Seguramente alguna vez hayáis consumido azúcar de caña en algún dulce o yogurt. Y es que cerca de la mitad de todo el azúcar del mundo se extrae de una planta conocida como caña de azúcar. Su nombre científico es Saccharum officinarum y es una planta que a simple vista no parece tener nada de especial. Sin embargo, es la base de uno de los productos más consumidos a nivel mundial. Su consumo excesivo puede dañar la salud, pero es disfrutado tanto por chicos como por grandes.
¿Quieres conocer todas las características, biología y cultivo de la caña de azúcar? En este post te lo contamos todo en profundidad 🙂
Características principales
Lo primero que debemos mencionar de esta planta es que es herbácea y perenne. Forma parte de la familia de las gramíneas. Por ello, está emparentada con otras gramíneas como el maíz, el arroz, la avena o el bambú. Se trata de un grupo de tallos gruesos, duros, jugosos, no ramificados y con entrenudos. Estos tallos enormes crecen a partir de una res de rizomas de los que aparecen tallos secundarios.
Son capaces de llegar a medir casi cinco metros de altura. Los colores que nos podemos encontrar de caña de azúcar van desde el verde hasta el rosado o el púrpura.
Tienen hojas largas, fibrosas y lanceoladas. Los bordes de cada hoja está dentados y tienen una nervadura central. Pueden medir entre 30 y 60 centímetros de largo y unos 5 cm de ancho. Desarrolla panículas, un tipo de inflorescencia, en la que se alojan espiguillas de flores minúsculas y en cuyos extremos se aprecia una especie de pelusa larga y sedosa.
El fruto de esta planta es una cariópside de tan sólo 1,5 milímetros de ancho y que contiene una sola semilla en su interior.
Área de distribución
Aunque esta caña esté esparcida por todo el mundo, tiene su origen en el sureste de Asia. Posiblemente comenzó a cultivarse en las islas del Pacífico sur o en Nueva Guinea. Es ahí donde, a partir del 6000 a. C. se comenzó a expandir. Primero comenzó por las regiones templadas y tropicales del Asia continental. Después prosiguió por el subcontinente Indio, Europa, África, Australia, el sureste de Estados Unidos, México y Sudamérica.
Hoy en día la caña de azúcar se distribuye principalmente en las regiones tropicales y subtropicales de todo el mundo. En nuestro país y en Sudáfrica se han encontrado estas plantas. El cultivo es realizado en más de 70 países de todo el mundo, en el que los primeros productores son Brasil y la India. Son ellos los que producen la mitad de caña de azúcar de todo el mundo.
Reproducción y variedades
Las flores de la caña de azúcar son hermafroditas. Por ello, son capaces de actuar como organismos masculinos y femeninos a la vez. Son polinizadas por el viento sin necesidad de ningún insecto.
A diferencia de otras especies, su cultivo se realiza principalmente por sus tallos y no sus frutos. Es capaz de propagarse sin necesidad de polinización. Se debe a que si cortamos esquejes podemos fragmentar los tallos y reproducirlos al gusto. Estos esquejes se plantan en primavera de forma vertical y horizontal en el suelo. En poco tiempo, serán capaces de desarrollar nuevas raíces que servirán para hacer crecer a otra planta. Las raíces comienzan a salir desde los nudos del tallo.
Requisitos para su perfecto cuidado
La caña de azúcar requiere un lugar bastante soleado y despejado. En cuanto al suelo, es mejor que estén húmedos, tengan un buen drenaje y sean fértiles. La textura puede ser arcillosa, volcánica o aluviales.
Las temperaturas necesarias para mantenerla en buen estado deben ser altas. Por debajo de -5°C la planta podría sufrir graves daños que pondrían en peligro su crecimiento y supervivencia. Por ello, es muy aconsejable protegerla de posibles heladas en climas algo más fríos.
Las variedades de Saccharum officinarum suelen dividirse en grupos, como Bourbon, Batavian, Mauritius y Otaheite, entre otros.
Usos de la caña de azúcar
El producto tan demandado mundialmente que contiene esta planta es el azúcar que se obtiene del jugo de los tallos. El juego que contiene el azúcar es de color gris y verdoso. Tiene un sabor dulce, pero un poco amargo. Para hacerlo más comestible se trata con productos químicos y reducirlo a un jarabe. Una vez se obtiene se hierve hasta que se cristaliza. El azúcar de caña puede refinarse y es la forma más frecuente de su comercialización.
Se puede decir que se trata del endulzante universal. Se encuentra en millones de productos de todo tipo variado entre comidas, postres y bebidas. Hay muchas personas que les encanta comer el jugo directamente masticando la caña.
Hay que tener en cuenta que su consumo debe ser muy controlado, puesto que se asocia con la obesidad y la diabetes. Y es que el azúcar de la caña es considerado un hidrato de carbono que provee de energía al cuerpo. Es decir, es necesario para que el cuerpo realice funciones, pero su exceso en el cuerpo resulta perjudicial. Todas las dietas que tienen alto contenido en azúcares se asocian con la obesidad, caries, diabetes y reducen la calidad de vida en general. De hecho, en muchísimas personas les lleva a la muerte.
Aunque parezca extraño, este azúcar es empleado en usos medicinales por sus propiedades antisépticas, diuréticas, laxantes y cardiotónicas. Por ejemplo, en el sur de Asia se aprovecha para tratar infecciones respiratorias y heridas abiertas.
Otro uso que se le puede dar es como combustible. La caña de azúcar genera grandes cantidades de biomasa que puede quemarse para generar electricidad o biocombustible.
Amenazas y conservación
Debido a que es una planta tan demandada a nivel global no está evaluada como amenazada. Es más bien al contrario. Su uso es muy extendido al igual que lo es su cultivo. Hongos, virus, insectos y nematodos son sus enemigos; si estos proliferan pueden causar enfermedades difíciles de erradicar. Algunos de los organismos que pueden enfermar a la especie son Allantospora radicicola, Asterostroma cervicolor, Graphium sacchari, Xanthomonas albilineans y Trichoderma lignorum.
Espero que con esta información podáis conocer más a fondo de donde proviene el azúcar de la caña y tomarla con moderación.