¿Qué es una dehesa y qué tipo de flora podemos encontrar en ella?

Qué es una dehesa y qué tipo de flora podemos encontrar en ella

Aunque la acción del ser humano muchas veces destruye la naturaleza en pos del desarrollo, hay ocasiones en las que nuestra actividad da lugar a espacios en los que los árboles y la flora pueden desarrollarse plenamente, como ocurre en la dehesa.

Este es un término del que oímos hablar con mucha frecuencia, pero no siempre tenemos del todo claro de qué se trata. Por eso, vamos a resolver todas tus dudas en este artículo.

¿Qué es una dehesa?

La dehesa es un bosque formado por especies como encina, alcornoque y pastos naturales, que normalmente se destina al mantenimiento del ganado, la actividad cinegética y el aprovechamiento de productos forestales como la leña, el corcho, las setas, etc.

Es un paisaje originario de la península ibérica, aunque hay dehesas en otras partes del mundo que tienen características similares. Se trata, en todo caso, de un ecosistema único muy apreciado por su biodiversidad, su importancia económica y su alto valor cultural e histórico.

Características que definen a la dehesa

Características que definen a la dehesa

Para tener claro que estamos en uno de estos espacios, vamos a valorar estos aspectos:

Uso del suelo

La dehesa combina pastizales con arbolado disperso. Entre la flora podemos encontrar encina, alcornoque, algarrobo, quejigos y hierbas gramíneas.

Paisaje abierto

Es una superficie arbolada semiabierta, de modo que el espacio entre los árboles permite el desarrollo de pastizales y matorrales.

Presencia de herbívoros

Lo habitual es que la dehesa esté destinada a la cría extensiva de ganado, muy especialmente cerdos ibéricos.

Los cerdos, las ovejas y las vacas pastan en los pastizales a la sombra de los árboles, contribuyendo así al mantenimiento de este ecosistema.

Variedad de especies

Junto a las especies vegetales y los animales de cría, en la dehesa también encontramos otros animales como pequeños mamíferos, aves, insectos y reptiles. De forma que se convierte en un importante refugio para la biodiversidad.

La dehesa es, además, el hogar de algunas especies en peligro de extinción como el lince o el águila imperial, lo que le reporta todavía más valor a estos espacios.

La importancia económica de la dehesa

La importancia económica de la dehesa

Este espacio natural tiene un importante valor por la actividad económica que se lleva a cabo dentro del mismo:

  • Ganadería. Como decíamos antes, la dehesa se destina a la cría de ganado. El pastoreo de animales en estos espacios da lugar a productos tan populares como el jamón ibérico, pero también a carne, leche y derivados lácteos.
  • Cultivo de árboles. En algunas dehesas también se lleva a cabo la recolección de subproductos de los árboles como las bellotas de las encinas o el corcho del alcornoque, para ponerlos después en el mercado.
  • Turismo rural. En los últimos años, las dehesas se han convertido en un destino interesante para quienes buscan nuevas experiencias en entornos naturales y rurales. Esto incluye desde visitas a las fincas ganaderas hasta degustación de productos locales.

El valor cultural e histórico de la dehesa

No se puede hablar de estos espacios sin mencionar la importancia que tienen dentro del patrimonio cultural e histórico de la península ibérica.

La dehesa es un reflejo de la relación intrínseca entre el ser humano y su entorno natural, que pone de relieve la forma en la que el ser humano ha sido capaz de adaptar y modificar el paisaje según sus necesidades.

A lo largo de la historia, las dehesas han sido siempre gestionadas de forma sostenible por las comunidades locales, que son las que han contribuido a la conservación del ecosistema y la preservación de la biodiversidad. Los conocimientos y las técnicas para la explotación sostenible de las dehesas tienen un gran valor a la hora de proyectar esa sostenibilidad a otros espacios.

¿Qué tipo de flora nos encontramos en una dehesa?

¿Qué tipo de flora nos encontramos en una dehesa?

Una de las particularidades que distinguen a la dehesa es que su flora es muy diversa y está compuesta por múltiples especies vegetales entre las que hay árboles, arbustos y hierbas. Entre las más comunes podemos destacar las siguientes:

Encina

Este es uno de los árboles más característicos de la dehesa. Su fruto, la bellota, constituye la fuente principal de alimento para la fauna silvestre y el ganado, y tiene una importancia trascendental para la obtención del jamón ibérico de bellota.

Al ser una especie muy resistente frente a la sequía y el calor, es una buena elección para los climas mediterráneos de la dehesa.

Alcornoque

El alcornoque es otro árbol de presencia habitual en la dehesa, porque también produce bellotas. Además, de su corteza se extrae el corcho, que se puede retirar sin necesidad de dañar el árbol, lo que le da a esta especie todavía más valor económico.

Hierbas gramíneas y pastos naturales

En la dehesa observamos una gran variedad de especies herbáceas, porque son estas las que sirven de alimento para el ganado.

Piño piñonero

Esta especie es menos frecuente que las encinas y los alcornoques, pero puede estar presente en los bosques mixtos.

Su valor reside en que produce piñones, una semilla comestible con un alto valor en el mercado y que, además, también sirve como alimento para aves y mamíferos.

Melojo

El melojo es una especie de roble caducifolio que crece en las zonas más frescas y húmedas de la dehesa. Produce bellotas, por lo que también es una fuente de alimento para la fauna silvestre y el ganado.

Castaño

Su presencia en la dehesa no es tan común como la de otros árboles de los que ya hemos hablado, pero suele estar presente para variar la alimentación de los animales a través de las castañas.

Fresno y coscoja

El primero es un árbol y el segundo un arbusto. Están presentes en las dehesas por su capacidad para generar alimento para los animales y porque proporcionan un hábitat para la fauna silvestre.

La dehesa es un bosque mediterráneo modificado por el ser humano para su aprovechamiento. En España existen entre 3,5 y 5 millones de hectáreas que funcionan como dehesa, lo que nos permite hacernos una idea de lo importante que es. Pero la sequía de los últimos años se ha convertido en un importante riesgo para ella, así como la expansión de enfermedades como “la seca”, que afecta a más de 1.000 especies vegetales y ha provocado que, en la última década, se hayan arrancado casi medio millón de árboles. ¿Qué te parece, sabías todo esto de la dehesa?


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