuestra casa y optamos por plantar lavanda en macetas, el problema es que el resultado no siempre es bueno. ¿Por qué se seca la lavanda en maceta?
Los motivos por los que esto ocurre pueden ser muy variados, así que vamos a verlos con más detalle y a explicarte cómo debería ser el cultivo de esta planta en maceta para que esté lo más bonita y sana posible.
¿Por qué se seca la lavanda en maceta? Principales causas de este problema
Esta planta aromática destaca por su robustez, y es que lo aguanta prácticamente todo. Sin embargo, cuando la ponemos en maceta debemos ser especialmente cuidadosos si queremos que se mantenga sana.
Riego inadecuado
La lavanda es una planta originaria de regiones mediterráneas, así que está acostumbrada a suelos secos y bien drenados. Esto quiere decir que si el sustrato en el que la tenemos plantada retiene demasiado la humedad, nuestra planta se puede marchitar y secar.
Por otro lado, si ajustamos tanto el riego que este es deficiente, lo que provocamos es un estrés hídrico que también puede llegar a causar su muerte.
Lo bueno es que hay varias formas de evitar estos problemas:
- Drenaje adecuado. Al poner plantas con flores en macetas debemos asegurarnos de que el contenedor tiene suficientes orificios de drenaje para que el agua sobrante tras el riego pueda salir y no se estanque. Para potenciar todavía más el drenaje puedes añadir una capa de gravilla o arena en el fondo de la maceta.
- Riego moderado. La lavanda debe regarse únicamente cuando el sustrato esté seco al tacto. Introduce un poco el dedo en la tierra, si notas que está seca, puedes regar. En los climas templados suele ser suficiente con regar una vez por semana, mientras que en los más cálidos es posible que haya que hacerlo dos veces por semana durante el verano.
- Evitar el encharcamiento. Si tienes un plato debajo de la maceta para recoger el agua sobrante, retíralo después de regar, porque el contacto con el agua estancada puede dañar las raíces.
Falta de luz solar
Otra de las razones que explican por qué se seca la lavanda en maceta es que la planta no esté recibiendo suficiente luz solar para hacer la fotosíntesis. Si no está expuesta a la luz entre seis y ocho horas cada día, es normal que el crecimiento se ralentice y que las hojas muestren un tono amarillento y se acaben secando.
La solución pasa por:
- Cambiar de ubicación la maceta. Ponla en un lugar en el que pueda recibir la máxima cantidad posible de luz solar directa.
- Rotación de la maceta. Si la planta recibe luz únicamente por un lado, gira semanalmente la maceta para que reciba luz de manera equitativa por todos lados.
Sustrato inapropiado
El tipo y calidad de sustrato que utilizamos para nuestras plantas tiene un impacto directo en la salud de las mismas. Para la lavanda necesitamos un suelo arenoso, bien drenado y que sea ligeramente alcalino. Así que vamos a evitar a toda costa sustratos demasiado compactos que retienen mucha humedad.
Si crees que el sustrato es la causa de que tu planta de lavanda se esté secando, aplica estas soluciones:
- Utiliza una mezcla de sustrato adecuada. Puedes emplear uno específicamente desarrollado para plantas mediterráneas o cactus, e incluso hacer tu propia mezcla mezclando sustrato universal con algo de arena gruesa o perlita.
- pH del suelo. Esta planta prefiere que el pH esté entre 6.5 y 7.5. Si tu suelo es demasiado ácido, puedes ajustar su pH añadiendo un poco de cal agrícola.
Tamaño de la maceta
Una maceta demasiado pequeña puede hacer que nuestra lavanda se seque. Porque las raíces no pueden absorber bien el agua y los nutrientes si están demasiado compactadas.
La solución pasa por:
- Elegir una maceta espaciosa. Que sea de dos a tres veces más grande que el cepellón de la planta. No te excedas con el tamaño, porque un contenedor demasiado grande puede hacer que la planta dedique más energía a hacer crecer sus raíces que sus tallos y sus flores.
- Trasplante regular. Si notas que las raíces ya están saliendo por los orificios de drenaje o que la planta es demasiado grande para la maceta, es hora de hacer un cambio. Procura hacerlo durante la primavera o el verano, en la época de crecimiento activo, para que la lavanda se adapte bien a su nuevo contenedor antes de entrar en reposo con la llegada del frío.
Falta de circulación de aire
Todas las plantas necesitan una buena circulación de aire a su alrededor para mantenerse saludables, pero la lavanda es especialmente sensible a los espacios cerrados o con mala ventilación, y la humedad alrededor de sus hojas puede causar enfermedades fúngicas o que estas se sequen.
Los remedios que puedes aplicar son:
- Ubicación aireada. Busca para tu maceta un lugar en el que la planta pueda recibir una buena cantidad de aire. Si la tienes como planta de interior, ventila la habitación de forma regular para evitar la acumulación de humedad.
- Deja espacio suficiente. Si tienes varias plantas juntas, deja suficiente espacio entre ellas como para que el aire pueda circular libremente.
Condiciones climáticas extremas
Tanto el calor excesivo como el frío intenso pueden causar daños en las plantas, así que debes tener un mayor cuidado en las épocas en las que las temperaturas son especialmente altas o bajas.
- Protección frente al calor. En caso de ola de calor, riega la planta con más frecuencia y, si es posible, lleva la maceta a un lugar ligeramente sombreado durante las horas de mayor intensidad solar.
- Protección frente al frío. Si la temperatura cae por debajo de los 10º C, valora trasladar la maceta a un lugar más resguardado o cubrir la lavanda con algún material aislante.
Poda incorrecta
Una poda inadecuada puede debilitar la planta y que esta empiece a secarse. Para evitarlo, haz lo siguiente:
- Poda regular y ligera. Haz una pequeña poda en primavera para eliminar ramas muertas y dar forma a la planta.
- Deja algo de follaje. No cortes la madera vieja, ya que esto puede impedir que la planta rebrote. Procura dejar algo de follaje para estimular el crecimiento.
Ahora que ya sabes por qué se seca la lavanda en maceta, seguro que cuidarla para que esté sana y bonita te va a resultar un poco más sencillo. ¿Nos cuentas tu experiencia con esta planta?