¿Te gustaría propagar la planta rosario en agua fácilmente? La propagación de plantas es una forma fácil de añadir más flores o follaje de tu planta favorita a tu colección, y también puede ahorrarte dinero.
Aunque normalmente la propagación de plantas requiere cortar un tallo y colocarlo en tierra, algunas plantas se pueden propagar directamente en agua. Este artículo te explicará cómo propagar una planta rosario en agua y convertirlo en una planta más completa y saludable.
La planta rosario o senecio, es un tipo de planta suculenta fácil de cuidar y que puede producir flores de color rosa, blanco, violeta o lavanda. Estas plantas son conocidas por sus tallos colgantes y sus vibrantes colores. Además, son especialmente populares para macetas colgantes, estanterías o jardineras.
Es una planta que tiene una vida corta por lo general entre 3 y 5 años debido a eso es muy beneficioso comprender todos los cuidados y las mejores formas de continuar el crecimiento de la planta mediante la propagación.
En realidad, la propagación sirve para continuar con todos los cuidados y cortar trozos del tallo para producir otra planta, que se convierta en una más completa y saludable.
Propagación de la planta rosario en agua y los pasos a seguir
La propagación es el proceso de crear una nueva planta a partir de una existente. La propagación puede hacerse mediante semillas, esquejes o división.
La propagación en agua, es un sistema que se ha puesto muy de moda porque es muy sencillo. Se pueden crear pequeñas jardineras muy bonitas. Podemos utilizar macetas, jardineras, frascos y utilizar diversas especies de plantas que pueden crecer a través este sistema de propagación.
Se vuelve mucho más entretenido y atractivo. Se realiza a través de esquejes que son porciones pequeñas de los tallos que se colocan en agua. Cada planta que crece es un doble idéntico a la planta madre. Diferente es cuando las plantas nacen de las semillas, en la que cada nueva planta es diferente a la madre, como cuando nacen hermanos en una familia.
Una planta rosario puede propagarse en agua rápidamente y sin dificultad, lo que la convierte en una gran opción para los apasionados por la jardinería y también para los que recién comienzan. Para propagarla en agua, sigue estos pasos:
1) Reunir los materiales
El primer paso para propagar una planta de rosario en agua es reunir los materiales necesarios. Necesitarás una planta madre, un recipiente de vidrio o plástico transparente, agua a temperatura ambiente y una herramienta de corte como tijeras limpias y esterilizadas para no proporcionarle bacterias a la nueva planta.
Además, es posible que quieras tener a mano alguna hormona de crecimiento de las raíces para favorecer el desarrollo más rápido de las raíces. Cuando la planta ya ha comenzado a tener raíces vas a necesitar una maceta de 10 a 15 cm de profundidad.
2) Realizar un corte
El siguiente paso en el proceso de propagación es realizar un corte en la planta principal. Utiliza la herramienta de corte para eliminar un tallo de unos 5-8 cm de longitud.
El esqueje debe tener varias hojas y un corte limpio y en diagonal. Asegúrate de eliminar cualquier flor o capullo del esqueje, ya que pueden agotar la energía del esqueje y reducir sus posibilidades de éxito.
Tienes que quitar las primeras dos o tres perlas para que el tallo quede sumergido en el agua. Recuerda que el tallo es muy frágil y delicado, por lo que tienes que tener mucho cuidado al retirar las perlas.
3) Colocar el esqueje en agua
Después de hacer el esqueje en la planta principal colócalo en el recipiente con agua. Debes asegurarte de que sólo la parte superior del esqueje quede sumergida en el agua, no las hojas.
Lo ideal es utilizar un pequeño frasco o una taza pequeña de vidrio y debe quedar totalmente sumergido en el agua. El recipiente debe colocarse en un lugar cálido y luminoso, pero no se recomienda la exposición directa al sol, ya que puede hacer que el esqueje se marchite o pudra.
La mejor ubicación es en el alféizar de una ventana para que tenga buena fuente de iluminación, pero no totalmente directa.
4) Cuidar el esqueje y esperar el crecimiento de las raíces
Es importante vigilar el esqueje y cambiarle el agua cada tres o cuatro días. Además, puedes añadir hormonas de crecimiento de las raíces al agua para ayudar a impulsar el desarrollo de las raíces.
También debes vigilar el esqueje para detectar cualquier signo de moho o podredumbre, ya que esto puede propagarse rápidamente y arruinar el esqueje.
Esperar que crezca, en el caso de los esquejes puede demorar entre 2 y 5 días. A partir de allí las raíces van a comenzar a aparecer y pueden verse translúcidas.
Cuando se vean blancas y tengan 3 cm de crecimiento estarán listas para pasar a la tierra. Generalmente eso ocurre en una semana o dos, a partir de allí debes transferirlas a una maceta.
5) Trasplantar el esqueje a la maceta
Una vez que el esqueje haya desarrollado raíces de al menos 2,5 cm de longitud, estará listo para ser trasplantado.
Quita con cuidado el esqueje del agua y realiza el transplante a una maceta con tierra arenosa y bien drenada. Riega el esqueje y colócalo en un lugar iluminado y cálido. Es fundamental mantener la tierra algo húmeda, pero no regar en exceso.
Puedes trasladar la planta a una maceta pequeña o a un frasco de vidrio, es el mejor lugar para que crezca que sea un recipiente pequeño y bien drenado.
La maceta tiene que estar dispuesta en capas: la base tiene que contener grava, agregarle tierra para suculentas o cactus, y después la planta. Cuando empieces a notar la aparición de hebras adicionales deja de regar.
Ahora ya es tu turno de poder disfrutar de tu nueva planta que estará lista para tener su propia rutina de crecimiento y riego.
Al estar establecida tienes que regar la tierra hasta que esté húmeda y dejar que se seque completamente entre las sesiones de riego. Es importante respetar el ciclo de secado y estar atenta a las necesidades de la planta, no a una rutina estricta de riego.
Debe crecer en un espacio con luz solar directa durante varias horas e indirecta durante lo que reste del día. Recuerda que el riego excesivo puede provocar la pudrición de sus raíces.
La planta rosario es una gran opción para los amantes de las plantas y los principiantes, ya que son fáciles de cuidar y propagar.
La propagación puede hacerse cortando el tallo y colocándolo en agua, es un proceso rápido y sencillo. Si quieres añadir más ejemplares de esta bonita planta a tu colección, ¿por qué no probar la propagación en agua?