El Sabal palmetto es una especie de palmera que, si bien con el tiempo llega a crecer bastante, puede cultivarse en todo tipo de jardines, incluso aunque sean pequeños ya que su tronco no se engrosa mucho.
Sus hojas, palmeadas, aportan elegancia al lugar donde se encuentren. Y si tenemos en cuenta que su mantenimiento es sencillo, pudiendo resistir heladas moderadas, nos podremos hacer una idea de lo estupendo que es tener un ejemplar.
¿Cuál es su origen y sus características?
Conocida como palmeto, palmera de Carolina, sabal de Carolina, palma cana o palmito, esta palmera es originaria del sureste de los Estados Unidos, concretamente de Carolina y Florida. Crece hasta alcanzar una altura de entre los 5 y los 20 metros, con un diámetro de tronco de hasta 50cm. Sus hojas son palmeadas, de 1 a 1,6m de diámetro, divididas con folíolos cuya longitud es la de una tercera parte la longitud total de la hoja.
Sus flores se agrupan en inflorescencias muy ramificadas, y miden hasta dos metros y medio de largo. Son hermafroditas, de color blanco, y aromáticas. El fruto mide 1cm, y es de color parduzco cuando termina de madurar.
¿Cuáles son sus cuidados?
Si quieres tener un ejemplar de Sabal palmetto, te recomendamos cuidarlo del siguiente modo:
- Ubicación: ha de estar en el exterior, a pleno sol.
- Tierra:
- Maceta: sustrato de cultivo universal.
- Jardín: crece en todo tipo de suelos, incluyendo los que se inundan de vez en cuando.
- Riego: regar unas 3 o 4 veces por semana en verano, y algo menos el resto del año.
- Abonado: en primavera y verano se debe abonar con abonos específicos para palmeras (en venta aquí), o con orgánicos.
- Multiplicación: por semillas en primavera.
- Rusticidad: resiste heladas de hasta los -10ºC.
¿Qué te ha parecido esta palmera?