Las plantas no se libran de las molestas plagas ni en nuestros hogares. Y es que, por mucho que queramos impedirlo, es frecuente que bichitos tan indeseables como las cochinillas, araña roja, o pulgones hagan su peculiar acto de presencia.
Pero, además de tener que lidiar con ellos, también deberán de adaptarse a las condiciones que nosotros les damos.
Las plantas de interior son aquellas que no soportan los inviernos fríos, y es por ello que deberemos resguardarlas en el interior de nuestro hogar. Pero eso no significa que las »plantas de interior» sean un tipo de plantas, sino que simplemente en su lugar de origen no han tenido que soportar condiciones extremas.
Dicho esto, hay algunas que viven bien en interiores, como por ejemplo las orquídeas, helechos, y algunas palmeras.
Aparte de tener que enfrentarse a las plagas antes mencionadas, también deberemos tener en cuenta lo siguiente:
- En la medida de lo posible, evitaremos las corrientes de aire, ya sean frías o calientes. Pueden hacer que las puntas de las hojas se tornen de color marrón y se vaya extendiendo por el resto de la hoja.
- El agua es algo muy importante, esencial, para todo ser vivo. Sin embargo, tanto si nos pasamos como si no regamos lo suficiente, podemos perder la planta. Como normal general, dejaremos secar el sustrato antes de volver a regar. Es muy recomendable comprobar la humedad del mismo antes de dar de beber a nuestra planta.
- La temperatura ideal para las llamadas plantas de interior es siempre superior a 10º. Si en interiores hace más frío, es probable que la planta empiece a decaer.
Es por ello que los problemas más comunes en interiores son los siguientes:
- Araña roja, pulgón, cochinillas… que se deberán combatir con productos específicos.
- Condiciones climáticas inadecuadas.
- Problemas con el riego.
- Abonar en una época errónea, o cuando la planta está enferma. Recordemos que no se debe abonar una planta que está pasando frío, o que no se encuentra en su mejor momento.
Por último añadir que, generalmente, una planta que está bien cuidada, le será más fácil superar estos baches. Con un correcto riego y abonado, y por supuesto una ubicación adecuada, conseguiremos evitar en gran medida estos problemas.
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