La Robinia hispida es una maravilla: no es tan alto como otros árboles, produce flores muy bonitas y además es resistente al frío y a las heladas. Su mantenimiento es, pues, muy sencillo, apto para principiantes.
Así que si andas buscando un árbol que tenga más pinta de arbusto que te pueda dar muchas y grandes satisfacciones, no lo dudes: dale una oportunidad a esta especie. Descúbrela.
Origen y características
Nuestro protagonista es un arbusto o arbolito caducifolio nativo del monte bajo del sudeste de los Estados Unidos cuyo nombre científico es Robinia hispida. Popularmente se le conoce como acacia rosada, acacia rosa o falsa acacia rosada. Crece hasta alcanzar una altura máxima de 6 metros, y tiene una copa amplia de unos 3 metros de diámetro. Las hojas son pinnadas con hasta 13 folíolos, y sus flores nacen en racimos colgantes de color rosado o violáceo. El fruto es una vaina planta.
Hay al menos 5 variedades:
- Fertilis
- Hispida
- Kelseyi
- Nana
- Rosea
Usos
Aparte de usarse como ornamental, tiene otros usos:
- Medicinal: la raíz para el dolor de muelas, y en infusión de hojas como tónica.
- Madera: para hacer cercas, lazos y también se emplea en la construcción de viviendas.
¿Cuáles son sus cuidados?
Si quieres tener un ejemplar de Robinia hispida, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:
- Ubicación: ha de estar en el exterior, a pleno sol.
- Tierra:
- Maceta: sustrato de cultivo universal.
- Jardín: crece en todo tipo de suelos.
- Riego: serán suficientes unos 3 riegos a la semana en la época de más calor, y cada 4 días el resto.
- Abonado: desde comienzos de primavera hasta finales del verano se puede abonar con guano por ejemplo.
- Multiplicación: por semillas en primavera.
- Poda: a finales de invierno se han de quitar las ramas secas, enfermas o rotas.
- Rusticidad: resiste el frío y las heladas de hasta los -12ºC, pero no puede vivir en climas sin heladas.
¿Qué te ha parecido la Robinia hispida?