Barcelona ha estrenado los renovados jardines de Sant Pau del Camp con una jornada festiva abierta al vecindario del Raval Sud. En torno a este histórico enclave, las entidades de la Taula d’Entitats del Camp de Sant Pau han impulsado un día lleno de actividad para celebrar la recuperación de un espacio público muy esperado.
La intervención, concluida este verano, ha supuesto 1,15 millones de euros de inversión y la transformación de 813 m². Enmarcada en el Pla de Barris de Ciutat Vella, la actuación busca reforzar los espacios de estancia y paseo en una zona con pocas áreas verdes, además de mejorar la accesibilidad y el uso comunitario del entorno.
Qué cambia en los jardines: más juego, cultura y movimiento
El proyecto incorpora una nueva zona de juegos infantiles, con elementos creativos entre los que destacan las letras ‘PAU’ convertidas en piezas lúdicas para trepar, esconderse y explorar a su aire.
También se ha habilitado una plataforma a modo de escenario para pequeñas actuaciones y actos vecinales, situada junto a la chimenea protegida de la antigua fábrica Nicolau Tous i Soler, que hace las veces de guiño a la memoria industrial del barrio.
Para quienes se mueven sobre ruedas, el recinto suma un circuito lúdico con ondulaciones y resaltes, pensado para bicicletas y juegos de equilibrio, que dinamiza el espacio sin perder de vista la seguridad y la convivencia.

Un referente vecinal en el Raval Sud
Desde el distrito subrayan que se trata de un “espacio codiciado” en el Raval sur, donde escasean los lugares amplios para pasear y encontrarse. La expectativa es que el recinto se convierta en punto de reunión y motor de vida comunitaria a pie de calle.
En el acto de reapertura estuvieron presentes el concejal del distrito, Albert Batlle, y el comisionado del Pacto por Ciutat Vella, Ivan Pera, acompañando a entidades y vecinos y animando a programar actividades regulares en el nuevo escenario ciudadano.
Además de recuperar un espacio abierto, la intervención mejora la conexión con equipamientos del entorno como El Molino, el Teatre Arnau, el Conservatori del Liceu, Paral·lel 62 o el CEM Can Ricart, tejiendo una red más cómoda para los desplazamientos de proximidad.
Un entorno con historia milenaria
El jardín abraza la iglesia y monasterio de Sant Pau del Camp, considerado el templo románico más antiguo conservado en Barcelona. Sus orígenes se remontan probablemente al siglo IX y aparece documentado ya en el año 977.
Fundado por Wifredo II Borrell, el complejo benedictino nació extramuros, literalmente “en el campo”, de ahí su nombre. Con el paso de los siglos, el conjunto ha resistido saqueos como el de 985, periodos de desamortización y usos tan dispares como el militar en el XIX.
Tras daños durante la Semana Trágica y la Guerra Civil, Sant Pau del Camp fue protegido y declarado Monumento Nacional en 1879. Hoy, este rincón de calma dialoga con un Raval tan diverso como dinámico, que vuelve a ganar espacio público de calidad a su alrededor.
Programación de la jornada inaugural
La celebración se ha prolongado de 11:00 a 21:00, con clases deportivas, propuestas familiares y música en directo para todos los públicos, apostando por actividades accesibles y de proximidad.
Entre las citas destacaron yoga y zumba, un vermut popular, conciertos, espectáculos para la chavalada y una chocolatada; el cierre corrió a cargo de la compañía Xamfrà con un espectáculo de danza a las 20:30, tras los parlamentos institucionales.
Con la obra terminada, el barrio gana un pulmón cívico y funcional: juegos infantiles, escena para la cultura de base y un circuito que invita a moverse, todo ello en el marco del Pla de Barris y con mejores enlaces hacia referentes cercanos como el Conservatori del Liceu o Paral·lel 62; un paso adelante para el Raval Sud que suma convivencia, memoria y actividad cotidiana.