Si estás interesado en conocer los problemas de la planta oreja de elefante, es probable que hayas observado que algo no parece ir bien con tu planta de interior. Aunque es muy resistente, los fallos en los cuidados pueden hacer que no esté todo lo sana y bonita que debería.
Sigue leyendo y descubre qué es lo que le puede estar ocurriendo a tu planta y qué tienes que hacer para solucionarlo lo antes posible.
1. Pudrición de las raíces
Con las plantas de origen tropical no siempre resulta sencillo encontrar la frecuencia de riego adecuada y controlar la cantidad de agua que hay que aportar en cada momento, y esto es una fuente de problemas para la salud de estas variedades.
En el caso de la oreja de elefante, no es raro que se produzca la pudrición de sus raíces, ya sea porque se ha aplicado un exceso de agua o porque el sustrato utilizado no tiene una buena capacidad de drenaje.
Cuando el agua se acumula alrededor de las raíces se crea un ambiente que es perfecto para la proliferación de patógenos fúngicos que pueden llegar a matar a la planta.
Para saber si este es uno de los problemas de la planta oreja de elefante que tienes en casa, presta atención a estos síntomas:
- Hojas amarillas o marrones que se marchitan y acaban cayendo.
- Tallos que se reblandecen y muestran debilidad.
- Olor desagradable proveniente del sustrato.
- Raíces ennegrecidas y blandas con un aspecto descompuesto.
La solución pasa por aplicar menos agua y reducir la frecuencia de riego, dejando que el sustrato se seque ligeramente entre un riego y otro. Si el caso es grave, prueba lo siguiente:
- Saca la planta de la maceta, retira el sustrato y corta con una tijera desinfectada las raíces que estén podridas.
- Deja secar el resto de las raíces uno o dos días al aire.
- Aplica un fungicida específico para las raíces.
- Planta en una maceta limpia con sustrato nuevo que tenga una buena capacidad de drenaje.
2. Manchas marrones en las hojas
Las manchas marrones en las hojas son un problema habitual en muchas plantas, cuyas causas pueden ser muy variadas. En el caso de la planta orejas de elefante esto puede ocurrir si la hemos expuesto directamente al sol, si no estamos regando adecuadamente e incluso si se está produciendo una infección por hongos.
Lo que vamos a notar es que en las hojas comienzan a aparecer unas manchas marrones o negras que se van extendiendo y secando las partes afectadas. Si esas manchas aparecen rodeadas de un halo amarillo, esto es síntoma de que hay una infección por hongos.
La solución depende de cuál sea el origen del problema:
- Riego y humedad. Si la causa es un riego inadecuado, asegúrate de que la planta recibe suficiente humedad y de que estás regando con la frecuencia recomendable.
- Luz. En caso de una exposición solar incorrecta, traslada la maceta a un lugar en el que la planta reciba luz brillante de forma indirecta. Si la tienes ubicada delante de una ventana, usa una cortina que ayude a filtrar la luz.
- Fungicida. Cuando las manchas marrones son causadas por hongos, lo recomendable es cortar las partes afectadas de las hojas y aplicar un fungicida.
3. Hojas amarillas
Otro de los problemas de la planta oreja de elefante es que las hojas adquieren un tono amarillento como consecuencia de un exceso de riego, de la falta de nutrientes o porque no están recibiendo la suficiente luz. No obstante, esta también puede ser una afectación que se manifiesta de forma temporal si la planta ha estado expuesta a una corriente de aire frío o acaba de ser trasplantada.
Lo que observamos en estos casos es que las hojas pierden su color verde y se van tornando amarillas. Aunque el fenómeno suele comenzar en las hojas más antiguas, no tarda en extenderse a las nuevas y, con frecuencia, causa una caída prematura de las mismas.
La solución depende del origen del problema:
- Riego. Ajusta la frecuencia de riego dejando que el sustrato se seque ligeramente antes de aportar agua de nuevo.
- Nutrientes. Durante la época de crecimiento activo (primavera y verano) fertiliza la planta cada cuatro o seis semanas.
- Luz. Sitúa la maceta en un lugar en el que reciba luz indirecta brillante.
- Trasplante. Aporta condiciones estables de temperatura y humedad para disminuir el estrés que está sintiendo la planta.
- Corrientes de aire. Traslada la maceta a un lugar en el que no esté expuesta a las mismas.
4. Caída de hojas u hojas marchitas
Esto puede deberse a la falta de agua, a un exceso de sol, al estrés frente a los cambios y a las bajas temperaturas. Lo que ocurre es que las hojas pierden su turgencia y se inclinan hacia abajo, y es habitual que los bordes se vuelvan marrones o tengan un aspecto seco.
Para evitar este problema puedes hacer lo siguiente:
- Asegúrate de que la planta está recibiendo suficiente agua.
- Aumenta la humedad a su alrededor.
- No la expongas directamente al sol.
- Mantén un ambiente cálido, evitando las fluctuaciones extremas de temperatura en la estancia y las corrientes de aire frío.
5. Puntas de las hojas marrones. Un clásico en los problemas de la planta oreja de elefante
No es infrecuente que en esta u otras plantas observemos que las puntas de las hojas se vuelven marrones, se secan y se encogen. En algunos casos, este fenómeno también va asociado con el amarillamiento de las hojas.
Las soluciones que podemos aplicar son estas:
- Aumentar la humedad ambiental alrededor de la planta.
- Aplicar un riego uniforme, evitando el uso de agua con un alto contenido de sales o de cloro.
- Lavar el sustrato ocasionalmente para eliminar la acumulación de sales. Para ello, riega con abundante agua y deja que salga por los agujeros de drenaje.
6. Plagas
Si la planta está debilitada por tener estrés, una insuficiente circulación de aire o un riego inadecuado, es más sensible frente a la acción de las plagas de cochinillas, ácaros y pulgones.
Los síntomas que nos ponen sobre aviso de la presencia de estos insectos son:
- Aparición de pequeñas manchas amarillas o decoloración en las hojas.
- Presencia de secreciones algodonosas de las cochinillas, telarañas finas de los ácaros o insectos pequeños y móviles en las hojas y los tallos.
- Hojas que se ven dañadas y débiles.
Para acabar con este problema vamos a inspeccionar de forma regular las hojas para advertir cualquier síntoma de infestación. Si detectamos la presencia de insectos vamos a limpiar las hojas con un paño húmedo o un bastoncillo de algodón.
En caso de que la infestación sea grave, aplicamos jabón insecticida o aceite de neem y, por último, aumentamos la humedad y la ventilación para prevenir futuras infestaciones.
Estos son seis problemas de la planta oreja de elefante habituales cuando disfrutamos de ella como planta de interior. Por suerte, acabas de comprobar que son fácilmente solucionables. ¿Nos cuentas tus trucos para cuidar de esta preciosa planta?