
Atriplex polycarpa
Imagen – Flickr/Bill & Mark Bell
En el mundo existen una gran cantidad de tipos de plantas, tanto es así que para poder clasificarlas y saber reconocerlas la humanidad ha tenido la necesidad de crear nombres que las identifiquen. Uno de esos es quenopodiáceas, que hace referencia a unas 1400 especies de hierbas y algunos pocos arbustos y trepadoras.
Son unas plantas que recuerdan mucho a los amarantos, de hecho, la familia a la que pertenecen es, en realidad, una subfamilia de las amarantáceas. ¿Por qué? Porque tras diversos estudios, los botánicos pudieron comprobar que comparten gran parte del ADN y, además, también muchas de sus características.
Características de las quenopodiáceas
Spinacia oleracea
Como decíamos, la subfamilia de las amarantáceas conocida como Chenopodioideae, está compuesta por unas 1400 especies repartidas en un centenar de géneros, como Axyris, Cycloloma, Exomis o Stutzia.
Se caracterizan por tener hojas simples o alternas con el borde entero; aunque hay algunas que no las tienen. Las flores son pequeñas, hermafroditas o unisexuales, y se agrupan en inflorescencias; y el fruto es un utrículo, es decir, a un aquenio con pericarpo tenue.
Se encuentran en la región mediterránea y en marismas.
¿Cuáles son las más conocidas?
Chenopodium berlandieri
Imagen – Wikimedia/Jim Pisarowicz
Son las siguientes:
- Del género Atriplex, tenemos al Atriplex polycarpa (abanico de mar).
- Del género Beta, tenemos a la Beta vulgaris (remolacha).
- Del género Chenopodium, tenemos a la Chenopodium quinoa (quinoa).
- Del género Dysphania, tenemos al Dysphania ambrosioides (epazote).
- Del género Spinacia, tenemos a la Spinacia oleracea (espinaca).
Como ves, las quenopodiáceas son plantas que pueden ser muy interesantes para las personas, pues algunas de sus especies son comestibles y su cultivo es sencillo. Además, aunque no tienen flores especialmente bonitas, su valor ornamental es lo suficientemente alto como para pensarse en tenerlas en el jardín .
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