La azalea es un pequeño árbol que se ha hecho muy popular gracias a la indudable belleza de sus flores. Aunque es bastante resistente, es posible que en algún momento tengas que hacer frente a un problema relativamente común: a la azalea se le caen las hojas.
En muchos casos esto no se debe a nada grave, pero siempre es buena idea reforzar la atención que le damos a nuestra planta para que recupere su salud y sus belleza lo antes posible.
¿Por qué a la azalea se le caen las hojas?
Además de por sus flores, este árbol llama la atención por su follaje denso y de color verde intenso. Por eso, cuando las hojas empiezan a caer sin motivo aparente, es normal que empiece la preocupación.
Lo primero que tienes que hacer ante una situación de este tipo es saber qué le está ocurriendo a la planta. Veamos qué factores pueden estar provocando este fenómeno.
Factores ambientales
Todo aquello que está en el entorno de nuestras plantas puede afectar para bien o para mal a su estado de salud. En el caso de las azaleas, los factores ambientales que más le afectan y que pueden provocar la caída de las hojas son estos:
- Estrés hídrico. Tanto si te pasas regando como si has dejado la planta sin regar durante más tiempo del debido, vas a alterar su equilibrio hídrico y esto afectará a sus funciones vitales. Como resultado, es más que probable que las hojas se caigan.
- Cambios bruscos de temperatura. Este árbol es especialmente sensible a los cambios de temperatura. Si está expuesto de forma prolongada a mucho calor o a heladas, las hojas se dañan y acaban desprendiéndose.
- Baja humedad ambiental. Las azaleas se desarrollan mejor en ambientes húmedos y frescos. Si las tenemos en un entorno seco, las hojas van a presentar un aspecto mustio y van a caer.
- Corrientes de aire. La exposición de esta planta de forma constante a corrientes de aire frío deshidrata las hojas y debilita la salud de la azalea, lo que favorece la caída foliar.
Factores relacionados con el suelo
Por muy buenos que sean los cuidados que le das a tu azalea, si las condiciones del suelo no se adaptan a lo que esta necesita, su aspecto no será el que esperas.
- Mal drenaje. Si el sustrato no permite una buena evacuación del agua, hay un mayor riesgo de que las raíces se acaben asfixiando por el encharcamiento, y esto genera la caída de las hojas.
- Suelo inadecuado. Esta planta prefiere suelos ácidos y ricos en materia orgánica. Si has elegido para ella un suelo alcalino o pobre en nutrientes, le dificultas la absorción de agua y nutrientes, y eso se nota en su estado general, pero especialmente en sus hojas, que están más débiles y se caen antes de tiempo.
- Salinidad del suelo. Cuando el suelo acumula un exceso de sales se produce la deshidratación de las raíces, lo que afecta a la absorción de nutrientes.
Plagas y enfermedades
Los insectos como los ácaros y las cochinillas pueden atacar con persistencia a las azaleas. Lo que hacen es succionar la savia y debilitar la planta, provocando con ello la caída de las hojas.
Además de los insectos, los hongos también son un factor de riesgo para tu planta. De hecho, es en las hojas donde puedes apreciar en mayor medida la presencia de los mismos, porque suelen aparecer manchas antes de que la hoja acabe por caer.
Factores fisiológicos
A la azalea se le caen las hojas por un desequilibrio nutricional, tanto si recibe un exceso de nutrientes como si tiene una importante carencia de los mismos. Por eso es importante aplicar el fertilizante en dosis adecuadas.
Por otro lado, la caída foliar puede deberse simplemente a que las hojas han terminado su ciclo de vida y caen de forma natural.
¿Qué puedo hacer si a la azalea se le caen las hojas?
Ahora que sabemos cuál puede ser el origen del problema, es momento de tomar medidas:
Evalúa las condiciones ambientales
Examina si las condiciones a las que está expuesta son las mejores para esta planta:
- Riego. Si ves que el suelo está muy húmedo, déjalo secar totalmente y después riega con menos frecuencia. Por el contrario, si no has regado suficiente, asegúrate de que empiezas a regar con más frecuencia.
- Temperatura. Ubica la planta en un lugar en el que esté protegida de las corrientes de aire y de los cambios bruscos de temperatura. Esto es más fácil si tienes la azalea en maceta.
- Humedad. Si el ambiente está seco, ten la precaución de rociar las hojas con agua en spray al menos una vez a la semana.
- Luz. Si has puesto la planta en un lugar en el que recibe sol directo, muévela a una zona en la que tenga algo de forma parcial.
Revisa el sustrato
- Supervisa que la tierra que estás utilizando tiene una buena capacidad de drenaje. Si no la tiene, prueba a añadirle un poco de perlita o de arena, y comprueba también que los agujeros de drenaje de la maceta estén haciendo su trabajo.
- Comprueba el pH del sustrato y, si no es suficientemente ácido, puedes usar un fertilizante específico para subir la acidez.
Combate plagas y enfermedades
- Inspecciona las hojas, los tallos y la raíces en busca de insectos o de hongos.
- Si aprecias que algo va mal, toma medidas de forma inmediata.
Consejos de prevención
Para mantener tu azalea bonita y sana, prueba a utilizar estos sencillos consejos de cuidado y no tendrás que enfrentarte a hojas que se caen cuando no les toca:
- Realiza una poda ligera después de la floración para estimular la aparición de nuevos brotes.
- Si la planta está muy enraizada, ponla en una maceta más grande cuando llegue la primavera.
- Dale unos buenos cuidados desde el principio.
Cuando a la azalea se le caen las hojas puede ser por diferentes motivos, pero todos ellos tienen solución si tratas el problema a tiempo.