¿Has oído hablar de los árboles madre? Aunque puede que pienses que podrían formar perfectamente parte de un cuento, la realidad es que son plantas que existen realmente. De hecho, si has ido alguna vez a un bosque puede que te hayas encontrado con algunos ejemplares. Si te interesa profundizar más, puedes leer sobre cómo cultivar un árbol de persimón.
¿Que cómo distinguirlos del resto de plantas? Muy sencillo: por las »arrugas» de su tronco y ramas, por su copa extendida, por el espacio que ocupan; en definitiva, por su longevidad.
Hasta ahora se pensaba -y aún hoy dicho pensamiento está muy arraigado- que cada planta basaba su supervivencia en función de sus capacidades individuales; es decir, que el hecho de, por ejemplo, sobrevivir a una tormenta dependía única y exclusivamente de ellos, lo cual no termina de ser del todo cierto, no en su hábitat natural. Un ejemplo de la adaptación de algunos árboles se puede observar en el liquidámbar formosana, que es un árbol asiático muy resiliente.
Bajo el suelo del bosque hay un entramado de raíces que pertenecen a muchas especies de árboles distintos. Cada una de esas especies hace todo lo posible por conseguir la cantidad de agua que le corresponde, pero también traspasan información valiosa además de nutrientes para ayudar a sus congéneres. En el caso de los árboles madre, su rol es esencial en este ecosistema en particular.
Sin duda, el ejemplar más importante es el árbol madre; no en vano, es el que suele dar más sombra (la cual será bien aprovechada por los arbolitos más jóvenes), el que puede proteger más de los fuertes vientos, y también, el que puede enviar más comida a los demás. Para más información sobre qué especies se utilizan para hacer papel, puedes consultar este artículo. Sin el árbol madre, la nueva generación tendrá muchas dificultades por salir adelante; de ahí que sea tan importante no talarlo, nunca.
Imagen – Wikipedia/Aso Nihad
Los árboles crean comunidades que les sirven de protección. No le corresponde al ser humano impedírselo, y menos sabiendo que sin el oxígeno que expulsan a la atmósfera el aire que respiramos no podría estar tan relativamente limpio como lo está a día de hoy. La importancia de los árboles en el equilibrio del medio ambiente es clave, especialmente en climas húmedos donde su presencia es fundamental.
Para terminar, te voy a recomendar un libro que, si te encantan los árboles, seguro que te gustará mucho también: La vida secreta de los árboles, de Peter Wohlleben. No es un libro cualquiera: es un libro escrito basándose en estudios científicos, lo cual lo hace más interesante todavía. Su precio es de unos 11 euros y puedes conseguirlo aquí.