Mucho antes de que se inventaran los medicamentos modernos la humanidad confiaba en las plantas cuando quería aliviar sus síntomas, independientemente de lo que tuviesen. Es cierto que por aquel entonces no había otra cosa a la que poder acudir, pero hoy en día muchos productos farmacéuticos están hechos con componentes de las plantas.
Si bien hay de varios tipos, en esta ocasión nos vamos a centrar en los árboles medicinales. Sigue leyendo para saber qué son exactamente y para qué sirven.
¿Qué son los árboles medicinales?
Estas plantas son aquellas a partir de las cuales se extraen productos que son utilizados para la confección de medicinas tanto naturales como químicas. Un ejemplo es la aspirina o el ácido acetil salicílico, un medicamento que solemos tener en casa. Estas pastillas están hechas con un componente obtenido a partir de la salicina de los sauces en el año 1853 por Charles Frederic Gerhardt. Cuando no había medicinas, se usaban las hojas de sauce para realizar infusiones y preparados con el mismo fin de la aspirina: aliviar el dolor, la inflamación o la fiebre.
Pero no sólo se utilizan las hojas, sino también la corteza, las flores, las resinas e incluso el látex. Las legumbres del algarrobo, por ejemplo, conocidas como algarrobas, son unos de los remedios más eficaces en casos de estreñimiento. Por otra parte, las flores y brácteas del tilo en infusión te pueden ayudar a dormir mejor, ya que son muy útiles contra el insomnio, el estrés y otros problemas de los nervios.
Y eso por no hablar de la cantidad de árboles y plantas que se encuentran en las selvas lluviosas que todavía no se conocen y que podrían ser la cura que buscamos para enfermedades tan serias como el cáncer o el sida.