Qué hacer con los lirios después de florecer: lo que debes saber

Qué hacer con los lirios después de florecer

Si tienes lirios, o has sucumbido a estas bellezas este año, seguro que vas a disfrutar de una primavera y un verano con montones de flores (y flores que duran mucho). Pero, ¿qué hacer con los lirios después de florecer? ¿Hay algunos cuidados especiales para mantener la planta durante el invierno? ¿Se pierde?

Si quieres saber todo lo relacionado con la planta de lirios tras su floración, sigue leyendo porque te lo vamos a explicar todo.

Cuántas veces florecen los lirios

Flor blanca

Lo primero que debes saber es que la época de floración de los lirios va desde que empieza la primavera hasta final del verano. Esto quiere decir que, durante esa época, tendrá flores. Estas pueden durarte todos esos meses y quizá las tengas hasta noviembre o así, aunque a final de septiembre empezará a ir perdiéndolas.

Exacto, aunque se dice de ellas que son plantas perennes, las flores no les duran para siempre, sino que tienen que morir para dar paso, la siguiente primavera, a otras plantas.

Por eso, debes saber qué hacer con los lirios después de florecer.

Lirios y final de floración: qué hacer con ellos

Flor de color naranja

Imagina que acabas de llegar al final de la época de floración de los lirios. Y verás que las flores empiezan a marchitarse. ¿Qué hacer con los lirios después de florecer? Pues es fácil:

Lo primero será cortar la cabeza de la flor. No, no nos hemos vuelto locos, pero te recomendamos que, cuando veas que se marchita, la cortes cuanto antes. Mientras más tiempo permanezca, la flor más semillas generará. Y sí, eso quiere decir que no tendrás semillas para plantar al año siguiente, pero es que la producción y crecimiento de estas agota a la planta que puede necesitar esa energía para volver a brotar. Por eso, lo mejor es cortarlas (justo por debajo de donde empieza la flor). Eso sí, siempre con un corte transversal.

Una vez te has desecho de la flor, lo siguiente es hacer otro corte transversal para «podar» la planta. Ojo, que no estamos diciendo que quites todo el tallo de la planta. Ni mucho menos.

Lo mejor es cortar unos 4-5 centímetros (más o menos) de cada tallo para prepararla para el invierno. Además, eso conseguirá que haya nuevos brotes.

Sin embargo, si cuando llegue el otoño ves que la planta se marchita por completo, no te asustes. En este caso tendrás dos opciones:

Sacar los bulbos

Puedes arrancar las hojas y tallos y desenterrar los bulbos. Es una ocasión para ver si se pueden dividir.

De hecho, se recomienda que, cada 3-5 años, se miren y se dividan los bulbos para tener más plantas, sí, pero también para que aumente su salud y su rendimiento. Tienes que guiarte por las raíces y plantas que tenga el bulbo de tal forma que cada corte lo tengas con una planta al menos.

Una vez hecho, te recomendamos que los dejes 3-4 días en un lugar con ventilación, aun estando a oscuras, y al aire, porque lo que queremos es que las heridas les cicatricen. Si los guardas estando frescos puede provocar que se pudran.

Pasado ese tiempo, ya sí podrás guardarlos en un lugar seco y oscuro. Puede ser un tarro de cristal, por ejemplo, que cubras con algún trapo (por dentro o por fuera).

Después, cuando llegue la primavera, podrás recuperarlos y volver a plantarlos. Eso sí, intenta respetar una distancia entre plantas de al menos 18 centímetros.

Dejar los bulbos

La otra opción es arrancar las hojas y tallos pero dejar los bulbos en la maceta. No es tampoco mala idea, de hecho muchos lo hacen.

Ahora bien, si los dejas en la maceta, lo que sí debes tener cuidado es de que los fríos y heladas no afecten al bulbo. Y, para ello, debes proteger la parte de la tierra. ¿Cómo? Por ejemplo, echándole un poco de más tierra, cubriendo con una manta térmica, o similar.

Es una manera para que el bulbo se mantenga en buen estado y salga adelante al año siguiente. Eso sí, vigila cuando empiece el buen tiempo no sea que lo que le has puesto para protegerla impida que puedan salir los brotes. En el momento en que veas que la temperatura va subiendo, intenta liberar un poco esa parte donde esté el bulbo por si quisiera salir ya. Pero no te confíes, que pueden venir heladas o fríos que echen a perder todos los cuidados que hayas tenido en invierno.

Cuidados de los lirios en invierno

Lirio blanco

Para finalizar, te vamos a dar las claves para cuidar lirios en invierno. Estos estarán enfocados a que hayas dejado los bulbos en la maceta y que estos puedan estar bien. En realidad, no son muchos detalles los que tener en cuenta, pero te ayudarán a entender qué hacer con los lirios después de florecer.

Ubicación y temperatura: La ubicación puede ser la misma que donde la tenías. Como vas a proteger la maceta no habrá ningún problema y, por otro lado, mantendrás los días soleados y el clima que tenía, así que no se estresará.

Riego: Nulo. Si no tienes planta, lo peor que puedes hacer es regarla, porque no le va a servir de nada a los bulbos y lo que sí conseguirás es que estos se te pudran y no salgan adelante para la temporada siguiente. Deja la regadera a un lado para no hacer nada. Solo si tienes la planta deberás regar, pero mucho menos que en primavera o verano.

Plagas y enfermedades: En esto sí deberás estar vigilante, sobre todo si aparece humedad en la maceta, un moho blanco, etc. Si es así, puede poner en peligro tus bulbos. Si eso pasa lo mejor es sacar la primera capa de tierra y tirarla, colocarle una nueva tierra y volver a vigilar. Es algo que ocurre a menudo cuando hay mucha humedad en el ambiente. Por lo que a veces se requiere cambiar la maceta a otra parte más seca. En cambio, si están en el suelo, tendrás que protegerlas mucho mejor para que la humedad no afecte al bulbo en sí.

Ahora ya sabes qué hacer con los lirios después de florecer. Así, estarás preparado para cuando llegue esa época y podrás volver a tener sana tu planta en la siguiente temporada. ¿Eres de dejar los bulbos en la maceta o de sacarlos?


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