Conocer más sobre las plantas, no solo sobre sus cuidados, sino también sobre sus características, nos ayudan a entenderlas mejor. Y además, es un tema que, aunque puede parecer complicado (bueno, vale, no vamos a engañarnos: según qué temas sí lo son bastante 🙂 ) si tienes a alguien que te lo vaya explicando se puede dar el caso de que quieras saber más.
En Jardinería On queremos ser esa persona, porque nos encantan las plantas. Así que en esta ocasión vamos a explicarte qué es una infrutescencia.
¿Qué es?
Una infrutescencia es el resultado de la fecundación de una inflorescencia (grupo de flores) compacta, así como también de la fecundación del óvulo de ciertas flores apocárpicas (es decir, que tienen los carpelos -órganos de reproducción femeninos de aspecto similar a una hoja pero modificada que contienen los óvulos- separados, formando cada uno un pistilo).
En ella, los frutos se encuentran tan juntos que parece que solo hay un único fruto, lo cual puede crear confusión. Pero no hay nada de qué preocuparse: sabremos si tenemos una infrutescencia si abrimos el fruto y observamos su estructura interna.
¿Qué tipos hay?
Poliaquenio
Están formados por diminutos frutos individuales con un receptáculo carnoso.
Sicono
Es un falso fruto con receptáculo carnoso, de forma carnosa, que está recubierto por pequeños aquenios (son frutos secos cuyas semillas no están adheridas a la piel de los mismos).
Cinorrodón
Es un falso fruto donde el receptáculo se vuelve carnoso, y protege en su interior a numerosas semillas.
¿Cómo se siembran?
La infrutescencia, como vemos, puede ser comestible… o no; en cualquier caso, si queremos tener nuevos ejemplares, lo ideal es que la abramos para extraer las semillas para luego sembrarlas en una bandeja de semillero (puedes conseguirla aquí) con sustrato de cultivo universal poniendo un máximo de dos en cada alvéolo.
Luego, solo nos quedará regar y ubicarlo en el exterior, en semisombra.
¿Qué te ha parecido este tema?