Cuando los rosales entran en tu vida descubre que no solo hay un tipo, sino muchas variedades diferentes, a cuál más hermosa. Una de ellas es la rosa La Sevillana, un nombre científico que en realidad no hace mención a su origen (no es de Sevilla).
¿Quieres saber cómo es la rosa La Sevillana? ¿Qué características tiene y los cuidados que debe tener para comprar una para tu jardín? Entonces échale un vistazo a esta ficha que te hemos preparado. ¿Empezamos?
Cómo es la rosa La Sevillana
Lo primero que debes saber de la rosa La Sevillana es que «La Sevillana» es su nombre científico. Se trata de un cultivar que debe su origen a la rosalista Marie-Louise (Louisette) Meilland. Lo creó en Francia en 1978 como un cruce entre varias semillas (‘MEIbrim’ x ‘Jolie Madame’ x ‘Zambra’ x ‘Zambra’) y polen ((‘Tropicana’ x ‘Tropicana’) x (‘Poppy Flash’ x ‘Rusticana’)) según aparece en Wikipedia.
Físicamente puede alcanzar los 60-120 centímetros de altura, pero es bastante más ancha, puesto que puede llegar a los 150 centímetros.
Cómo son sus hojas y flores
En el caso de las hojas, estas son de color verde oscuro y son muy brillantes. Igual pasa con el tallo, erecto y de una tonalidad oscura.
Sin embargo, no pasa lo mismo con las flores, que pueden ser naranjas o rojizas. En realidad, es posible que encuentres bajo este mismo nombre otros rosales blancos o rosados; pero estos no son los originales, sino cultivares «paisajísticos» de La Sevillana.
Centrándonos en las flores originales, cada una de ellas puede medir unos 7-8 centímetros de diámetro. Además, están formadas de unos 9-16 pétalos. Las flores son solitarias, no es habitual que las eche en grupos.
Si bien la primavera y el verano son las épocas en las que más puede florecer, lo cierto es que lo hace a lo largo de todo el año si tienes una poda más tardía o frecuente.
En cuanto a su vida útil, suele ser bastante larga, hablamos de entre 30 y 100 años.
Cuidados de la rosa La Sevillana
Tras conocer más a fondo la rosa La Sevillana, ¿te gustaría tenerla en tu jardín? Lo cierto es que no es difícil, porque se puede encontrar en muchas tiendas. Pero si además le proporcionas los cuidados que necesita conseguirás que te dure mucho más tiempo y puedas disfrutar de esas rosas «peculiares».
Iluminación y temperatura
Como prácticamente todos los rosales, este no es diferente con respecto a la ubicación. La mejor es el exterior, y si es posible a pleno sol porque lo resiste muy bien. De hecho, no te debes preocupar por el sol que le dé ni el calor que haga, no le pasará nada.
Al menos necesita 8 horas de sol directo para que florezca de manera adecuada. Es verdad que se puede adaptar a tener menos horas, o incluso a la sombra, pero eso impedirá que florezca.
En cuanto a la temperatura, tampoco te debes preocupar en demasía. El calor sabes que lo tolera sin problema. Y en cuanto al frío, siempre que este no sea de más de -6ºC no pasará nada.
Sustrato
La tierra que necesita la rosa La Sevillana siempre ha de contener un drenaje para que no haya acumulaciones de agua (que pueden perjudicar su salud). Por eso, se recomienda que añadas sustrato universal con algo de compost y perlita para que esté bien nutrida.
Esta mezcla puede servirte tanto para tenerla en el jardín como para plantarla en una maceta.
Riego
El riego, al estar a pleno sol, sí debe ser algo más frecuente que con otros rosales. En este caso necesita un riego de 4-5 o a diario en verano. Por su parte, en invierno con 2-3 veces es más que suficiente.
Eso sí, si lo tienes en maceta ten mucho cuidado si le tienes un plato puesto porque eso puede hacer que las raíces se le pudran y, con ello, también la propia planta.
Abonado
En cuanto al abonado, te recomendamos que uses uno líquido si tienes este rosal en maceta, porque es la forma que conseguirás que se nutra mejor. Sin embargo, en el caso de tenerlo en el jardín podrías optar por algún compost o estiércol para aplicárselo al final del verano (en otoño) o a primeros de la primavera.
Otra opción es usar abonos ecológicos aplicándoselos una vez al mes.
Poda
Como te hemos dicho antes, la poda es uno de los cuidados de la rosa La Sevillana que puede influir en que el rosal florezca de manera mas habitual. Si bien también dependerá del resto de factores, una buena poda para eliminar ramas enfermas, secas o que se entrecrucen puede sanear el rosal.
Pero conviene que todas las ramas sean recortadas, y que las rosas que se van marchitando se le quiten cuanto antes para que no atraigan plagas o enfermedades. Además, conseguirás animarlo a que florezca de nuevo.
Multiplicación
Para finalizar, tienes la propagación de este rosa. Lo cierto es que no es nada difícil y se hace igual que con otros rosales. Es decir, tienes que elegir a final del invierno unas tallos que sean semileñosos (normalmente que tenga 1-2 años). Estos, al hacerle la poda se apartan porque nos pueden servir para tener nuevos rosales.
A la hora de plantarlos, se puede hacer de dos maneras:
- O bien los pones en agua y esperas a que generen raíces. No es el método más fácil ya que muchos esquejes de rosal tardan demasiado en lograrlo.
- O bien los pones directamente en la tierra. Eso sí, te recomendamos que eches un poco de canela en los cortes para evitar que por ahí se pueda pudrir al contacto con el agua o la tierra.
Ya solo quedará esperar y solo cuando veas que empiezan a salir los primeros brotes sabrás que ha tenido éxito y que va a salir adelante. Eso sí, cuidado porque hablamos de una planta joven y es posible que no esté acostumbrada al clima, temperatura y sol. Dicho de otro modo, hay que tenerla vigilada para evitar que se nos muera.
Como ves, así es la rosa La Sevillana. ¿Te animarías a tenerla en tu colección de plantas?