Imagen – HGTV.com
Hay una serie de árboles que tienen mucha tendencia a sacar vástagos que lo que hacen es consumirle mucha energía a la planta. De hecho, precisamente de esta característica procede el nombre de chupones.
Todos aquellos que tenemos alguna planta arborícola tendremos que ir quitándoselos en cuanto aparezcan, no sólo para tener una planta más sana y bonita, sino también para evitar tener un bosque formado sólo por una especie 🙂 .
¿Qué es un chupón?
En botánica, un chupón es un vástago que brota de las ramas principales, del tronco o de las raíces de los árboles. En estado silvestre, son muy útiles para estas plantas, ya que con ellos consiguen ocupar más espacio y, con ello, aumentar las probabilidades de propagar su especie. Sin embargo, tienen un importante inconveniente y es que consumen mucha energía, de modo que no es de extrañar que la esperanza de vida de estas plantas se acorte.
Por este motivo, en agricultura se llevan a cabo podas selectivas para eliminarlos, pues lo que se pretende es tener un árbol sano, con una vida lo más larga posible y que produzca frutos de calidad.
¿Cómo se ha de quitar?
Los chupones se pueden quitar en cuanto aparezcan, siendo especialmente recomendable a comienzos de primavera o en otoño. Para ello, podremos quitarlos utilizando tijeras si son brotes verdes o con un cuchillo de sierra si han empezado a lignificar (producir madera). Eso sí, independientemente de la herramienta que utilicemos ésta tiene que desinfectarse con alcohol de farmacia antes de su uso y después. De esta manera, no expondremos a la planta a posibles infecciones que podrían debilitar su salud.
Un árbol es una planta magnífica que nos puede dar una buena sombra, la posibilidad de disfrutar de la belleza de sus flores y/o una gran cantidad de frutos. Ayudémosle a vivir más quitándole los chupones.
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