La primavera es la estación de las flores por excelencia, pero… no la única. Durante los meses más calurosos del año son muchas las plantas que pueden aportar color y frescura a nuestro jardín o terraza, como por ejemplo los gladiolos, las dalias o los ranúnculos. Éstas tres tienen una cosa en común y es que se deben plantar en primavera para poder florecer dos o tres meses después, en verano.
¿Te animas a plantar bulbos? Deja que nosotros te ayudemos 🙂 .
La familia de las bulbosas es muy extensa: ¡hay más de 120 géneros con sus muchas especies y variedades! Y lo mejor, es que muchas de ellas florecen durante el verano. Hay algunas que se deben plantar en otoño para poder disfrutar de sus flores durante la primavera, como son los tulipanes o los jacintos; pero hay que otras que se plantan durante la primavera y florecen durante el verano e incluso en otoño. La lista de éstas últimas es muy, muy larga: dalias, ranúnculos, crocosmias, azucenas, caña de indias,…
Todas ellas tienen flores espectaculares, de colores muy vivos. Además, también te puedes encontrar con plantas bulbosas que destacan por tener hojas muy decorativas, como algunas variedades de la Canna indica.
Cómo se plantan y cuidan los bulbos
Las plantas bulbosas necesitan un sustrato/suelo con buen drenaje para evitar pudriciones. Así, te recomiendo mezclar turba negra con un 30% de perlita (o cualquier material similar). Si lo quieres plantar directamente en el jardín, haz un pequeño agujero de 20cm, rellénalo con sustrato universal y planta el bulbo a unos 5cm bajo el nivel del suelo, en una zona expuesta al sol directo.
Con respecto al riego, éste debe ser ocasional. Por lo general, tenemos que regar entre 2 y 3 veces por semana, aunque si ves que la tierra está muy seca, riega tus bulbos más seguido -evitando el encharcamiento- para que no se sequen y puedan producir una interesante cantidad de flores.
Planta bulbos en primavera, y disfruta de un verano lleno de color. 🙂