Problemas que puede tener el Ficus elastica

Problemas Ficus Elasticaca con muchas hojas de buena salud

Estar al tanto de cuáles son los problemas del Ficus elastica y cómo solucionarlos te puede ayudar a que tu planta esté sana y tan bonita como debería. Si has notado que algo parece ir mal con ella, te recomendamos que sigas leyendo.

Vamos a analizar cuáles son los problemas de salud más habituales que puede sufrir esta especie y qué podemos hacer para prevenirlos y para curarlos si es que ya han hecho acto de presencia.

Hojas amarillas

Ficus elastica con hojas verdes

Aunque los cuidados que necesitan los Ficus no son demasiado complejos, cualquier pequeño error que cometamos puede afectar a su salud.

En el caso concreto del Ficus elastica, es posible que hayas notado que algunas de sus hojas están cogiendo un tono amarillento. Este fenómeno puede tener varias causas, así que conviene que analices bien en qué condiciones está tu planta:

Exceso de agua

Un riego excesivo es la causa más habitual de que las hojas del Ficus se pongan amarillas. Para evitar este problema asegúrate de que la planta recibe agua únicamente cuando la capa superior del sustrato está seca al tacto, y utiliza macetas que tengan agujeros de drenaje.

Si te has pasado con el riego, deja la planta sin regar durante varios días. Si es un caso grave:

  • Saca el cepellón de la maceta.
  • Corta las raíces que se hayan podrido.
  • Deja secar el resto de raíces.
  • Replanta usando sustrato nuevo.

Falta de luz

Otra de las causas de las hojas amarillas es que la planta no está recibiendo suficiente luz para hacer la fotosíntesis. Para prevenir este problema asegúrate de que colocas el Ficus elastica en un lugar en el que reciba luz indirecta brillante, evitando la exposición a la luz solar directa durante muchas horas, porque las hojas podrían quemarse.

Si las hojas amarillas traen causa de este problema, prueba una nueva ubicación para la maceta. Preferiblemente, cerca de una ventana en la que la luz llegue filtrada por una cortina.

Estrés por cambios ambientales

Los cambios drásticos de temperatura, los traslados, los trasplantes o las corrientes de aire generan un estrés en la planta que puede amarillear sus hojas. Para evitarlo, procura no someter al Ficus a cambios importantes.

Si la causa de las hojas amarillas es el estrés, asegúrate de que la causa del mismo ha desaparecido. En unos días todo debería volver a la normalidad.

Caída de hojas, uno de los principales problemas del Ficus elastica

ficus elastica de hojas rosadas

No pasa nada si la planta pierde alguna hoja de vez en cuando, esto es natural. Lo preocupante es que las hojas empiecen a caerse en grandes cantidades.

Como en el caso de las hojas que se vuelven amarillas, esto puede suceder si hay un riego incorrecto (lo que ocurre aquí es que estás regando menos de lo que deberías) o si la planta se expone a un cambio repentino en los niveles de luz.

El problema también puede ser causado por una baja humedad ambiental, porque esta planta necesita un ambiente con humedad moderada.

Para darle solución a la caída masiva de hojas asegúrate de que riegas con frecuencia, evita someter la planta a cambios bruscos y aumenta la humedad ambiental rociando sus hojas con un poco de agua.

Manchas marrones en las hojas

Este es uno de los problemas del Ficus elastica que puede resultar complicado de solucionar, porque encontrar su causa no siempre resulta sencillo.

  • Quemaduras solares. Si has expuesto tu planta a muchas horas de sol directo, las manchas pueden ser quemaduras.
  • Riego irregular. Si sometes a tu Ficus a un estrés hídrico en el que unas veces pasa por períodos de sequía y otras le das mucho agua, también pueden aparecer manchas de este tipo.
  • Plagas. Insectos como los ácaros o las cochinillas dañan las hojas y su acción puede dar lugar a la aparición de hojas marrones.

Para prevenir y solucionar el problema asegúrate de ubicar la planta en un lugar en el que reciba luz brillante pero indirecta, y establece una periodicidad de riego que evite el estrés hídrico. Además, inspecciona regularmente el Ficus en busca de plagas y, si detectas la presencia de insectos, aplica soluciones lo antes posible.

Crecimiento lento

El crecimiento lento o atrofia es un síntoma de que hay problemas en el entorno o de que la planta no está recibiendo todos los nutrientes que necesita.

Las causas de este problema pueden ser:

  • Falta de luz. Si el Ficus no recibe suficiente luz, su crecimiento se hace más lento y las nuevas hojas son más pequeñas de lo normal para esta especie.
  • Falta de nutrientes. La planta no está bien alimentada y por eso no puede crecer.
  • Maceta pequeña. Las raíces del Ficus ya llenan toda la maceta y no pueden expandirse, lo que impide el crecimiento de la planta.

Las soluciones pasan por aumentar las horas de luz que recibe la planta, pero evitando el sol directo. Aplicar un fertilizante equilibrado cada cuatro o seis semanas durante los meses de primavera y verano y trasplantar el Ficus a un contenedor más grande (preferiblemente a principios de primavera).

Plagas

ficus elastica con hojas verdes y amarillas

No es extraño que los problemas de salud del Ficus estén causados por la acción de insectos como las cochinillas, los ácaros y los pulgones. Estos se alimentan de la savia de la planta y dan lugar a hojas decoloradas, debilitadas o deformadas, e incluso pueden causar la muerte del Ficus si no actuamos a tiempo.

Las plagas se propagan más fácilmente en ambientes secos, especialmente las de ácaros. Pero también es posible que la infestación se haya producido a través de la cercanía del Ficus con otras plantas que ya estaban siendo atacadas por insectos con anterioridad.

La prevención implica revisar semanalmente las hojas (por ambos lados) y los tallos. Si detectas presencia de insectos, retirarlos con ayuda de un paño humedecido con agua y jabón. En caso de que sea una infestación grave, aplica productos naturales como el aceite de neem o un insecticida específico.

Los problemas del Ficus elastica pueden hacer que esta planta resistente y relativamente fácil de cuidar sufra graves daños. La clave para evitarlos está en prestar atención a las señales que nos indican que algo va mal y hacer los ajustes necesarios lo antes posible.


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