El romero es una planta de origen mediterráneo que se adapta a casi todo: a la maceta o al jardín; al sol o a la semisombra. Es además muy resistente a las plagas y a las enfermedades, por lo que cuidar de ella es una auténtica maravilla.
Pero también hay que decir que nos puede cuidar, pues las propiedades del romero son muy interesantes para que tengamos una muy buena salud.
¿Para qué sirve el romero?
El romero, cuyo nombre científico es Rosmarinus officinalis, es un arbusto que se utiliza muy frecuentemente para decorar los jardines, patios y balcones. Con un riego cada 3-4 días podremos conseguir un ejemplar del que podremos aprovechar sus magníficas propiedades medicinales. Dependiendo del modo de uso, nos será más útil para unos determinados males.
Uso externo
- Es muy eficaz para quienes practican deporte, ya que disminuye los dolores musculares y los calambres. Además, relaja los pies.
- Si tu cabello tiende a quebrarse, hazte un masaje con aceite de romero en la parte en la que nace y ya verás como poco a poco, se te solucionará el problema.
- Es útil para tener uñas fuertes y sanas.
- Ayuda a aliviar las llagas.
Uso interno
- Al tener un alto contenido en hierro, se puede usar para superar la anemia.
- Como complemento de un tratamiento con antibióticos, puede servir para tratar algunos casos de enfermedades de transmisión sexual.
- Retrasa el envejecimiento.
- Previene y combate el mal aliento.
Aún así, antes de empezar cualquier tratamiento con romero debes saber que si estás embarazada o crees que puedes estarlo no debes de tomarlo. Además, si el tratamiento es de larga duración, puede provocar dolor de cabeza, insomnio y espasmos.
El romero es una planta muy interesante que puede ayudarnos mucho si estamos enfermos, pero nunca hay que abusar de ella.